Pregunta
¿Sobre qué base pueden los creyentes tener buen ánimo (Juan 16:33)?
Respuesta
Jesús les dijo a los discípulos "anímense" (Juan 16:33, NTV) justo cuando estaban a punto de enfrentar el momento más oscuro y problemático de sus vidas. Pronto, el Señor los dejaría (Juan 16:5-7), y sabía que a cada uno de Sus seguidores le esperaban persecuciones severas, sufrimiento y la posibilidad de la muerte.
Los discípulos estaban afligidos y confundidos cuando Jesús les explicó, "Dentro de poco, ya no me verán más; pero tiempo después, me verán de nuevo" (Juan 16:16, NTV). Todos se dispersarían y la mayoría lo abandonaría en la cruz (Juan 16:32). Pero poco después, su duda y miedo se transformarían en fe y paz: "Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo" (Juan 16:33, NTV).
En el idioma original, las palabras traducidas como "pero anímense" (NTV) también se pueden entender como "pero confiad" (RVR1960) o "tengan valor" (DHH). Jesús les enseñó a Sus discípulos que la paz interior y el valor en medio de la tribulación solo se podían experimentar permaneciendo en Él (1 Juan 2:28).
En el mundo, los creyentes enfrentan persecución y sufrimiento, al igual que Jesús (Efesios 3:13; 2 Timoteo 1:8; 2:3). Jesús dijo que a los discípulos "[los] entregarán a los concilios, y en las sinagogas [los] azotarán" (Marcos 13:9). El mundo los despreciaría (Juan 15:18-25), y algunos serían martirizados por su fe (Hechos 11:19).
A pesar de ser odiados por el mundo, los creyentes pueden estar confiados y ser valientes sobre la base del conocimiento de que Jesucristo ha vencido al mundo. Como cristianos, nuestras vidas están "escondida[s] con Cristo en Dios" (Colosenses 3:3). Hemos nacido de Dios (1 Juan 5:1), y "todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe" (1 Juan 5:4; ver también 1 Juan 2:13-14).
Podemos tener buen ánimo porque hemos aprendido a confiar en el Padre en cada situación (Romanos 8:28). No tenemos que vivir con miedo porque estamos seguros en Su amor (1 Juan 4:18). Sabemos que si Dios está de nuestro lado, nadie puede hacernos frente (Romanos 8:31). Y nada puede separarnos de Su amor; ninguna tribulación, dificultad, persecución, hambre, pobreza, peligro o conflicto (Romanos 8:35-39).
Incluso si nos enfrentamos a la amenaza de la muerte, podemos decir: "gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Corintios 15:57). El apóstol Juan planteó y respondió esta pregunta: "¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios" (1 Juan 5:5, NTV). Podemos alegrarnos porque Jesús venció al mundo. Si creemos en Jesús y pertenecemos al Padre, también nosotros hemos vencido al mundo, porque Aquel que vive en nosotros es mayor que el que está en el mundo (1 Juan 4:4).
En Jesús tenemos paz interior. Él dijo: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo" (Juan 14:27). Mientras que el mundo solo ofrece problemas, amenazas y peligros, los seguidores de Cristo no tienen por qué angustiarse ni tener miedo. Podemos tener buen ánimo porque pertenecemos a Aquel que venció al mundo. Nada en este mundo nos puede hacer daño, porque al final venceremos por medio de nuestro Señor Jesucristo.
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¿Sobre qué base pueden los creyentes tener buen ánimo (Juan 16:33)?