Pregunta
Soy católico, ¿por qué debería convertirme al cristianismo?
Respuesta
Primero, por favor comprende que no intentamos ofenderte en la redacción de esta pregunta. Verdaderamente recibimos preguntas de católicos, tales como; “¿Cuál es la diferencia entre Cristiano católico?” En conversaciones cara a cara con católicos, literalmente hemos escuchado, “Yo no soy cristiano, soy católico” Para muchos católicos, el término “cristiano” y “protestante” son sinónimos. Con todo lo expuesto, el intento de este artículo es que los católicos estudien lo que dice la Biblia acerca de ser un cristiano, y quizás consideren que la fe católica no es la mejor representación de lo que describe la Biblia. Como un antecedente, favor de leer nuestro artículo de “¿Qué es un cristiano?”
En primer lugar, no queremos ofender a nadie con esta pregunta. Recibimos genuinamente preguntas, de parte de los católicos, del tipo de: "¿Cuál es la diferencia entre católicos y cristianos?". En conversaciones frente a frente con católicos, hemos escuchado literalmente: "Yo no soy cristiano, soy católico". Para muchos católicos, los términos "cristiano" y "protestante" son sinónimos. Con todo esto aclarado, la intención de este artículo es que los católicos estudien lo que la Biblia dice sobre ser cristiano, y que quizás consideren que la fe católica no es la mejor representación de lo que la Biblia describe. A modo de información general, te invitamos a leer nuestro artículo sobre "¿Qué es un cristiano?".
Una diferencia clave entre católicos y cristianos es la perspectiva de la Biblia. Los católicos consideran que la Biblia tiene la misma autoridad que la iglesia y la tradición. Los cristianos ven la Biblia como la autoridad suprema para la fe y la práctica. La pregunta es: ¿cómo es que se presenta la Biblia? 2 Timoteo 3:16-17 nos dice: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra". La Escritura, por sí misma, es suficiente para que el cristiano esté completamente equipado para toda buena obra. Este texto nos dice que la Escritura no es "sólo el principio", o "sólo lo básico", o el "fundamento para una más completa tradición eclesial". Por el contrario, la Escritura es perfecta y enteramente suficiente para todo en la vida cristiana. La Escritura puede enseñarnos, reprendernos, corregirnos, formarnos y equiparnos. Los cristianos bíblicos no niegan el valor de la tradición de la iglesia. Más bien, los cristianos sostienen que para que una tradición eclesiástica sea válida, tiene que estar fundamentada en la clara enseñanza de la Escritura, y tiene que estar en total armonía con la Escritura. Amigo católico, estudia la Palabra de Dios por ti mismo. En la Palabra de Dios encontrarás la descripción y la intención de Dios para Su Iglesia. 2 Timoteo 2:15 dice: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad".
Una segunda diferencia importante entre los católicos y los "cristianos bíblicos" es la forma de entender cómo podemos acercarnos a Dios. Los católicos tienden a acercarse a Dios a través de intermediarios, como María o los santos. Los cristianos se acercan a Dios directamente, sin ofrecer oraciones a nadie más que a Dios mismo. La Biblia afirma que nosotros mismos podemos acercarnos con confianza al trono de la gracia de Dios (Hebreos 4:16). La Biblia deja perfectamente claro que Dios desea que oremos a Él, que tengamos comunicación con Él, que le pidamos las cosas que necesitamos (Filipenses 4:6; Mateo 7:7-8; 1 Juan 5:14-15). No hay necesidad de mediadores o intermediarios, ya que Cristo es nuestro único mediador (1 Timoteo 2:5), y tanto Cristo como el Espíritu Santo ya interceden por nosotros (Romanos 8:26-27; Hebreos 7:25). Amigo católico, Dios te ama entrañablemente y te ha abierto una puerta de comunicación directa a través de Jesús.
La diferencia más determinante entre los católicos y los "cristianos bíblicos" radica en el tema de la salvación. Los católicos ven la salvación casi enteramente como un proceso, mientras que los cristianos ven la salvación tanto como una condición terminada como un proceso. Los católicos se ven a sí mismos como "siendo salvos", mientras que los cristianos se ven a sí mismos como "habiendo sido salvos". 1 Corintios 1:2 nos dice, "...a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos...". Las palabras "santificados" y "santos" provienen de la misma raíz griega. Este versículo declara que los cristianos son tanto santificados como llamados a ser santificados. La Biblia presenta la salvación como un don que se recibe en el momento en que una persona deposita su fe en Jesucristo como Salvador (Juan 3:16). Cuando una persona recibe a Cristo como Salvador, está justificada (declarada justa - Romanos 5:9), redimida (rescatada de la esclavitud del pecado - 1 Pedro 1:18), reconciliada (logra la paz con Dios - Romanos 5:1), santificada (apartada para los propósitos de Dios - 1 Corintios 6:11), y nace de nuevo como una nueva creación (1 Pedro 1:23; 2 Corintios 5:17). Cada uno de estos son hechos consumados que se reciben plenamente en el momento de la salvación. A partir de entonces, a los cristianos se les pide que vivan, prácticamente (para ser santos), algo que ya es verdad, posicionalmente (santificados).
El punto de vista católico es que la salvación se recibe por la fe, pero después hay que "mantenerla" mediante las buenas obras y la participación en los Sacramentos. Los cristianos bíblicos no niegan la importancia de las buenas obras o que Cristo nos llama a cumplir las ordenanzas en memoria de Él y en obediencia a Él. La diferencia es que los cristianos ven estas cosas como el resultado de la salvación, no un requisito para la salvación, o un medio para mantener la salvación. La salvación es una obra consumada, que fue comprada por el sacrificio expiatorio de Jesucristo (1 Juan 2:2). Dios nos ofrece la salvación y la seguridad de la salvación porque el sacrificio de Jesús fue plena, completa y perfectamente suficiente. Si recibimos el precioso don de la salvación de Dios, podemos saber que somos salvos. 1 Juan 5:13 afirma: "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna".
Podemos saber que tenemos vida eterna y podemos tener la seguridad de nuestra salvación a causa de la grandeza del sacrificio de Cristo. Ya no es necesario volver a ofrecer o presentar el sacrificio de Cristo. Hebreos 7:27 dice: "porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo". Hebreos 10:10 declara: "...somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre". 1 Pedro 3:18 dice: "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios...". El sacrificio único de Cristo fue absoluta y perfectamente suficiente. Jesús declaró en la cruz: "Consumado es" (Juan 19:30). El sacrificio expiatorio de Jesús fue el pago completo por todos nuestros pecados (1 Juan 2:2). Por consiguiente, todos nuestros pecados son perdonados y recibimos la promesa de la vida eterna en el Cielo en el momento en que recibimos el regalo que Dios nos ofrece: la salvación por medio de Jesucristo (Juan 3:16).
Amigo católico, ¿deseas esta "salvación tan grande" (Hebreos 2:3)? Si es así, lo único que debes hacer es recibirla (Juan 1:12), mediante la fe (Romanos 5:1). Dios nos ama y nos ofrece la salvación como un don (Juan 3:16). Si recibimos Su gracia, por la fe, tenemos la salvación como posesión eterna (Efesios 2:8-9). Una vez que somos salvos, nada puede separarnos de Su amor (Romanos 8:38-39). Nada puede apartarnos de Su mano (Juan 10:28-29). Si deseas esta salvación, si deseas que todos tus pecados sean perdonados, si deseas tener la seguridad de la salvación, si deseas tener acceso directo al Dios que te ama - recíbela y es tuya. Esta es la salvación por la que Jesús murió y que Dios ofrece como un regalo.
Si por fe has recibido a Jesucristo como Salvador, gracias a lo que has leído hoy aquí, por favor, háznoslo saber haciendo clic en el siguiente botón "Hoy he aceptado a Cristo". ¡Bienvenido a la familia de Dios! Bienvenido, amigo católico, a la vida cristiana.
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Soy católico, ¿por qué debería convertirme al cristianismo?