Pregunta
¿Por qué los discípulos dijeron: "Verdaderamente eres Hijo de Dios" después de que Él calmó la tormenta (Mateo 14:33)?
Respuesta
A lo largo de Su ministerio, Jesús reveló Su deidad por medio de Sus acciones. Sanó a muchas personas con enfermedades (Mateo 8:14-17), calmó una tormenta furiosa (Mateo 8:23-27) y expulsó demonios (Mateo 8:28-34). Después de alimentar a los 5,000, Jesús calma otra tormenta. En respuesta, los discípulos exclaman: "Verdaderamente eres Hijo de Dios" y lo adoran (Mateo 14:33). Las acciones de Jesús revelan que Él es verdaderamente el Hijo de Dios, y los discípulos reaccionan acorde a ello. Reconocer a Jesús por lo que es conduce a una vida de fe y adoración.
Después de la milagrosa alimentación de los 5,000, Jesús envía a los discípulos en una barca mientras Él se va a orar (Mateo 14:22-33). Durante la noche, el viento y las olas azotan con furia, y la barca se ve "azotada por las olas; porque el viento era contrario" (versículo 24). Poco antes del amanecer, Jesús camina hacia los discípulos sobre el agua. Al confundirlo con un fantasma, los discípulos se asustan. Aunque los discípulos habían estado con Jesús durante todo Su ministerio, no lo reconocen. Hay momentos en los que nosotros tampoco reconocemos la presencia del Señor en medio de nuestras tormentas, aunque Él esté ahí mismo con nosotros. El miedo nubla nuestra visión, mientras que confiar en Él nos lleva a la paz. Isaías 26:3 nos dice que él "[guardará] en perfecta paz a todos los que confían en [Él]" (NTV).
El miedo también aumenta nuestra atención a nuestras circunstancias en lugar de incrementar nuestra confianza en el Dios que está en control. Después de que Jesús asegura a los discípulos que es Él y no un fantasma, Pedro camina hacia Jesús sobre el agua y es capaz de hacerlo hasta que se asusta por el viento y empieza a hundirse (Mateo 14:30). Cuando nos centramos en nuestras circunstancias en lugar de confiar en Dios, nosotros también nos sentimos abrumados por lo que vemos. Jesús es el que calma la tormenta. Jesús agarra a Pedro de la mano y suben a la barca. Al ver que la tormenta se calma cuando Jesús entra en la barca, los discípulos responden adorándole y diciendo: "Verdaderamente eres Hijo de Dios" (versículo 33). Cuando reconocemos a Jesús por quien es, la respuesta apropiada es la adoración, reconociendo a Dios en todo Su poder y gloria, y la alabanza, relatando con alegría lo que Él ha hecho.
En una ocasión anterior, los discípulos habían visto a Jesús calmar una tormenta (Mateo 8:23-27). En aquel momento, se maravillaron y preguntaron: "¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?" (Mateo 8:27). Esta vez, los discípulos saben que Jesús no es un simple hombre y exclaman: "Verdaderamente eres Hijo de Dios" (Mateo 14:33). Esta declaración revela que los discípulos habían crecido en su fe hasta darse cuenta de que Jesús es verdaderamente Dios. Sus acciones revelaron Su identidad. Solo Dios podía caminar sobre las aguas, y solo Dios podía hacer que el viento y las olas le obedecieran. Esta es la primera de muchas veces que los discípulos llaman a Jesús el Hijo de Dios (Mateo 16:16; 26:63; 27:40, 43, 54). Al llamar a Jesús "Hijo de Dios", los discípulos estaban reconociendo Su deidad; la designación Hijo de Dios era una forma de decir que Jesús tenía la misma naturaleza que Dios.
Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios. Él es Dios Todopoderoso sobre el viento y las olas y sobre las tormentas de nuestras vidas. Nuestra respuesta a Jesús debe coincidir con la de los discípulos: confiar en coincidir, alabarlo por quién es y adorarlo con nuestras vidas. Cuando nos centramos en Jesús y no en nuestras circunstancias, podemos decir: "Verdaderamente eres Hijo de Dios", tal como lo hicieron los discípulos después de que Él calmó la tormenta.
English
¿Por qué los discípulos dijeron: "Verdaderamente eres Hijo de Dios" después de que Él calmó la tormenta (Mateo 14:33)?