Pregunta
¿Tiene Jesús un cuerpo físico en el cielo?
Respuesta
La resurrección física y corporal de Jesús es fundamental para la doctrina cristiana y para nuestra esperanza en el cielo. Puesto que Jesús resucitó de entre los muertos con un cuerpo físico, cada cristiano tiene la garantía de su propia resurrección corporal (Juan 5:21, 28; Romanos 8:23). Ahora Jesús está en el cielo, y es representado sentado en un lugar de autoridad, a la derecha de Dios (1 Pedro 3:22). Pero ¿es el cuerpo de Jesús en el cielo lo mismo que Su cuerpo en la tierra?
La Biblia deja claro que el cuerpo de Jesús fue resucitado. La tumba estaba vacía. Fue reconocido por los que le conocían. Jesús se mostró a todos Sus discípulos después de Su resurrección, y más de quinientas personas fueron testigos oculares de Su presencia en la tierra después de la resurrección (1 Corintios 15:4-6). En Lucas 24:16, en el camino a Emaús, a dos de los discípulos de Jesús "se les impidió reconocer [a Jesús]". Sin embargo, más tarde, "les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron" (versículo 31). No es que Jesús fuera irreconocible; es que, durante un tiempo, los discípulos estaban sobrenaturalmente impedidos de reconocerlo.
Luego, en el mismo capítulo de Lucas, Cristo deja claro a Sus discípulos que tiene un cuerpo físico; no es un espíritu incorpóreo: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo" (Lucas 24:39). Después de pasar cuarenta días con Sus discípulos, Jesús ascendió en cuerpo y alma al cielo (Hechos 1:9). Jesús sigue siendo humano, y tiene un cuerpo humano en el cielo ahora mismo. Sin embargo, Su cuerpo es diferente; la carne humana terrenal es perecedera, pero los cuerpos celestiales son eternos (1 Corintios 15:50). Jesús tiene un cuerpo físico, con una diferencia. Su cuerpo resucitado está diseñado para la eternidad.
Primera de Corintios 15:35-49 describe cómo será el cuerpo del creyente en el cielo. Nuestros cuerpos celestiales se diferenciarán de los terrenales con respecto a la naturaleza, el esplendor, el poder y la longevidad. El apóstol Pablo también afirma que el cuerpo del creyente será una imagen del cuerpo de Cristo (versículo 49). Pablo vuelve a tratar este tema en 2 Corintios, donde compara los cuerpos terrenales con tabernáculos y los celestiales con las moradas celestiales (2 Corintios 5:1-2). Pablo dice que, una vez que las moradas terrenales se deshagan, los cristianos no quedarán "desnudos", es decir, sin un cuerpo donde vivir (2 Corintios 5:3). Cuando nos pongamos el nuevo cuerpo, pasaremos de la mortalidad a la inmortalidad (2 Corintios 5:4).
Por lo tanto, sabemos que el cristiano tendrá un cuerpo celestial como el "cuerpo glorioso" de Jesús (Filipenses 3:21). En Su encarnación Jesús tomó forma humana, y en Su resurrección Su cuerpo fue glorificado, aunque conservó las cicatrices (Juan 20:27). Él será por siempre el Hombre-Dios, sacrificado por nosotros. Cristo, el Creador del universo, estará por siempre a nuestro nivel, y lo conoceremos en el cielo en una forma tangible que podremos ver, oír y tocar (Apocalipsis 21:3-4; 22:4).
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¿Tiene Jesús un cuerpo físico en el cielo?
