Pregunta
¿Quién es el acusador de los hermanos en Apocalipsis 12:10?
Respuesta
Apocalipsis 12:10 (NBLA) forma parte de un capítulo que abarca acontecimientos pasados, presentes y futuros. Mientras se desarrolla la escena, una voz resonante proclama: "Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de Su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado". Esta declaración sigue a una batalla celestial entre el dragón y otros ángeles en el cielo, que conduce a la derrota del primero. El "acusador de los hermanos" (como lo dice la NBLA) es el dragón derrotado, es decir, Satanás (versículo 9).
La batalla que se describe en Apocalipsis 12 no es el destierro inicial del acusador de los hermanos antes de la creación del mundo. Por el contrario, significa la expulsión definitiva del diablo y sus ángeles del cielo en un momento futuro. En la actualidad, el diablo tiene un acceso limitado al trono de Dios, donde se dedica a acusar (ver Job 9:1-11). Sin embargo, su derrota comenzó en la cruz de Cristo (Hebreos 2:14-15; Colosenses 2:15), y Apocalipsis 12 muestra su futuro destierro total del cielo. En ese momento, se cortará todo su acceso al cielo.
En Zacarías 3:1-4), el profeta registra una escena que presenta a Satanás como el acusador, junto con la respuesta del Señor:
Entonces el ángel me mostró a Jesúa, el sumo sacerdote, que estaba de pie ante el ángel del Señor. El Acusador, Satanás, estaba allí a la derecha del ángel y presentaba acusaciones contra Jesúa. Entonces el Señor le dijo a Satanás: "Yo, el Señor, rechazo tus acusaciones, Satanás. Así es, el Señor que eligió a Jerusalén te reprende. Este hombre es como un tizón en llamas que ha sido arrebatado del fuego". La ropa de Jesúa estaba sucia cuando estuvo de pie ante el ángel. Entonces el ángel dijo a los otros que estaban allí: "Quítenle esa ropa sucia". Luego se volvió hacia Jesúa y le dijo: "¿Ya ves? He quitado tus pecados y ahora te voy a dar esta ropa nueva y fina"" (NTV).
Aunque el acusador de los hermanos quiere hacer hincapié en nuestro pecado ante Dios con el fin de condenarnos, Dios es lo bastante misericordioso como para rechazar las acusaciones de Satanás y ofrecer Su gracia. Incluso en el caso de Job, en el que Dios concede al diablo permiso para poner a prueba a Job, la perseverancia de este y su humildad final hacen que las acusaciones del diablo resulten falsas. En el Nuevo Testamento, se presenta a Job como un ejemplo de perseverancia ante el sufrimiento (Santiago 5:10-11), una victoria contra el acusador.
Además, descansamos seguros en la verdad de que Cristo y el Espíritu Santo interceden por nosotros (Romanos 8:26; Hebreos 5:14-15; 7:25). Las acusaciones de Satanás no torcerán el plan soberano de Dios de salvar a todos los que pongan su confianza en Cristo, y el propósito de Dios se cumplirá para Su gloria.
Jesús, nuestro Abogado, es mayor que el acusador de los hermanos. Cuando los cristianos luchan con la culpa y la vergüenza a causa del pecado, el acusador intenta romper la comunión que tenemos con Dios. Sin embargo, Cristo intercede por nosotros, y siempre podemos confesar nuestro pecado, y Dios "es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9, NBLA). Podemos volver corriendo a los brazos del Padre, sabiendo que "no hay condenación para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1, NBLA).
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¿Quién es el acusador de los hermanos en Apocalipsis 12:10?