Pregunta
¿Cuál es la traducción más precisa de la Biblia?
Respuesta
Determinar cuál es la traducción más precisa de la Biblia es un desafío similar a preguntar: "¿Cuál es la mejor marca de automóvil?" La respuesta depende de para qué se utilizará y de los criterios de evaluación. Cada traducción de la Biblia sigue principios que afectan el resultado final. Algunas buscan ser "literales", intentando mantener un mensaje exacto palabra por palabra, mientras que otras buscan ser "dinámicas" o "pensamiento por pensamiento", proporcionando el significado general del texto en un lenguaje moderno, sin necesariamente adherirse a un mensaje palabra por palabra. Una traducción podría ser mejor para el estudio, mientras que otra podría ser más adecuada para la lectura pública. Alguien con un nivel de lectura de quinto grado podría preferir una traducción diferente a la que elegiría un estudiante universitario.
La traducción no es una ciencia exacta. Con frecuencia, no hay una correspondencia perfecta uno a uno entre palabras en diferentes idiomas. Además, cada idioma tiene modismos y figuras retóricas que son notoriamente difíciles de traducir, además de factores históricos y culturales que pueden afectar la connotación de las palabras de maneras que no se pueden traducir fácilmente.
Un ejemplo en español ayuda a ilustrar esto. Si tienes un amigo que está exagerando una historia, podrías decirle: "¡No eches más leña al fuego!", una expresión que significa no complicar aún más una situación. En este caso, una traducción como 'no empeores la situación' podría ser más efectiva, o podría mantenerse la expresión original con una nota aclaratoria. En este caso, traducir "¡No eches más leña al fuego!" como "no empeores la situación" podría ser más adecuado. Una tercera opción podría ser dejar la expresión intacta, pero incluir una nota explicativa sobre lo que realmente se quiere decir.
Este ejemplo ilustra que la traducción más literal no siempre es la más precisa. Cuanto más se intenta expresar el significado original en un lenguaje contemporáneo, más interpretación subjetiva se introduce. Además, la legibilidad puede convertirse en un problema. Una traducción "literal" muy precisa podría resultar difícil de leer. Un Nuevo Testamento Interlineal, por ejemplo, ofrece el texto griego en una línea y debajo de ella la palabra aproximada en español para cada palabra griega. Si simplemente lees las palabras en español, te quedarás, en la mayoría de los casos, con una confusión de palabras. Es muy literal pero prácticamente sin sentido. A medida que la traducción se vuelve más legible en español, se volverá menos literal.
La mayoría de las traducciones de la Biblia se sitúan en un continuo entre lo 'literal' (manteniéndose lo más cerca posible de las palabras y la estructura literaria originales) y lo 'dinámico' (comunicando el significado del pasaje de una manera que el lector moderno pueda entender, incluso si se introducen palabras adicionales no presentes en el texto original). Existen muchas traducciones disponibles en español, y las más destacadas han sido realizadas por equipos de eruditos evangélicos competentes y revisadas por otros especialistas. Hoy en día, ningún individuo posee todas las habilidades necesarias para producir una traducción de alta calidad por sí solo. A continuación, se presentan algunas de las traducciones más prominentes y destacadas:
La Biblia Reina-Valera 1960 es una de las traducciones más reconocidas y utilizadas en el mundo hispanohablante. Su origen se remonta a la Biblia del Oso de 1569, traducida por Casiodoro de Reina y revisada por Cipriano de Valera en 1602. La edición de 1960, realizada por las Sociedades Bíblicas Unidas, modernizó el lenguaje y corrigió errores textuales, manteniendo la fidelidad al texto original. Popular entre diversas denominaciones protestantes, su accesibilidad se ha ampliado mediante formatos impresos y digitales. Las revisiones posteriores, como la Reina-Valera 1995, la Reina-Valera Contemporánea (2011) y la Reina-Valera 2020, han actualizado el lenguaje y mejorado otros aspectos. Su estilo de traducción es 'literal'.
La Biblia de las Américas (LBLA), publicada en 1986 por la Fundación Lockman, es una traducción de los textos originales en hebreo, griego y arameo al español, conocida por su estilo literal y preciso. En 2020, se lanzó la Nueva Biblia de las Américas (NBLA) como una actualización de la LBLA. La NBLA mantiene la misma filosofía de traducción formal, palabra por palabra, pero utiliza un español más moderno y comprensible, adaptado al uso contemporáneo en Latinoamérica.
La NBLA reemplaza términos poco utilizados en el continente, como "vosotros" por "ustedes" y "he aquí" por "miren", haciendo la lectura más accesible. Esta versión está diseñada para ser una herramienta confiable tanto para el estudio profundo como para la enseñanza. Ambas versiones, la LBLA y la NBLA, son valiosas para la comunidad cristiana, proporcionando traducciones precisas y claras que apoyan tanto el estudio detallado como la lectura devocional.
La Nueva Versión Internacional (NVI) en español es otra traducción moderna de la Biblia. En 1999, un comité de traducción encabezado por los doctores René Padilla y Luciano Jaramillo realizó una traducción directa de ambos testamentos desde los manuscritos históricos al español, evitando el inglés. Su objetivo principal fue ofrecer una versión más comprensible, pero fiel a los textos originales en hebreo, arameo y griego. La NVI ha ganado popularidad en muchas denominaciones cristianas debido a su lenguaje contemporáneo y accesible, facilitando la lectura y comprensión tanto en contextos de estudio como de devoción personal. Su estilo de traducción es más dinámico que el de las versiones mencionadas anteriormente. La base de manuscritos para el Antiguo Testamento incluyó el Texto Hebreo Masorético de la Biblia Hebraica Stuttgartensia, los Manuscritos del Mar Muerto, el Pentateuco Samaritano y otros textos antiguos. Para el Nuevo Testamento, se utilizó la edición en griego koiné de las Sociedades Bíblicas Unidas y de Nestle-Aland.
En 2022, se publicó la Nueva Versión Internacional Texto Revisado, que busca una mejor fluidez del lenguaje, siendo menos literal y ajustando algunos versículos para favorecer su exégesis protestante.
La Nueva Traducción Viviente (NTV), publicada en 2010, es una versión de la Biblia al español que destaca por su claridad y fidelidad a los textos originales. Desarrollada por un equipo de más de cincuenta eruditos bíblicos, la NTV utiliza un lenguaje moderno y accesible, combinando traducción literal y dinámica para mantener precisión y comprensión. Para el Antiguo Testamento, se basa en el texto masorético de la Biblia Hebraica Stuttgartensia, comparándolo con manuscritos como los Rollos del Mar Muerto y la Septuaginta. En el Nuevo Testamento, emplea el Greek New Testament de las Sociedades Bíblicas Unidas y el Novum Testamentum Graece de Nestle-Aland. El equipo de traducción, compuesto por especialistas de diversas denominaciones, revisó cada libro múltiples veces para asegurar exactitud. Además, la NTV adapta pesos, medidas y términos monetarios antiguos a equivalentes modernos, facilitando la comprensión del lector contemporáneo.
Para una lectura rápida del texto, una traducción más dinámica como la NTV o la NVI podría ser útil. Para un estudio más preciso, una versión más literal como la LBLA, NVI o RVR1960 sería preferible. Al estudiar un pasaje, es una buena práctica leerlo en varias versiones, tanto literales como dinámicas. Si hay lugares donde las diversas traducciones parecen divergir, es necesario un estudio más profundo para determinar las cuestiones de traducción e interpretación en juego. Por supuesto, consultar los idiomas originales sería ventajoso en ese punto, pero para aquellos que no pueden hacerlo, la NVI y los comentarios críticos son una buena opción. Los buenos comentarios no solo explican el significado del texto, sino que también presentan la evidencia para las diversas opciones y justifican la elección del comentarista. Se debe evitar basar interpretaciones o doctrinas en una sola traducción de una sola palabra o frase, así como la tendencia de "buscar" una traducción que apoye una interpretación preferida de un pasaje.
La Traducción Lenguaje Actual y La Biblia Dios Habla Hoy son versiones bastante libres, de estilo dinámico, del texto original. En algunos casos, están más cerca de paráfrasis que de traducciones. Estas versiones cuentan con la adaptación de expresiones culturales y la conversión de medidas antiguas a términos modernos, facilitando una comprensión inmediata. La NBLA y la NVI también adaptan las unidades de medida.
La Biblia de Jerusalén y la Biblia Latinoamericana son las versiones más populares entre los estudiosos de la Biblia no evangélicos. Los evangélicos tienden a mantenerse alejados de estas traducciones, ya que el equipo de traducción incluía a muchos que no estaban comprometidos con la autoridad del texto bíblico. Sin embargo, eran eruditos competentes en los idiomas bíblicos.
En última instancia, la elección de la traducción "más precisa" será subjetiva. Para el estudio, recomendamos la NBLA y la RVR1960 (y algunas de sus actualizaciones más modernas como la RVC), y también la comparación con la NVI o NTV. No hay problema en recomendar la NTV o la NVI, pero compararlas con otras versiones ayuda a identificar puntos de tensión que necesitan más investigación. Para variar, uno podría elegir una traducción diferente cada año para leer, anotando cualquier cosa que suene diferente o parezca dar un significado distinto a un texto.
Cada traducción realizada de buena fe por eruditos competentes puede considerarse precisa y autoritativa. Al mismo tiempo, la erudición humana es imperfecta; además, las traducciones necesitan actualizarse con el tiempo a medida que cambia el idioma español.
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