Pregunta
¿Qué es la terapia Adleriana (o Psicología Individual) y es bíblica?
Respuesta
La psicología de masas ha invadido nuestros programas de televisión y columnas de consejos y está prosperando en la industria de autoayuda. La orientación o psicoterapia es cada vez más prevalente en la sociedad y aparentemente bien aceptada. La reacción cristiana a la psicología secular es cautelosa, y con buena razón. Alguna psicología secular no respeta, o incluso tolera, los principios bíblicos. Sin embargo, la psicología es un campo diverso que ofrece múltiples teorías y formas de terapia, algunas de las cuales no son abiertamente no bíblicas. Lo siguiente es una breve descripción de la terapia Adleriana, también conocida como “psicología individual”.
Explicación de la terapia Adleriana
La terapia Adleriana, llamada así por su fundador, Alfred Adler, se encuentra en el campo de la psicodinámica de la terapia. Adler fue colega de Freud durante varios años, pero sus caminos se separaron, y Adler desarrolló un enfoque diferente a la terapia. La terapia Adleriana asume que los seres humanos están socialmente motivados y que su comportamiento tiene un propósito y se orienta hacia una meta. Adler creía que los sentimientos de inferioridad a menudo motivan a las personas a esforzarse por el éxito, y enfatizaba la conciencia sobre el inconsciente. La terapia Adleriana afirma los límites biológicos y ambientales para la elección, pero no es determinista. La terapia Adleriana reconoce la importancia de factores internos, como la percepción de la realidad, valores, creencias y metas. Tiene un concepto holístico de las personas, teniendo en cuenta tanto la influencia de la sociedad sobre el cliente como la influencia del cliente sobre la sociedad.
Adler sostuvo que las personas tienen un ideal propio orientador, en esencia, una imagen de perfección hacia la cual se esfuerzan, y buscó entender el comportamiento de una persona a través del conocimiento de sus metas. Adler sostenía que el estilo de vida de uno (la forma en que uno se mueve hacia el ideal propio) se forma en gran medida a una edad temprana pero se ve afectado por eventos posteriores. El orden de nacimiento se ve como relevante para el estilo de vida. Quienes somos depende más de nuestra interpretación de la experiencia que de las experiencias en sí. Por lo tanto, identificar y reformular percepciones erróneas es una parte importante de la terapia Adleriana.
Adler enfatizó el interés social y el sentimiento de comunidad, cómo uno interactúa con el mundo basado en la conciencia de la comunidad humana en general. Para Adler, el interés social es un signo de salud mental. Cuando las personas se sienten conectadas con otras y están activamente involucradas en una actividad compartida saludable, su sensación de inferioridad disminuye.
Adler también habló de tareas de la vida: amistad (social), intimidad (amor-matrimonio) y contribución a la sociedad (ocupacional). Cada una de estas tareas requiere una capacidad de amistad, autoestima y cooperación.
La terapia Adleriana comienza investigando el estilo de vida de un cliente e identificando percepciones erróneas y metas mal dirigidas. Luego, los clientes son reeducados con la esperanza de que tendrán un mayor sentido de pertenencia y un nivel más alto de interés social. En resumen, un terapeuta Adleriano fomenta la autoconciencia, desafía las percepciones dañinas, y amonesta al cliente para que actúe para cumplir sus tareas de vida e involucrarse en actividades sociales. Los consejeros enseñan, guían y alientan.
Comentario Bíblico sobre la terapia Adleriana
Muchos de los conceptos de Adler están en línea con la Biblia. Los humanos fueron creados para la comunidad y para el trabajo (Génesis 2:15, 18). La Biblia está llena de mandamientos de “unos a otros” y versículos sobre el propósito de la vida. También se nos dice que "seamos transformados mediante la renovación de nuestro entendimiento" (Romanos 12:2) y que tomemos cautivos nuestros pensamientos (2 Corintios 10:5). La conciencia de Adler del daño de la cognición errónea es similar a la conciencia de un cristiano de la naturaleza destructiva de las mentiras del enemigo. Las advertencias contra los falsos maestros y los estímulos para permanecer en la verdad abundan en el Nuevo Testamento (por ejemplo, Juan 14:26; Juan 15:5; Efesios 4:14-25; 1 Juan 4:1; y 1 Timoteo 4:16). "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-32). Claramente, la verdad es vital para nuestro sentido de la libertad y el bienestar.
El concepto de Adler de libertad limitada también es bíblico. La Biblia habla de nuestra capacidad de tomar decisiones y afirma la responsabilidad personal. Sin embargo, nuestra libertad es limitada en el sentido de que somos "esclavos" de la naturaleza pecadora aparte de la salvación en Cristo (Romanos 6:16-18; 7:15-25).
La terapia Adleriana se enfoca en reformular los eventos y reeducar a los clientes. La Biblia también nos ofrece una perspectiva diferente sobre las experiencias de la vida. Sabemos que Dios está obrando para el bien de aquellos que le aman (Romanos 8:28) y que la gloria venidera superará con creces las dificultades presentes (2 Corintios 4:17). Ambos conceptos nos ayudan a tener una interpretación diferente, y generalmente una mayor aceptación, de nuestras circunstancias. Sin embargo, los cristianos no son simplemente reeducados; son hechos nuevos (2 Corintios 5:17).
Existe cierta preocupación de que la terapia Adleriana a veces ve a Dios como una proyección de nuestros ideales en lugar de como una entidad existente. Además, en la teoría Adleriana no hay una definición sólida de lo que constituye un buen interés social o un buen ideal guía personal. La terapia es, por lo tanto, subjetiva, y mucho depende de la cosmovisión del consejero.
La principal área en la cual la terapia Adleriana falla es su visión de los sentimientos de inferioridad. Nuestro sentido de inferioridad no se debe a la falta de esfuerzo o tiene sus raíces en el desánimo; se trata de estar muerto en nuestros pecados. La auto-mejora no viene a través de reformular nuestros pensamientos o de convertirnos en más participativos en la sociedad. El aliento de un terapeuta no resolverá los problemas de nuestras vidas. Más bien, es a través de la obra redentora de Cristo que somos hechos vivientes y nuevos. Cuando conocemos la verdad, comenzamos a descartar las mentiras del enemigo y a ganar la perspectiva de Dios (1 Corintios 2:16). En Cristo perseveramos y actuamos de formas que glorifican a Dios (Filipenses 4:13). Como parte del cuerpo de Cristo, tenemos un sentido de pertenencia (Efesios 4:15-16). Somos "aceptos en el Amado" (Efesios 1:6), y cuando sabemos que Dios nos ama, podemos amarlo a Él y a los demás a cambio.
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¿Qué es la terapia Adleriana (o Psicología Individual) y es bíblica?