Pregunta
¿Es María la co-redentora / mediadora?
Respuesta
Algunos católicos ven a María como una co-redentora o mediadora que juega un papel clave en la salvación de la humanidad. (El sufijo -trix en latín es un sufijo femenino, por lo que una redentora es una redentora femenina, y mediadora es una mediadora femenina.) Dentro del catolicismo, existe un movimiento para definir un nuevo dogma mariano en el que los católicos, como cuestión de fe, estarían obligados a aceptar estas tres doctrinas: (1) María participa en la redención con Jesucristo, (2) la gracia es otorgada por Jesús solo a través de la intercesión de María, y (3) todas las oraciones de los fieles deben fluir a través de María, quien las lleva a la atención de su Hijo. Este movimiento redefiniría, en la práctica, a la Trinidad como una especie de Cuarteto.
La creencia en María como co-redentora sería además de la enseñanza católica actual sobre María, que afirma que María fue una virgen perpetuamente, que nunca tuvo relaciones sexuales con su marido, José; que nunca tuvo hijos aparte de Jesús; y que ella era sin pecado y ascendió al cielo. Estas enseñanzas son más que no bíblicas; la Escritura las refuta directamente.
La idea de que María es una co-redentora o mediadora contradice 1 Timoteo 2:5, que dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” Jesús es el Mediador. No hay mediador entre el hombre y Jesús. Jesús mismo habita en los creyentes; por lo tanto, ninguno es necesario (Colosenses 1:27).
Jesús es el único y perfecto Mediador entre el hombre y Dios porque Él es el Hijo de Dios, sin pecado. María no era sin pecado. No hay Escritura alguna que respalde la afirmación de la sinpecaminosidad de María o su asunción al cielo. Este dogma fue aceptado como resultado de la proclamación papal. En los relatos bíblicos, María se muestra como una joven humilde y sumisa, fiel a Dios, comprendiendo las implicancias de lo que está a punto de sucederle, y rezando alabanzas y doxologías (Lucas 1:46–55). De hecho, en su Magníficat, María dice: “Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.” (versículo 47). La clara implicación de que María llama a Dios su “Salvador” es que reconoce su necesidad de salvación. Al igual que todos nosotros, María necesitaba un Salvador, un Redentor.
Jesús mismo indicó que María no tiene un lugar especial en relación con la redención o mediación. En Mateo 12:47-50, María y sus otros hijos intentaban ver a Jesús mientras enseñaba. “Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre".
Más tarde, al pie de la cruz, María es una madre afligida. Ella no sufrió por la humanidad en su conjunto; claramente sufrió su propio dolor y luto. Ella es una de las personas que recibe la salvación de Jesús, no una contribuyente a su obra. Está angustiada y debe ser cuidada por el apóstol Juan.
Después de la muerte y resurrección de Jesús, María fue parte de la comunidad de creyentes que continuaban en oración y súplica antes de Pentecostés (Hechos 1:14). María es "bendita entre las mujeres" (Lucas 1:42) porque ella fue la madre del Mesías. Pero ella no es divina y no puede ser vista como parte de la Trinidad. Ella no nos redimió del pecado y no puede ser parte del proceso redentor.
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¿Es María la co-redentora / mediadora?
