Pregunta
¿La egiptología confirma o niega el registro bíblico?
Respuesta
Desde el principio debemos advertir que utilizar cualquier ciencia, incluyendo la egiptología, para "confirmar" o "negar" el registro bíblico puede ser peligroso. Si el estado actual de cualquier ciencia parece confirmar el registro y lo celebramos, ¿cómo debemos responder cuando el consenso actual de esa ciencia cambia y parece negar el registro bíblico? Debemos admitir primero que el entendimiento humano siempre es parcial y el estado de la ciencia siempre está en flujo.
Si la arqueología (y específicamente la egiptología) parece confirmar el registro bíblico, los incrédulos pueden conceder que ciertos detalles parecen ser confirmados, pero la historia completa de José, Moisés, las plagas y el Éxodo están lejos de ser confirmados, sin mencionar el carácter y poder del Dios de Israel. Por otro lado, si la evidencia actual de la arqueología parece negar el registro bíblico, los creyentes pueden tomar consuelo en el hecho de que, cuando se encuentre más evidencia, probablemente confirmará el registro bíblico. Además, la falta de evidencia para algo no es evidencia en contra. El registro histórico y arqueológico es tan antiguo e incompleto que no sería sorprendente perder cientos de años de lo que sucedió en cualquier civilización.
Lo que complica aún más el asunto es el hecho de que los arqueólogos a menudo tienen su propia agenda. Los incrédulos pueden tener un interés especial en asegurarse de que sus hallazgos no corroboran la Biblia, y por lo tanto sus conclusiones pueden estar sesgadas. Del mismo modo, los cristianos no están inmunes a dejar que sus presuposiciones tomen el control. Si un arqueólogo cristiano ya está convencido de cuál es la verdad, podría ser fácil para él sesgar inconscientemente la evidencia.
La posición más segura para el creyente es tener confianza en que la Escritura es verdadera independientemente del estado actual de la evidencia. Desde este punto de vista de confianza, el cristiano puede tener una evaluación desapasionada del estado actual de la evidencia científica en cualquier campo.
Actualmente, las autoridades reconocidas en el campo de la egiptología aceptan una cronología egipcia que simplemente no encaja con la cronología bíblica comunmente aceptada. La cronología popular actual haría que las pirámides fueran más antiguas que el diluvio de Noé, y es muy poco probable que hayan soportado una catástrofe de tal magnitud. Por lo tanto, las pirámides son vistas como evidencia de que el diluvio no ocurrió. Del mismo modo, basándose en la cronología aceptada, no hay evidencia de un éxodo masivo de hebreos durante el tiempo que debería haber ocurrido ni evidencia de un gobernante llamado José o Moisés. Esto se ve como evidencia adicional de que los eventos registrados en las Escrituras simplemente no sucedieron.
Hay varias posibilidades que deben ser consideradas:
1. La cronología egipcia comúnmente aceptada puede estar equivocada. Hay bastantes eruditos que dudan de la precisión de la línea de tiempo y han publicado artículos sobre ella.
2. La cronología bíblica comúnmente aceptada puede estar equivocada. Es posible que los estudiosos bíblicos hayan malinterpretado las genealogías y otras partes del registro bíblico al asignar una fecha al Éxodo y al diluvio de Noé. Muchos estudiosos bíblicos piensan que las cronologías comúnmente aceptadas están todas mal y que el diluvio puede haber ocurrido mucho antes y que la fecha comúnmente aceptada para el Éxodo también puede estar equivocada.
3. Si una o ambas de estas cronologías están equivocadas, es posible que estemos buscando corroboración bíblica en el lugar equivocado. La datación egipcia tradicional situaría el Éxodo en la 18ª o 19ª dinastía, donde no hay evidencia de que tuviera lugar. Sin embargo, hay un número de similitudes y corroboraciones encontradas en el período de las dinastías 12ª y 13ª.
4. Hay más para descubrir y quién sabe qué evidencia todavía puede ser encontrada. Hemos conocido el Valle de los Reyes (el lugar de la tumba del rey Tut) durante más de cien años, pero se han descubierto nuevas cámaras en el siglo 21.
5. Es posible que nunca se encuentre evidencia arqueológica de los eventos bíblicos. De hecho, no tenemos evidencia de la gran mayoría de los eventos en el pasado antiguo.
Necesitamos estudiosos cuidadosos que puedan ir a donde la evidencia los lleve sin tener que forzar conclusiones para encajar en nociones preconcebidas, ya sean favorables o desfavorables a nuestra comprensión de la Biblia. Sabemos que la verdad prevalecerá al final y que la verdad puede resistir el escrutinio más hostil.
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