Pregunta
¿Qué es la Preservación Plenaria Verbal?
Respuesta
La "Preservación Plenaria Verbal" es un argumento de la crítica textual, que es el estudio de copias antiguas de manuscritos originales con el fin de determinar el significado que pretendía el autor. En última instancia, la crítica textual bíblica trata de determinar qué decían realmente los autógrafos originales, divinamente inspirados. Para averiguar qué traducción de la Biblia se acerca más al original, debemos considerar los textos a partir de los cuales se hizo la traducción.
La Preservación Plenaria Verbal (VPP - por sus siglas en inglés) es un argumento promovido por algunos (normalmente los defensores de la "versión Reina Valera") en apoyo de la opinión de que el Textus Receptus, o TR, es el único texto del Nuevo Testamento que está divinamente inspirado y divinamente preservado. La Preservación Plenaria Verbal, de ser cierta, requeriría que generación tras generación de copias manuscritas se produjeran sin error de ningún tipo a partir de los autógrafos originales del siglo I, produciendo los manuscritos posteriores conocidos como el "Texto Mayoritario", a partir del cual se creó el TR. Al hacerlo, los defensores de la VPP vinculan incorrectamente la doctrina de la inerrancia con la inspiración y la "conservación providencial". Su conclusión es que el Textus Receptus y el Texto Mayoritario (TM) del que procede el TR no solo son réplicas fieles, inerrantes e idénticas de los autógrafos originales, sino que todos los demás manuscritos del Nuevo Testamento de cualquier lugar, lengua o época no están inspirados por Dios y, por tanto, no son dignos de ser utilizados.
El problema de fondo de la doctrina de la VPP es su falsa suposición de que la inspiración divina de las Escrituras en un momento concreto de la historia humana exige también la preservación divina de cada jota y tilde que haya escrito cualquiera que haya intentado hacer el trabajo de un escriba. Además, los defensores de la VPP insisten en que el Texto Mayoritario es el que se ha conservado en virtud del número de manuscritos existentes -la mayoría manda- y de su accesibilidad pública. Esta idea es contraria al propio testimonio de la Biblia, a las pruebas históricas, a lo que constituye una verdadera "mayoría" y a la fuerza de la razón simple.
El Textus Receptus es una compilación/traducción realizada por Erasmo a partir de manuscritos que datan en su mayoría de los años 900 a 1100 d.C.. Estos manuscritos se denominan Texto Mayoritario (también llamado Texto Bizantino). Sin embargo, el nombre de "Mayoría" es un término erróneo. Erasmo podría haber utilizado manuscritos procedentes de numerosos lugares geográficos para evitar cualquier desviación en la interpretación textual inherente a una geografía, un grupo étnico o una tradición de escribas específicos. También podría haber consultado manuscritos de distintas épocas para identificar imprecisiones de los escribas, o haber tenido en cuenta los manuscritos latinos disponibles, ¡que superaban en número a los griegos en una proporción de dos a uno! En vez de eso, Erasmo no hizo uso de ninguna de estas variables y utilizó un grupo muy reducido de textos.
¿Mayoría de qué? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Como suele ocurrir con los documentos históricos, cuanto más antiguo es algo, menos ejemplos suelen sobrevivir. Al mismo tiempo, generalmente se cree que las copias más antiguas son las más exactas. Se piensa que una copia de quinta generación (escrita cuatrocientos años después del autógrafo original) es probablemente más exacta que una copia de duodécima generación escrita mil cuatrocientos años después del original. Los defensores de la TR/MT quieren hacernos creer exactamente lo contrario. Sin embargo, los Rollos del Mar Muerto, que preceden al TM en cientos de años, corroboran la exactitud de los textos anteriores no mayoritarios. El hecho es que el TM no es más que una selección de textos de una zona y una época concretas en una sola lengua.
Desconocemos la justificación de Erasmo para elegir determinados manuscritos y descartar otros. Es posible que Erasmo utilizara una muestra reducida de textos para minimizar las lecturas variantes. Pero incluso al reducir las fuentes textuales, no surgió ningún consenso. Los textos de Erasmo no pueden considerarse mayoritarios en ningún sentido real. Estudios recientes han descubierto que hay entre seis y diez variantes de cada versículo en los textos elegidos por Erasmo.
Además, hay casi 2.000 lugares en los que el TR de Erasmo difiere del MT, y numerosas versiones del TR nunca se han encontrado en ningún manuscrito griego de ninguna época. Recientemente, se han encontrado 52 variantes en solo dos versículos del TM. En tales casos, ¿cómo pueden determinar los defensores del TM lo que constituye una mayoría en el texto? Cualquier certeza sobre la exactitud de la traducción del texto original al TR es lógica y matemáticamente imposible. Peor aún es la opinión inherente de que la mayoría equivale a la certeza de la inspiración. Así pues, aunque el TM fuera el único manuscrito del mundo, miles de versículos del TR no solo carecen de mayoría, sino incluso de un solo duplicado.
La doctrina de la VPP pone la revelación divinamente inspirada de Dios a merced del reconocimiento por el hombre de las interpretaciones mayoritarias emergentes (entre docenas a elegir), colocando así a Dios en la necesidad de la omnisciencia humana para preservar la pureza textual y doctrinal. Con docenas de variaciones de un versículo a otro, Erasmo tendría que estar inspirado por Dios para acertar siquiera en la mitad del Nuevo Testamento. Está claro que Dios no sometería Su mensaje divino a un proceso tan defectuoso, produciendo solo una copia inspirada.
Aun admitiendo que Dios pudiera haberlo hecho, cuando observamos las pruebas físicas del propio trabajo de Erasmo, vemos resultados defectuosos que no pueden atribuirse a Dios. En un apresurado esfuerzo por publicar su obra, Erasmo cometió cientos de errores de traducción en su primera publicación y en las siguientes. Se publicaron varias ediciones de su TR a medida que Erasmo descubría más y más errores tras cada impresión. Además, las ediciones contenían cientos de errores tipográficos y mecánicos. Así que, de nuevo, el defensor del TR/TM no puede decir que el TM es creíble y se conserva sin errores basándose en su "mayoría". Dejando a un lado todos los errores, todavía tenemos que determinar qué publicación del TR fue la inspirada y, por coherencia teológica, cómo constituye una mayoría entre las demás versiones del TR.
Pruebas históricas
Todos los escritos antiguos (tanto profanos como religiosos) indican que el Texto Bizantino que constituye el "Texto Mayoritario" no existía al menos en los tres primeros siglos después de Cristo. Manuscritos antiguos como el Codex Sinicatus (con diferencia, el primer texto completo del NT jamás descubierto), el Texto Alejandrino, los primeros manuscritos latinos y los Rollos del Mar Muerto son anteriores al TM y apoyan las interpretaciones de las traducciones modernas. Además, los manuscritos no TM contienen todo el Nuevo Testamento, mientras que el grupo de manuscritos que componen el TM carece por completo de algunas partes del NT. Sin embargo, ¿los defensores del TR/TM afirman que el TR/TM es el único grupo de manuscritos "conservado providencialmente" por Dios?
¿Quién fue inspirado?
Los defensores del TR suelen creer que el TM fue inspirado y conservado divinamente. Sin embargo, el TM no contenía todo el Nuevo Testamento. Así que, en algunos lugares, Erasmo se vio obligado a retrotraducir su propio texto griego a partir de manuscritos latinos existentes (que no formaban parte del TM) que, a su vez, eran traducciones de otros manuscritos griegos. En otros lugares, el Texto Mayoritario tenía tantas variantes de un versículo, dado que Erasmo no podía determinar qué lectura utilizar, así que inventó la suya propia. Los partidarios de la VPP, si reconocen estos hechos, se ven obligados a concluir o bien que el Textus Receptus no se conservó divinamente (como ellos lo definen) o bien que la inspiración divina de las Escrituras continuó durante otros 1.500 años después de la resurrección de Cristo. Esto situaría a Erasmo en la categoría de autores bíblicos inspirados con Pedro, Pablo y Juan.
La publicación inicial de la TR fue posiblemente su edición más accesible al público, aunque era la que contenía más errores. Se publicaron versiones actualizadas en 1516, 1519, 1522, 1527 y 1535. De hecho, la edición real que se convirtió en el "Textus Receptus", tal y como lo conocemos, fue la tercera revisión de Robert Estienne de la cuarta edición de Erasmo; y esta no se imprimió hasta 1550.
Testimonio bíblico y acceso público
En 2 Reyes 22 vemos que hubo un tiempo en que Dios había conservado soberanamente un solo ejemplar del Antiguo Testamento. Además, vemos a lo largo de la Biblia que Dios actúa a menudo a través del remanente, y que la "mayoría" se equivoca sistemáticamente. La mayoría de los defensores del TR/TM defienden la virtud de la regla de la mayoría, afirmando que la accesibilidad pública es una prueba de la preservación providencial de Dios. Sin embargo, los manuscritos griegos que componen el TM no eran accesibles a las personas que no hablaban griego, ni tampoco a la inmensa mayoría de los cristianos de habla griega fuera de la geografía de la que procedía el TM. Los que no tuvieron acceso al TM (a lo largo de todas las épocas de la historia cristiana) superan ampliamente en número a los cristianos de habla griega que sí tuvieron acceso. Además, el TM solo ha sido accesible al público en sentido general desde principios de la década de 1980.
Pruebas bíblicas e históricas
Pocos estudiosos del Antiguo Testamento afirmarían que existen manuscritos hebreos sin errores. Se ha comprobado que todos los manuscritos existentes del Antiguo Testamento (aproximadamente 10.000) contienen errores (la mayoría de ellos errores de escritura). Estos errores suponen mucho menos del 1% del texto y no tienen importancia doctrinal; los "errores" suelen ser nombres mal escritos. Además de estos "errores", los manuscritos hebreos contienen miles de variantes de traducción de pasajes, versículos, frases o palabras. Irónicamente, debido a las tradiciones de los escribas que exigían la destrucción de cualquier rollo que contuviera un solo error, los manuscritos que se han descubierto son de una calidad muy superior, incluso a los mejores manuscritos del TM. Sin embargo, también son imperfectos y presentan variaciones de un manuscrito a otro. Por tanto, la mera existencia de los manuscritos imperfectos parece refutar la VPP.
Así pues, si la inspiración equivale a inerrancia y preservación divina, entonces 1) Dios fue descuidado o incapaz de preservar el AT; 2) no tuvo interés en preservarlo, y la preservación de las Escrituras solo se ha producido gracias al poder de la humanidad; o 3) Dios preservó el NT utilizando la VPP, pero no lo hizo con el AT (que constituye aproximadamente el 80% de la Biblia). Evidentemente, ninguna de estas conclusiones es exacta ni razonable.
La contundencia de la razón evidente
¿Puede algún defensor informado de la Preservación Plenaria Verbal afirmar razonablemente que el TM representa los mejores esfuerzos de Dios por proporcionar una colección inerrante, divinamente inspirada y providencialmente preservada de las Sagradas Escrituras, cuando es fácilmente demostrable que todos los manuscritos existentes del TM no solo tienen errores, sino que están incompletos?
Si la doctrina de la Preservación Plenaria Verbal fuera cierta, entonces, presumiblemente, los textos supervivientes más antiguos también habrían sido preservados divinamente, haciendo que el TM fuera posible pero completamente inconsecuente. El TM sería entonces una variante de textos anteriores y tendría que considerarse una versión errónea y una prueba de que la VPP es falsa. Así pues, los defensores de la VPP se ven obligados a concluir que la VPP solo se aplica a la TM/TR, sin ninguna razón histórica, bíblica o lógica para tal afirmación.
Irónicamente, la Iglesia primitiva no tenía ninguna doctrina de conservación. De hecho, hasta el siglo XVII no se enunció en un credo ninguna doctrina de conservación en ninguna de sus formas. Esto es significativo porque la doctrina era aparentemente inexistente durante la creación de los manuscritos más antiguos anteriores al TM, durante el periodo del TM e incluso mucho después de la creación del TR por Erasmo.
La conclusión más sencilla y razonable respecto a la Preservación Plenaria Verbal es la siguiente: Dios inspiró los autógrafos originales y ha protegido soberanamente Su Palabra mediante la conservación de miles de manuscritos con miles de ligeras variaciones, de las que podría decirse que ninguna es doctrinalmente significativa. Tomadas en su conjunto, estas variaciones no niegan el mensaje de Dios ni Su preservación de ese mensaje. Dios ha garantizado la pureza y la conservación de Su Palabra mediante miles de manuscritos supervivientes repartidos a lo largo de miles de años y kilómetros. Estos manuscritos muestran el cuidado supervisor de Dios mediante el uso de hombres imperfectos, de modo que las Biblias que tenemos hoy pueden llamarse verdaderamente la Palabra de Dios.
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