Pregunta
¿Qué tenían de malo los tres amigos de Job y qué tenían de bueno?
Respuesta
Los tres amigos de Job, Elifaz, Bildad y Zofar, son conocidos históricamente por ofrecer largos discursos que resultaron en su condena por parte de Dios (Job 42:7-9). En un momento dado, Job, cansado de su retórica inútil, les dijo: "Consoladores molestos sois todos vosotros". (Job 16:2). Pero, ¿se equivocaron en todo? Quizá acertaron en algunas cosas.
Los amigos de Job hicieron al menos tres cosas bien que se pueden ver en Job 2:11-13. Primero, acudieron a él cuando estaba sufriendo. Segundo, empatizaron con él: "lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y los tres esparcieron polvo sobre sus cabezas" (versículo 12). Tercero, pasaron tiempo con él. El versículo 13 afirma que estuvieron con él siete días antes de ofrecerle su consejo. Se compadecieron de su amigo en silencio.
Pero su silencio no duró para siempre, y estos tres hombres pronunciaron una serie de discursos a Job, registrados en los capítulos 4-25. Los discursos de los tres amigos de Job contienen muchos errores, principalmente sobre por qué Dios permite que la gente sufra. Su creencia general era que Job sufría porque había hecho algo malo. Como resultado, animaron repetidamente a Job a que admitiera su error y se arrepintiera para que Dios lo volviera a bendecir.
Dios condenó claramente sus consejos: "Mi ira se encendió contra ti [Elifaz] y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto" (Job 42:7). Por esta razón, siempre debemos tener cuidado con la forma en que interpretamos versículos individuales de Job. No es prudente extraer un versículo suelto del libro de Job y utilizarlo para entender a Dios; si el versículo proviene de un discurso de Elifaz, Bildad o Zofar, no tenemos ninguna garantía de que refleje fielmente el carácter de Dios. Como con cualquier versículo, debemos fijarnos en el contexto.
Aunque, al final, Job se equivocó al exagerar su justicia (Job 42:1-6), no había hecho nada para merecer su sufrimiento. Las pruebas que Job soportó no estaban relacionadas con su comportamiento. Por el contrario, Dios utilizó los sufrimientos como una prueba y como parte de Su plan soberano en la vida de Job. Después del tiempo de sufrimiento de Job, Dios lo bendijo con el doble de lo que tenía antes (Job 42:10).
Podemos aprender mucho del ejemplo de Job y sus amigos. Cuando sepamos de un amigo que está sufriendo, podemos seguir el ejemplo positivo de estos hombres yendo a ver a la persona, lamentándonos con ella y pasando tiempo juntos. Nuestra presencia física con un amigo dolido puede ser un gran consuelo en sí misma, aunque no tengamos palabras que decir.
Además, podemos obtener sabiduría de lo que hicieron mal los amigos de Job. No debemos asumir que los problemas son la señal segura del juicio de Dios (cf. Juan 9:1-3). En lugar de decirle a una persona dolida que admita su error y se arrepienta (cuando no conocemos la razón del sufrimiento), podemos unirnos y animar a un amigo a soportar fielmente, sabiendo que Dios ve nuestro dolor y tiene un propósito para él.
Cuando dirigimos nuestra atención a Dios, podemos ofrecer un gran aliento y esperanza a los necesitados, ayudando a los que sufren a ver a Dios obrando. Esta es una gran aplicación de Romanos 12:15: "Llorad con los que lloran". Cuando estamos dispuestos a entrar en el dolor de un amigo que sufre, seguimos el ejemplo de Jesús, que vino a soportar nuestro dolor y a sufrir en nuestro lugar. Nuestra ayuda a los necesitados es, en última instancia, una forma de servir a Cristo (Mateo 25:40).
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¿Qué tenían de malo los tres amigos de Job y qué tenían de bueno?