Pregunta
¿Cómo es que un día en los atrios de Dios es mejor que mil en otra parte (Salmo 84:10)?
Respuesta
El Salmo 84 celebra la alegría de la comunión con Dios y señala que un día en Sus atrios es mejor que mil en otro lugar (Salmo 84:10). Los hijos de Coré, autores del salmo, comienzan cantando lo hermoso que es estar donde está Dios (Salmo 84:1). Los cantores hablan de su deseo de estar donde Él está, porque le cantan con alegría (Salmo 84:2). Incluso las aves se sienten a gusto en Sus cielos (Salmo 84:3). Este Señor todopoderoso de los ejércitos no está tan distante como para no estar íntimamente implicado en Su creación: incluso se preocupa por los pájaros. A causa de Su grandeza y Su bondad, todo el que vive en comunión con Él es muy dichoso y tiene derecho a alabarle constantemente (Salmo 84:4). El que encuentra su fortaleza en el Señor y fija el camino del Señor en su corazón es dichoso (Salmo 84:5). Él se pone a disposición de quienes Le buscan así, y no se pierden en el camino (Salmo 84:6-7).
Tras este reconocimiento de la grandeza de la comunión con Dios, los salmistas hacen una petición y ruegan que Dios esté atento a esa petición (Salmo 84:8). Piden que Dios "[contemple] el rostro de Tu ungido" (NBLA), que les permita caminar con Él tan cerca que pueda mirar sus rostros (Salmo 84:9). Anhelan esto porque "mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos" (Salmo 84:10). Incluso un momento en la presencia de Dios es mucho mejor que toda una vida lejos de Él. Los salmistas dicen que preferirían incluso estar fuera de la casa de Dios—en Sus atrios, sirviéndole—que morar en el lujo dentro de las tiendas de los malvados (Salmo 84:10). Dios es el Proveedor ("sol") y el Protector ("escudo"), y da gracia y gloria, proporcionando el bien a los que procuran caminar con Él (Salmo 84:11). El que confía en Él es bendecido en gran manera (Salmo 84:12).
Los cantores de este salmo nos proporcionan una bella imagen del gozo de caminar con Dios y de lo mucho que deberíamos desear esa comunión con Él. Para estos salmistas, no hay lugar en el que preferirían estar más que con Él.
Salmos como este nos brindan la ocasión de preguntarnos qué es lo que realmente importa, qué es lo que realmente valoramos. ¿Dónde queremos estar? ¿Con quién desearíamos pasar la vida? Que el gran Creador de todo nos ame tan profundamente como para permitirnos estar en comunión con Él es una realidad magnífica. ¿Por qué querríamos cambiar eso por otra cosa? Dios no solo nos ama lo suficiente como para enviar a Su Hijo a morir en nuestro nombre para pagar la pena por nuestro pecado, sino que este Dios nos ama lo suficiente como para darnos Su Espíritu Santo para que viva en nosotros y podamos tener comunión y una relación íntima con Dios, ¡con el Creador del universo!
Cuando pensamos en lo pequeños que somos y en lo grande que es Dios, deberíamos responder de forma similar a los salmistas que escribieron el Salmo 84 y que dijeron: "Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos". Podemos confiar en Él para nuestra vida eterna, y podemos caminar con Él cada día sabiendo que Él está en nosotros y que nunca nos dejará ni nos abandonará (Hebreos 13:5). Un momento con Él es mejor que una eternidad sin Él, y en Su gracia y misericordia, no tenemos que escoger. Creyendo en Él podemos tener una eternidad con Él.
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¿Cómo es que un día en los atrios de Dios es mejor que mil en otra parte (Salmo 84:10)?
