Pregunta
¿Cómo podemos tener entre nosotros ferviente amor (1 Pedro 4:8)?
Respuesta
La Biblia contiene numerosos versículos sobre el amor, entre ellos 1 Pedro 4:8: "Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados" La instrucción de dar prioridad al amor aparece en 1 Pedro 1:22 y se vuelve a recalcar en el cuarto capítulo. El uso que hace Pedro de la expresión "ante todo" subraya la importancia de este mandamiento. Además, la palabra griega traducida como "ferviente" también se utiliza para describir el esfuerzo realizado por un atleta que se esfuerza por ganar una carrera. Estamos llamados a esforzarnos al máximo por mostrar esta cualidad del amor mutuo.
Si ponemos la exhortación de Pedro a "tener entre nosotros ferviente amor" junto a otros pasajes de la Escritura (como 1 Corintios 13:4-7; Mateo 22:37-39; 1 Juan 4:7-8; Romanos 13:10), vemos claramente que el amor debe ser la máxima prioridad del creyente.
Lamentablemente, los cristianos no siempre han dado un buen ejemplo de amor. La Iglesia primitiva luchó contra los creyentes que mostraban un comportamiento poco amoroso, y hoy en día seguimos lidiando con este problema. Por un lado, podemos reconocer que aún poseemos naturalezas pecaminosas que nos dificultan amar a los demás como mandan las Escrituras. Por otro lado, también somos nuevas creaciones con el Espíritu Santo habitando en nosotros (2 Corintios 5:17). Con el poder del Espíritu, no tenemos excusa. Juan va aún más lejos al relacionar el conocimiento de Dios con el amor (1 Juan 4:8). ¿Cómo podemos amarnos fervientemente? He aquí algunos consejos de las Escrituras:
1. Aceptar el amor de Dios. El apóstol Juan describió el amor como algo que procede de Dios: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados" (1 Juan 4:10). Dios es la fuente de todo lo bueno, incluido el amor. Los seres humanos solo pueden demostrar amor abnegado, aceptando el amor que Dios mostró a la humanidad cuando envió a su Hijo como expiación (Juan 3:16). Desde una perspectiva psicológica, los niños que nacen en un entorno amoroso tienden a prosperar en la vida (www.focusonthefamily.com/parenting/parental-love, consultado el 19/7/23). ¿Cuánto más los que han recibido amor del Padre? Cuando aceptamos el amor de Dios, respondemos amándole de igual modo, y eso sienta las bases para amar correctamente a las personas. También abre el camino para que el Espíritu produzca Su fruto en nosotros.
2. Caminar en el Espíritu. Después de resaltar la libertad que tenemos en Cristo, Pablo nos instruye a no abusar de esta libertad para deseos egoístas, sino para servirnos los unos a los otros en amor (Gálatas 5:13). Sin embargo, Pablo reconoce la lucha a la que se enfrenta todo cristiano, ya que el Espíritu y la carne tienen deseos opuestos (versículo 17). La solución a esta lucha es caminar en el Espíritu, adoptando un estilo de vida diario en el que nos sometamos a la influencia piadosa del Espíritu Santo, que nos lleva a realizar obras que glorifican a Dios. Al caminar en el Espíritu, se produce en nuestras vidas el fruto del "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza" (Gálatas 5:22-23). Al caminar en el Espíritu y dar Su fruto, podemos usar nuestra libertad para servirnos unos a otros en amor.
3. Perdonar las faltas. En nuestro versículo central, Pedro afirma que "el amor cubrirá multitud de pecados" (cf. Proverbios 10:12). Debemos reconocer las imperfecciones de los demás, perdonando las heridas y pasando por alto las faltas. Amar profundamente a los demás no significa evitar la verdad, sino que implica tener una actitud amable y estar dispuesto a mostrar gracia y misericordia. Forma parte de hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros (Lucas 6:31).
4. Honrar a los demás. Mientras que la cultura moderna nos invita a anteponernos a nosotros mismos, Dios nos llama a honrarnos: "en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros" (Romanos 12:10). Honrar es mostrar valor y respeto a alguien, tratándolo como alguien importante y valioso. Es una gran expresión de amor genuino.
5. Establecer el amor como el objetivo más importante. En nuestra vida diaria, el amor debe ser una cualidad fundamental en nuestras relaciones con los demás. Jesús identifica el amor como la característica distintiva de Sus discípulos, tanto en aquel entonces como ahora (Juan 13:34-35). Demos prioridad al amor verdadero, bíblico y sacrificado, incluso frente a nuestras faltas, desacuerdos y diferencias. Los cristianos formamos parte de una gran familia, y debemos comportarnos como auténticos hermanos.
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¿Cómo podemos tener entre nosotros ferviente amor (1 Pedro 4:8)?