Pregunta
¿Qué significan condescendencia y acomodación en relación con Dios?
Respuesta
En teología, acomodación y condescendencia son dos términos que se refieren al proceso por el cual un Dios infinito y perfecto contextualiza Su comunicación para personas imperfectas y finitas. En otras palabras, la condescendencia es la idea de que Dios elige comunicarse de un modo que Su audiencia pueda entender.
Muchos famosos teólogos a lo largo de la historia han utilizado la idea de acomodación para explicar el modo en que Dios se relaciona con Sus criaturas. A veces, por ejemplo, los antropomorfismos de la Biblia se explican en términos de acomodación, ya que Dios es Espíritu (Juan 4:24). Mediante el uso del antropomorfismo, Dios se acomoda a nosotros, explicando Sus actos y sentimientos de un modo con el que podemos identificarnos y comprender.
Como todo punto de vista teológico, los puntos de vista de condescendencia o acomodación se sitúan en un espectro. Casi todos los teólogos reconocen que Dios condesciende con el conocimiento humano de alguna forma. Dios habla a través de idiomas humanos, escribe mediante autores humanos y se manifiesta a través de fenómenos naturales (fuego, nubes, etc.).
Pero algunas personas llevan la doctrina de la acomodación a un extremo, argumentando que algunos aspectos de la Biblia deberían descartarse porque reflejan nociones falsas que Dios simplemente acomodó para comunicar un punto más amplio. De este modo, la doctrina de la acomodación en ocasiones se convierte en un garrote intelectual, esgrimido contra afirmaciones bíblicas sobre la moralidad o la realidad que incomodan a determinadas audiencias. Por ejemplo, hay quien dice que, cuando Jesús habló de que Moisés era el autor de la Torá (ver Marcos 10:5 y Juan 5:46), simplemente se estaba acomodando a la idea predominante de la época. En otras palabras, aunque Jesús sabía que Moisés no escribió la ley, habló como si lo hubiera hecho por el bien de Sus oyentes y sus suposiciones. Por supuesto, para que Jesús se acomodara a un punto de vista falso sería equivalente a mentir y diametralmente opuesto a Su naturaleza divina.
En conclusión, la acomodación es una idea generalmente aceptada con aplicaciones menos aceptadas. Es necesario algún tipo de acomodación, o condescendencia: ¿de qué otra forma puede un Dios infinito comunicarse con la humanidad finita? Algunos teólogos se refieren a esto como "adaptación" en vez de "acomodación" para distinguirlo de la visión herética de que Jesucristo torció la verdad.
Gregg Allison define el punto de vista correcto de la adaptación como "el acto de Dios de condescender con la capacidad humana en su revelación de sí mismo". Aunque esta doctrina se afirmó en épocas anteriores de la historia, se asocia especialmente con Juan Calvino. Él subrayó la conveniencia de que Dios, infinitamente exaltado, se acomodara a la debilidad humana para que su ajustada revelación fuera inteligible a sus destinatarios. De hecho, Dios se inclina como un padre que se comunica con un hijo. Esta acomodación se ve especialmente en la Escritura: se trata de la Palabra de Dios escrita en lenguajes humanos limitados para seres humanos pecadores con capacidad limitada para entenderla, y sin embargo, no interviene en el error humano" (Allison, G., "Accommodation", The Baker Compact Dictionary of Theological Terms, Baker Publishing Group, 2016).
Dios ha elegido comunicarse con nosotros de formas que podemos entender, y por eso estamos eternamente agradecidos. Esa condescendencia o acomodación demuestra Su omnisciencia y omnipotencia, así como Su gran amor y cuidado por Sus criaturas. Cuando se lleva al extremo, la doctrina de la acomodación se vuelve perjudicial. Dios nunca utilizó la acomodación para aprobar el error humano, y Jesús nunca practicó el engaño.
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¿Qué significan condescendencia y acomodación en relación con Dios?