Pregunta
¿Cuál debe ser la opinión de un cristiano sobre la decisión Roe contra Wade?
Respuesta
El 22 de enero de 1973, en una decisión conocida como Roe contra Wade, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó que una mujer tenía el derecho constitucional a abortar a su bebé. La sentencia legalizó efectivamente el aborto en todo el país. El Tribunal consideró que el derecho a la privacidad era "lo suficientemente amplio como para abarcar" el derecho al aborto.
El caso se tituló Roe contra Wade por las partes implicadas. Norma McCorvey había solicitado un aborto en el condado de Dallas, Texas, pero Henry Wade, fiscal del distrito en aquel momento, se lo denegó. En el proceso judicial subsiguiente, que llegó hasta el Tribunal Supremo de EE.UU., Norma McCorvey figuró anónimamente como Jane Roe; así, la histórica batalla pasó a conocerse como Roe contra Wade.
El Tribunal falló a favor de McCorvey y abrió así la puerta a la legalización del aborto en todo el país. Roe v. Wade consideraba el embarazo dividido en trimestres: en el primer trimestre, se negaba a los estados el derecho a prohibir o regular el aborto en modo alguno. En el segundo trimestre, los estados podían promulgar alguna regulación, aunque tenían que permitir los abortos destinados a proteger la "salud" materna. En el tercer trimestre, un estado podía teóricamente prohibir el aborto, pero las leyes debían permitir excepciones para preservar la vida y la "salud" de la mujer que solicitara el aborto. Emitido el mismo día, otro caso, Doe contra Bolton, definió la salud como "todos los factores" que afectan a la mujer, incluidos "los físicos, emocionales, psicológicos, familiares y la edad de la mujer". Esa definición permitía efectivamente todos los abortos por cualquier motivo
La decisión del Tribunal Supremo a favor de McCorvey fue alabada por los grupos proabortistas como una victoria de los derechos reproductivos de la mujer. Una estimación del número de abortos legales desde la sentencia Roe contra Wade es de más de 63 millones (www.lifenews.com/2022/01/07/63459781-babies-have-been-killed-in-abortions-since-roe-v-wade-in-1973, consultado el 27/6/22). Cada uno de esos abortos fue el asesinato de una vida humana inocente
Roe contra Wade fue realmente una gran victoria: para la inmoralidad sexual, para el egoísmo y para los que desean insensibilizar a EE.UU. a una cultura de muerte. La mayoría de los cristianos vieron la decisión de Roe contra Wade con tristeza e indignación. Los grupos provida cristianos y católicos trabajaron durante años para anular Roe contra Wade y reducir el número de abortos, ayudando a las mujeres en crisis de embarazo, participando en el discurso público y apoyando la legislación provida.
La buena noticia es que, con la decisión del Tribunal Supremo en el caso Dobbs contra Jackson Women's Health, Roe contra Wade ha sido anulado. Para ser claros, la sentencia Dobbs no prohíbe el aborto, sino que deja la cuestión en manos de cada estado. En su decisión del 24 de junio de 2022, el Tribunal Supremo de EE.UU. hizo básicamente dos cosas: negó que exista un derecho constitucional al aborto (es decir, la Constitución no menciona el aborto como un derecho) y dejó la cuestión en manos de los estados para que la regularan. Al hacerlo, el Tribunal anuló explícitamente el caso Roe contra Wade y otro caso, Casey contra Planned Parenthood (1992).
La Biblia proporciona un código moral sobre el que construir un marco de leyes, jurisprudencia y acción ejecutiva. Ese código moral se encuentra más fácilmente en los Diez Mandamientos (Éxodo 20:1-17). El sexto de esos mandamientos, "No matarás", es el que está más directamente relacionado con la cuestión del aborto. Las leyes que declaran ilegal el aborto se ajustan al código moral de la Biblia en el sentido de que prohíben matar una vida humana inocente. Roe contra Wade, que legalizó el asesinato de una vida inocente, entraba en conflicto con el código moral de la Biblia.
Es bueno que las leyes de un país reflejen la moral bíblica: "Bienaventurada la nación cuyo Dios es el Señor" (Salmo 33:12, NBLA). Ahora que se ha anulado el caso Roe contra Wade, corresponde a los estados aprobar leyes que protejan a los niños antes de nacer y honren los principios bíblicos.
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