Pregunta
¿Qué significa que hay un tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar (Eclesiastés 3:5)?
Respuesta
En Eclesiastés 3:1–8, el rey Salomón afirma que Dios tiene un plan para todas las personas, en todos los tiempos y en todas las estaciones. A través de los ciclos continuos de la vida, a través de los comienzos y los finales, las alegrías y las tristezas, los altos y los bajos, Dios siempre está con nosotros, realizando Sus buenos propósitos (ver Romanos 8:28). Si aprendemos a confiar en Él, llegaremos a apreciar que el tiempo y las intenciones del Señor son perfectos.
"Tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar", dice Salomón en Eclesiastés 3:5. Esta copla es la novena de catorce temporadas contrastadas en las que Salomón cataloga y resume toda la actividad humana en sus innumerables formas.
La palabra para "abrazar" en hebreo original significa "agarrar o sostener (algo o alguien) fuertemente entre los brazos, normalmente con cariño". Por lo tanto, el enfoque de esta estrofa parece incluir amistades, interacciones familiares y relaciones sexuales entre esposos y esposas.
El mismo verbo para "abrazar" se usa a menudo en las Escrituras para describir el saludo entre dos personas. Lo encontramos en Génesis 29:13, cuando Labán da la bienvenida con entusiasmo a su sobrino Jacob, y en Génesis 33:4, cuando los hermanos Esaú y Jacob tienen su emotivo reencuentro. En el Nuevo Testamento, los creyentes habitualmente se abrazan y se saludan con un "ósculo santo" (2 Corintios 13:12; Romanos 16:16; Gálatas 2: 9; Hechos 20:10, 37).
Un tiempo para abrazarse también se puede utilizar como eufemismo para las uniones sexuales, como en Cantares 2:6 y Proverbios 5:20. La ley detallaba específicamente el "tiempo de abstenerse de abrazar" en Levítico 15. Las relaciones sexuales y cualquier tipo de contacto estaban expresamente prohibidos si el hombre o la mujer tenían algún flujo corporal. Se requería un proceso de purificación de siete días antes de reanudar las relaciones sexuales.
Con la esperanza de evitar un terrible juicio del pecado, Dios llamó al pueblo de Israel a consagrarse en actos solemnes de arrepentimiento: "Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto" (Joel 2:12, NTV). Este tiempo de arrepentimiento también implicaba un tiempo de abstenerse de abrazar. La crisis era tan devastadora que había que dejar de lado cualquier motivo de alegría y disfrute personal. Todo el pueblo se debía reunir en una asamblea sagrada para llorar y suplicar a Dios la liberación: "Reúnan a toda la gente: ancianos, niños y aun los bebés. Llamen al novio de su habitación y a la novia de su cuarto de espera" (Joel 2:16, NTV).
El apóstol Pablo también hace alusión a un tiempo para abrazar y un tiempo para abstenerse de abrazar en su enseñanza sobre los principios del matrimonio: "El esposo debe satisfacer las necesidades sexuales de su esposa, y la esposa debe satisfacer las necesidades sexuales de su marido... No se priven el uno al otro de tener relaciones sexuales, a menos que los dos estén de acuerdo en abstenerse de la intimidad sexual por un tiempo limitado para entregarse más de lleno a la oración. Después deberán volverse a juntar, a fin de que Satanás no pueda tentarlos por la falta de control propio" (1 Corintios 7:3–5, NTV).
Las parejas cristianas no se deben privar sexualmente el uno del otro, excepto por consentimiento mutuo. Existe un "tiempo de abstenerse de abrazar" apropiado, pero solo durante un período y con un propósito acordados: dedicarse a la oración. Una vez que termina el tiempo dedicado a la oración, Pablo exhorta a las parejas a volver a "abrazarse" para que Satanás no pudiera tentarlos a tener relaciones sexuales inmorales.
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¿Qué significa que hay un tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar (Eclesiastés 3:5)?