settings icon
share icon
Pregunta

¿Qué significa que hay un tiempo de romper, y tiempo de coser (Eclesiastés 3:7)?

Respuesta


En Eclesiastés 3:1-8, el Maestro (el rey Salomón) utiliza catorce pares de épocas opuestas para ilustrar que todo lo que experimentamos en esta vida está en manos de Dios. Para los lectores modernos, el significado de la undécima estrofa - "tiempo de romper, y tiempo de coser"- puede resultar confuso, pero en tiempos bíblicos la implicación habría sido clara. En general, la expresión tiene que ver con rasgar y remendar una prenda. Más concretamente, se refiere a los momentos en que recibimos malas noticias y a los momentos en que la vida es buena.

En el idioma original, la palabra traducida como "romper" significa "separar brusca o violentamente, rasgar, cortar, hacer pedazos". El verbo para "coser" se refiere a "remendar como en la costura o con aguja".

Antiguamente, si una persona recibía una noticia terrible, la costumbre era rasgarse las vestiduras en señal de intenso dolor. Cuando la tragedia se resolvía, se solía remendar la prenda cosiéndola de nuevo.

El rey David se rasgó las vestiduras cuando se enteró de la aplastante, aunque exagerada, noticia de que Absalón había asesinado a todos los hijos que le quedaban (2 Samuel 13:31). Cuando Rubén descubrió que su hermano José había desaparecido, se rasgó las vestiduras de dolor (Génesis 37:29). En el Nuevo Testamento, Pablo y Bernabé se rasgaron las vestiduras de angustia cuando vieron que los habitantes de Listra iban a rendirles homenaje como a deidades (Hechos 14:14-15).

"Un tiempo de coser" es una analogía gráfica de la sanidad interior y la recuperación que se producen gradualmente a través del proceso de duelo. El Señor "sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas" (Salmo 147:3). Como creyentes, podemos esperar pasar por momentos de dolor y aflicción, pero no nos afligimos como los incrédulos (1 Tesalonicenses 4:13-18).

Un comentarista sugiere que "un tiempo de romper" incluye una aplicación más amplia: "Puede implicar el desgarro de una prenda en parches más pequeños que se utilizarán para remendar otra prenda. Podría aplicarse incluso a las relaciones personales. La mayoría de nosotros hemos tenido que romper en alguna ocasión relaciones con amigos de toda la vida, por dolorosas que sean. Por ejemplo, un alcohólico en recuperación a veces tiene que renunciar a sus antiguos compañeros de borrachera si quiere recuperarse de su adicción" (Pechawer, L., Poetry and Prophecy, Vol. 3, Standard Publishing, 2008, p. 100).

Hay momentos en que las relaciones deben romperse (1 Corintios 5:9; 2 Corintios 6:14; Efesios 5:7), y hay momentos en que debemos sacar la simbólica "aguja e hilo" para remendar las cosas (Efesios 4:32; Mateo 6:15; Marcos 11:25; Colosenses 3:13). A veces rompemos lazos con la gente, y otras veces hacemos nuevos amigos.

En el Antiguo Testamento, "tiempo de romper" también se asocia con el juicio de Dios. Cuando el rey Saúl se rebeló y rechazó la Palabra de Dios, el profeta Samuel declaró: "Hoy el Señor te ha arrancado el reino de Israel y se lo ha dado a otro: a uno que es mejor que tú" (1 Samuel 15:28, NTV).

Cuando Jesucristo murió en la cruz, el velo del templo se rasgó de arriba abajo (Mateo 27:51). A través de este desgarro divino, Dios en Su justicia y misericordia abrió el camino para que experimentáramos "un tiempo de coser". El profeta predijo: "él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados" (Isaías 53:5, NTV). El sacrificio de Jesucristo, el único "mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios" (1 Timoteo 2:5, NTV), nos abrió un camino nuevo y vivificante para experimentar la comunión restaurada con Dios Padre (Hebreos 10:20).

"Coser" también representa una tarea cotidiana y ordinaria. Hay momentos en que la tragedia nos desequilibrará, y hay épocas en que nuestra existencia consistirá en normalidad y rutina. "Tiempo de romper, y tiempo de coser", no solo nos recuerda que hay épocas buenas y malas, sino también que en esta vida hay momentos ordinarios y extraordinarios.

No siempre entenderemos el propósito del Señor en los ciclos divergentes del nacimiento y la muerte, la alegría y la tristeza, la ganancia y la pérdida, lo bueno y lo malo, pero podemos aceptar humildemente que Dios conoce las razones ya que ve el cuadro completo (Proverbios 16:4). Podemos confiar en que Él está elaborando Su plan perfecto para nuestro bien (Romanos 8:28).

English



Retornar a la página inicial de Español

¿Qué significa que hay un tiempo de romper, y tiempo de coser (Eclesiastés 3:7)?
Suscríbete a la

Pregunta de la Semana

Comparte esta página: Facebook icon Twitter icon Pinterest icon YouTube icon Email icon
© Copyright Got Questions Ministries