Pregunta
¿Qué significa que Dios es el Señor de la mies (Mateo 9:38)?
Respuesta
En Mateo 9:35-38, Jesús viaja por Galilea, enseñando las buenas nuevas del reino de Dios y preparando a Sus discípulos para continuar Su ministerio. Mira a las multitudes en su estado de confusión y vulnerabilidad y se llena de compasión. Como las necesidades espirituales eran tan grandes, Jesús pide a Sus discípulos que oren por más trabajadores para evangelizar el mundo: "A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies" (Mateo 9:37-38).
La mies es una metáfora bíblica familiar relacionada con el reino de Dios (Isaías 27:12; Joel 3:13; Amós 9:13; Mateo 7:16-19; 9:37; 13:24-30; Lucas 10:2; Apocalipsis 14:14-16). Las personas perdidas y heridas que Jesús ve y que nosotros vemos a nuestro alrededor son como frutas maduras, listas para ser arrancadas y recogidas en el reino de Dios.
Dios es el Señor de la mies significa que Dios es el que controla los tiempos y las estaciones de la cosecha (Jeremías 5:24; Amós 4:7). La siega de las almas es obra de Dios, no del hombre (Colosenses 2:13). La salvación—la aceptación en el reino de Dios—es un don de Dios, a través de la gracia que Él derrama sobre nosotros (Efesios 2:8-9). Dios nos elige (Juan 6:44; Romanos 8:28-30; 9:15; Efesios 1:4-5), nos regenera (Tito 3:3-6), nos da la fe para creer en Jesucristo (Romanos 12:3; Filipenses 3:9) y nos sella con el Espíritu Santo prometido (Efesios 1:13; 2 Corintios 1:21-22).
Dios es el Señor de la mies, lo que significa que el éxito de la mies depende de Él (Salmo 107:37-38). No es por la fuerza o la sabiduría humana que las almas perdidas son reunidas en el reino de Dios, sino por Su Espíritu que obra en los corazones de las personas para completar la mies.
La parábola del sembrador de Jesús (Mateo 13:3-9; Marcos 4:2-9; Lucas 8:4-8) muestra que Dios prepara los corazones humanos para recibirlo. Los corazones de muchas personas son como tierra pisoteada, pedregosa o espinosa en la que la Palabra de Dios no puede echar raíces (ver Mateo 13:18-22; Marcos 4:13-19; y Lucas 8:11-14). Pero algunas personas tienen corazones labrados por el Señor de la mies en tierra buena y fértil, lista para recibir la Palabra de Dios. Cuando la escuchan, la aceptan y luego siguen madurando y dando fruto abundante (Mateo 13:23; Marcos 4:20; Lucas 8:15).
Los obreros no pueden cambiar la naturaleza de la tierra del campo. Ese trabajo le corresponde a Dios, el Señor de la mies. Él es quien pone "un corazón, y un espíritu nuevo" dentro de Su pueblo, y quita "el corazón de piedra" (Ezequiel 11:19-20; 36:26). Como obreros en el campo de Dios, estamos llamados a participar con Él, sembrando, segando y orando fielmente, pero los resultados de nuestra labor están en manos de Dios. Él es el Señor de la mies.
A veces una cosecha tarda años en dar su fruto, con diferentes trabajadores sembrando, cuidando y recogiendo en el campo de Dios (Juan 4:35-38; 1 Corintios 3:6-9). Dios supervisa todo el proceso. La frase traducida como "Señor de la mies" significa "Dueño de la cosecha" o "Jefe de la mies" en el idioma original. Dios mismo es el Comandante en jefe de la mies. Él está infinitamente preocupado por la misión, con cada aspecto de su ejecución bajo Su control soberano. Los obreros pueden confiarle el resultado, aunque nunca vean el fruto del trabajo.
Inmediatamente después de que Jesús les dice a Sus discípulos que oren al Señor de la mies para que envíe obreros, convoca a los doce y les encarga que vayan a "las ovejas perdidas de Dios. Vayan y anúncienles que el reino del cielo está cerca" (Mateo 10:6-7, NTV). Con el tiempo, esta misión se ampliaría para incluir a todos los siervos de Dios, enviándolos a todas las naciones y a todos los pueblos del mundo para hacer discípulos hasta que Él regresara (Mateo 28:19-20).
Hoy en día, la mies sigue siendo abundante, y todavía hay muy pocos obreros. Que todos hagamos como Jesús pide y oremos al Señor de la mies para que envíe más obreros a Su campo.
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¿Qué significa que Dios es el Señor de la mies (Mateo 9:38)?