Pregunta
¿Por qué le dijo Jesús a Pedro "apacienta mis ovejas" en Juan 21?
Respuesta
Jesús dio a Pedro la triple orden de "apacentar mis ovejas" en Juan 21:15-17. Cada vez que Jesús decía: "Apacienta mis ovejas", respondía a la triple declaración de amor de Pedro a Jesús. El escenario era una de las últimas apariciones de Jesús a sus discípulos después de la resurrección, a orillas del mar de Galilea. Jesús les preparó un desayuno de pescado y pan, y luego encomendó a Pedro la tarea de apacentar a Sus ovejas y cuidar a Sus corderos.
Las tres órdenes, aunque a menudo se traducen de la misma manera, son sutilmente diferentes. La primera vez que Jesús lo dice, el griego, significa literalmente "apacentad (cuidad) los corderos" (v. 15). La palabra griega "apacentar" está en tiempo presente, lo que denota una acción continua de cuidar, alimentar y atender a los animales. En toda la Escritura se hace referencia a los creyentes como ovejas. "Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano" (Salmo 95:7). Jesús es a la vez nuestro Buen Pastor (Juan 10:11) y la Puerta del redil (Juan 10:9). Al describir a Su pueblo como corderos, está enfatizando la naturaleza inmadura y vulnerable de los mismos, necesitados de cuidados y atención.
La segunda vez, el significado literal es "Pastorea mis ovejas" (v. 16). En este intercambio, Jesús hacía hincapié en cuidar de las ovejas en calidad de supervisor, no sólo alimentándolas, sino también gobernándolas. Esto expresa todo el alcance de la supervisión pastoral, tanto en el futuro de Pedro como en el de todos los que le seguirían en el ministerio pastoral. Pedro sigue el ejemplo de Jesús y repite esta misma palabra griega poimaino en su primera carta pastoral a los ancianos de las iglesias de Asia Menor: "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella" (1 Pedro 5:2).
La tercera vez, la traducción literal es "Apacienta (cuida) mis ovejas" (v. 17). Aquí Jesús combina las distintas palabras griegas para dejar claro el trabajo del pastor del rebaño de Dios. Debe atender, cuidar y proporcionar alimento espiritual al pueblo de Dios, desde los corderos más jóvenes hasta las ovejas adultas, en una acción continua para nutrir y cuidar sus almas, llevándolas a la plenitud de la madurez espiritual. La totalidad de la tarea encomendada a Pedro, y a todos los pastores, queda clara en el triple mandato de Jesús y en las palabras que elige.
¿Cuál es ese alimento con el que los pastores deben apacentar el rebaño de Dios? No puede ser otra que la Palabra de Dios. Pedro declara que los cristianos debemos desear la leche espiritual pura de la Palabra para que, mediante ella, podamos madurar en nuestra salvación (1 Pedro 2:2). Ya en el libro del Deuteronomio, vemos al Señor describir Su Palabra como alimento para Su pueblo, que no vive sólo de pan, sino de toda Palabra que sale de Su boca (Deuteronomio 8:3). Jesús reitera este pensamiento en Su tentación en el desierto (Mateo 4:4). No está de más insistir en la importancia de la Palabra de Dios como alimento para nuestras almas.
Es evidente que la labor de los pastores del pueblo de Dios consiste en proporcionarle la leche pura de la Palabra de Dios para que pueda pasar a la carne y el alimento sólido de la madurez espiritual (Hebreos 5:12-14). El ministerio pastoral debe consistir principalmente en que los pastores alimenten a su pueblo con la Palabra de Dios. Solo así los pastores pueden declarar, como hizo Pedro, su amor al Señor Jesús.
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¿Por qué le dijo Jesús a Pedro "apacienta mis ovejas" en Juan 21?