Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre la importancia de la soledad?
Respuesta
La soledad, es decir, el estado de estar solo, por lo general se considera una de las disciplinas espirituales tradicionales. Muchas veces se asocia con el silencio. La idea es estar a solas con Dios, orar, meditar en Su Palabra y simplemente disfrutar de Su presencia. Algunas personas utilizan la soledad como una forma de distanciarse de las distracciones del mundo, reconocer lo que hay en el interior de su corazón y escuchar a Dios. Estar a solas también se puede utilizar como un tiempo de descanso y refrigerio.
Sin duda, la Biblia respalda la importancia de la soledad. El Salmo 46:10 dice: "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios". Es mucho más fácil "estar quieto" en la soledad. Lamentaciones 3:25-28 dice: "Bueno es el Señor a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor. Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso".
Vemos ejemplos del pueblo de Dios practicando la soledad en la Biblia. Por ejemplo, Moisés se reunía regularmente con el Señor en el tabernáculo (Éxodo 33:7, 11). Dios habló con Elías (1 Reyes 19) y con Jacob (Génesis 32:24-32) mientras estos hombres estaban solos. El mejor ejemplo es Jesús, que "se apartaba a lugares desiertos, y oraba" (Lucas 5:16). Jesús, Dios encarnado, pasaba tiempo a solas con Su Padre. Lo vemos buscando la soledad después de realizar milagros (Marcos 1:35), en momentos de dolor (Mateo 14:13), antes de elegir a los doce apóstoles (Lucas 6:12-13), en Su angustia en Getsemaní (Lucas 22:39-44) y en otros momentos. La soledad fue una práctica constante en la vida de Jesús.
Jesús invitó a Sus discípulos a compartir tiempos de soledad (soledad en grupo) con Él. "Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. 32 Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto" (Marcos 6:31-32).
Desde el punto de vista bíblico, la soledad es una práctica valiosa. El "tiempo a solas" con Dios nos permite que Dios nos examine. Puede ser un tiempo para conocer a Dios más profundamente, un tiempo para fortalecerse, un tiempo para refrescarse, un tiempo para compartir nuestras preocupaciones más profundas con Dios, y un tiempo para simplemente estar con Aquel que nos formó y nos ama más allá de lo que podemos entender.
Otro beneficio de los tiempos regulares de soledad es que estos tiempos nos permiten volver a centrarnos en lo que es verdaderamente importante. Es bueno, de vez en cuando, "alejarse"; necesitamos pasar tiempo lejos de los demás, lejos de los teléfonos móviles, lejos de los programas de televisión, lejos de la rutina diaria. No queremos que las "preocupaciones de esta vida" ahoguen la Palabra (Marcos 4:19). Más bien, queremos pasar tiempo con Jesús y, como María de Betania, sentarnos a Sus pies para escuchar Su palabra (Lucas 10:39).
La práctica de la soledad, al igual que otras prácticas religiosas, se puede llevar a un extremo poco saludable. La soledad no es un lugar para vivir. No debemos ser ermitaños ni enclaustrarnos lejos de la sociedad. Sin embargo, para disfrutar plenamente de nuestra relación con Dios y participar plenamente en la comunión entre los creyentes, debemos tener momentos en los que nos relacionamos con Dios de forma individual.
El viejo himno de Helen Lemmel lo dice bien: "Vuelve tus ojos a Jesús, / mira intensamente Su maravilloso rostro, / y las cosas de la tierra se oscurecerán extrañamente, / a la luz de Su gloria y gracia".
English
¿Qué dice la Biblia sobre la importancia de la soledad?