Pregunta
¿Enseña la Biblia que Sofía es la diosa de la sabiduría?
Respuesta
La Biblia no enseña que Sofía es la diosa de la sabiduría. De hecho, ni siquiera se menciona a nadie con el nombre de Sofía en la Biblia. Mientras se apoya fuertemente en el libro de Proverbios y en versículos que los evangélicos señalan como evidencia de la Encarnación, los seguidores del movimiento de la diosa Sofía están aumentando en miles a medida que se realizan conferencias, se publican libros y, lo más profano de todo, se celebran servicios de adoración para Sofía en nombre de Jesucristo cada año en los Estados Unidos y en todo el mundo.
Aunque la adoración a la diosa se puede rastrear hasta las primeras civilizaciones (los romanos le dieron a Sofía el título de “diosa de la sabiduría”), el levantamiento más reciente ocurrió después de las reformas sociales de los años 60 y 70 en Estados Unidos. El evento más notable ocurrió cuando un pastor a mediados de los años 70 realizó una encuesta a su población femenina de la iglesia y encontró que la mayoría de las mujeres estaban insatisfechas con la representación de los símbolos masculinos que describen al Dios de la Biblia. Su solución fue la introducción de la palabra griega Sofía, o “sabiduría”, en la adoración corporativa. Esto permitió que una diosa femenina llamada Sofía fuera adorada libremente. Esto tiene sus raíces en la época de los gnósticos a finales del siglo I y principios del siglo II. Recuerde que el gnosticismo en sí buscaba descubrir la "sabiduría secreta" de Dios y no aceptaba que Jesús era el verdadero Dios-hombre. Las características de la diosa se asemejaban a las de la Trinidad, señalando quizás que ella es un cuarto miembro que fue excluido por los primeros padres de la Iglesia patriarcal. Varias tendencias continuaron durante las próximas dos décadas hasta que alcanzaron su clímax en 1993 cuando se celebró la Conferencia de Re-Imagining en Minnesota. Allí, los participantes adoraron a Sofía libremente, abogaron por rezar a los árboles en la naturaleza, descartaron la necesidad de la obra expiatoria de Jesucristo, declararon que Dios Padre era un "padre abusivo" al enviar a Jesús a morir por los pecados de la humanidad, y emitieron un ultimátum para el progreso continuo de la adoración a Sofía en las reuniones congregacionales. Más recientemente, la adoración a la diosa Sofía ha sido aceptada tanto por laicos como por clérigos.
Al igual que Arrio buscó la personificación de la sabiduría en la literatura para apoyar su falsa postura sobre Cristo, los sofistas obtienen la mayoría de su impulso teológico de los primeros nueve capítulos del libro de Proverbios. El enfoque del argumento dice que hacia el final del Antiguo Testamento, específicamente en Proverbios, el sustantivo femenino para “sabiduría” (chokmah en hebreo) fue personificado. Por definición, la personificación es "la atribución de una naturaleza o carácter personal a objetos inanimados o nociones abstractas, como una figura retórica".
Claramente, ningún lector de las Escrituras puede decir que la personificación no ocurre. Más bien, el lector astuto exegesis, o extraerá del texto, de acuerdo con buenos métodos de estudio de la Biblia. Por ejemplo, el significado siempre debe ser determinado por su contexto. En este caso, Proverbios 8:22-31 se cita a menudo para apoyar la adoración a la diosa Sofía. La sabiduría declara su supremacía en los dones que puede otorgar desde la creación del mundo. La historia nos dice que muchas de las culturas más antiguas utilizaban la personificación de la deidad para que el ser divino pudiera alabarse a sí mismo.
En otras palabras, la sabiduría aquí se está alabando a sí misma haciendo afirmaciones que solo pertenecen a Dios. Dios es la fuente de toda sabiduría verdadera (Romanos 11:33; Santiago 1:5, 1:17-18, 3:13-17), y, en consecuencia, cualquier referencia a la sabiduría en las Escrituras que incluya lenguaje divino debería ser atribuida a Su carácter y naturaleza. Los judíos creían en un solo Dios (Deuteronomio 4:35-36, 6:4; Isaías 42:8, 44:6-8, 45:5-6; Jeremías 10:10-11). Por lo tanto, sugerir que la sabiduría es un dios o diosa separado junto a Dios mismo es blasfemar el nombre de Dios, lo cual era castigado con la muerte en el Antiguo Testamento. Los judíos habrían desestimado los escritos de Proverbios, así como lo hicieron con los libros adicionales de la Septuaginta que representan casos históricos tardíos.
La controversia de la diosa Sofía lleva a algunas conclusiones sencillas. Primero, la Biblia debe ser leída por el tipo de literatura que es. Una correcta comprensión de la personificación femenina en relación a este pasaje y muchos otros es necesaria para permanecer dentro del marco de la doctrina bíblica. Hay un solo Dios que existe eternamente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 28:18; Ef. 4:4-7; 1 Pedro 1:2). Tal posición excluye cualquier mención de una diosa o deidad secundaria. Finalmente, se debe reconocer que la poesía puede contener elementos que claramente no deben tomarse literalmente. Por ejemplo, la Biblia está llena de lenguaje poético que habla en metáforas personificadas en lugar de retórica científica pura. Caín realmente mató a Abel, pero entonces Dios dijo que "…La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra" (Génesis 4:10). Literalmente, la sangre no gritaba desde la tierra, pero el artefacto retórico utilizado aquí comunica otra forma de personificación encontrada en las Escrituras para enfatizar el asesinato. Como Proverbios 8:22-31 describe, la poesía y la personificación no invalidan las Escrituras. En cambio, estos elementos son necesarios para demostrar palabras, frases, sentimientos y significados que no se pueden entender fácilmente de ninguna otra manera o que continúan a partir de un argumento previo. En este último caso, el Señor creó los cielos por Su sabiduría encontrada en Proverbios 3:19, y 8:22-31 existe para continuar ese habla figurativa (personificación).
El cristianismo histórico está en una encrucijada como nunca antes. El impulso hacia la adoración a la diosa de Sofía y otras deidades similares muestra el paisaje en constante cambio del clima espiritual del mundo. Lo que puede ser políticamente o socialmente aceptable en forma de adoración, sin embargo, se opone diametralmente a la Biblia. Uno debe aprender a reconocer la diferencia subjetiva entre la verdad literal y las metáforas en la Biblia a través de la práctica constante (2 Timoteo 2:15). Ambas áreas del habla son la infalible, inerrante e inspirada Palabra de Dios, pero requieren un ojo paciente y guiado por el Espíritu para su interpretación. De lo contrario, uno se quedará para repetir las palabras del profeta Jeremías:
"Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación. Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos" (Jeremías 10:10-11).
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