Pregunta
¿Qué significa "unifica mi corazón para que tema Tu nombre" (Salmo 86:11)?
Respuesta
En las Escrituras a David se le conoce por tener un corazón conforme al corazón de Dios (1 Samuel 13:14; Hechos 13:22). En la oración del Salmo 86, oímos el deseo apasionado del corazón de David de hacer lo que Dios quería que hiciera, de vivir la verdad en la que creía y de ser íntegro en su devoción a Dios: "Enséñame, oh Señor, Tu camino; andaré en Tu verdad; unifica mi corazón para que tema Tu nombre" (Salmo 86:11, NBLA).
Las palabras unifica mi corazón pueden sonar un poco peculiares a los lectores modernos de la Biblia. La súplica de "unifica mi corazón para que tema Tu nombre" también puede traducirse como "Concédeme pureza de corazón, para que te honre" (NTV) o "Dame integridad de corazón para temer tu nombre" (NVI).
Como todos nosotros, David tenía defectos. A menudo sus afectos se desviaban. Pero David reconoció esta tendencia en sí mismo y trató continuamente de reorientar su corazón y obligarlo a buscar a Dios con determinación.
A lo largo de su historia, la nación de Israel fue propensa a divagar en su corazón (Salmo 95:10; Hebreos 3:10). Por eso, Dios dio a Su pueblo el mandamiento: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas" (Deuteronomio 6:5, NBLA; ver también Mateo 22:37). Junto con el amor incondicional, Dios exigía la obediencia absoluta: "Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma" (Deuteronomio 10:12, NBLA; ver también Josué 22:5; 24:14-15).
Una y otra vez, Israel no cumplía sus promesas, y Dios le llamaba al arrepentimiento. Prometió circuncidar los corazones del pueblo, purificándolos y apartándolos para que le amaran, le sirvieran y le siguieran con devoción absoluta (Deuteronomio 30:6). "Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne" (Ezequiel 36:26, NBLA). Por medio del profeta Jeremías, el Señor prometió: "Les daré un corazón para que me conozcan, pues yo soy el Señor. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón" (Jeremías 24:7, NBLA ). Y de nuevo: "Yo les daré un solo corazón y un solo camino, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos" (Jeremías 32:39, NBLA).
El anhelo de David de "unifica mi corazón para que tema Tu nombre" resuena en el llamado del apóstol Pablo en el Nuevo Testamento "para que vivan con decoro y plenamente dedicados al Señor" (1 Corintios 7:35, NBLA). Resuena en la súplica de Santiago: "Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes, los indecisos, purifiquen su corazón!" (Santiago 4:8, NBLA).
Jesús enseñó que las lealtades divididas no sirven de nada en el reino de Dios: "Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro" (Mateo 6:24, NTV). En lugar de eso, debemos fijar todo nuestro afecto en el tesoro que tenemos en Él (Mateo 6:19-21). Cuando oramos como David: "unifica mi corazón para que tema Tu nombre", estamos pidiendo al Señor que transforme nuestros corazones descarriados para que seamos especialmente devotos en nuestra reverencia a Dios y en nuestra obediencia a Él.
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¿Qué significa "unifica mi corazón para que tema Tu nombre" (Salmo 86:11)?
