Pregunta
¿En qué aspectos se diferencian los ángeles de los humanos?
Respuesta
Los ángeles han capturado la imaginación humana desde el principio de los tiempos. Quizás la cualidad más intrigante de los ángeles es que a veces abandonan su existencia invisible en el reino espiritual para adoptar apariencia humana e interactuar con nosotros. Por muchas razones, los ángeles fascinan a los humanos. Los ángeles son diferentes a nosotros; son creaciones únicas de Dios que, en el presente, sólo se pueden percibir eficazmente a través de la lente de las Escrituras.
Las palabras para "ángel" en hebreo y griego significan un "mensajero", que designa el oficio o cargo oficial de tal ser. Los ángeles fueron creados para ser los mensajeros de Dios, enviados para cumplir Sus propósitos. En algunos aspectos, los ángeles son como humanos. Son seres superiores creados por Dios con inteligencia, integridad y espiritualidad. Adoran a Dios y cumplen Su voluntad en la tierra (Salmo 103:20). Al igual que los humanos, los ángeles poseen conocimiento limitado (Mateo 24:36), aunque la Biblia indica que los ángeles tienen un mayor conocimiento y rango superior al de los humanos (Hebreos 2:7-9; Marcos 13:32). Un propósito de los ángeles es servir al pueblo de Dios (Hebreos 1:14). Dios comisiona a los ángeles para proteger a Su pueblo (Salmo 91:11-12), librarlos del peligro (2 Reyes 19:35), transmitir mensajes divinos (Hebreos 2:2), dar orientación (Éxodo 23:20) y alentar a los creyentes (1 Reyes 19:5-7).
La Biblia nos revela muchas diferencias entre los ángeles y los seres humanos. Los ángeles son seres espirituales (Hebreos 1:14), lo que significa que no tienen cuerpo físico. Los humanos están apartados de todos los demás seres creados porque tienen tanto un cuerpo material como un alma inmaterial o un espíritu. Ya que los ángeles son inmateriales e incorpóreos, no experimentan sufrimiento físico y daño como lo hacen los seres humanos, ni experimentan la muerte física (Lucas 20:36).
Dios también es un ser espiritual, pero Su naturaleza es infinita, mientras que los ángeles son seres espirituales finitos. La naturaleza espiritual de los ángeles no les impide dar a conocer su presencia a los humanos; usualmente, cuando se aparecen a las personas, los ángeles se representan a sí mismos en forma de hombres humanos (Daniel 8:16; 9:21). Se han aparecido a las personas en visiones y sueños (Mateo 1:20; Isaías 6:1-8) y en un estado consciente y despierto (Génesis 19:1-8; Marcos 16:5; Lucas 2:13).
La Biblia suele atribuir a los ángeles características sobrehumanas muy distintas de las que poseen las personas comunes. En varios lugares, se dice que ciertos tipos de ángeles tienen "ojos como antorchas de fuego", piernas "como columnas de fuego" y "seis alas" (Daniel 10:5-7; Isaías 6:2; Apocalipsis 10:1-3; 15:6; 18:1). Los ángeles son "mayores en fuerza y en potencia" que los seres humanos (2 Pedro 2:11; ver también 2 Tesalonicenses 1:7). Los ángeles libran una guerra espiritual (Efesios 6:12).
El autor de Hebreos resalta la naturaleza rápida y sutil de los ángeles al cumplir la voluntad de Dios: "Él envía a sus ángeles como los vientos y a sus sirvientes como llamas de fuego" (Hebreos 1:7, NTV). En la dramática fuga de Pedro de la cárcel, un ángel resplandeciente apareció de la nada, pasó desapercibido ante varios guardias, soltó las cadenas, atravesó las pesadas puertas de hierro y liberó al apóstol antes de que este se diera cuenta de lo que le había sucedido. De la misma manera repentina, el ángel desapareció (Hechos 12:6-10).
A diferencia de los humanos, que nacen con una naturaleza pecaminosa (Romanos 5:12), todos los ángeles fueron creados originalmente como criaturas santas (Judas 1:6; ver también Ezequiel 28:15). Algunos eran "los ángeles escogidos" que permanecieron fieles a Dios (1 Timoteo 5:21), mientras que otros ejercieron su libre albedrío para rebelarse contra Dios y pecaron (2 Pedro 2:4). La teología cristiana propone que los ángeles pasaron por una especie de prueba en la que todos tuvieron la oportunidad de permanecer en su estado original de santidad. Los escogidos -los que superaron la prueba y no se rebelaron- fueron confirmados en la santidad para siempre. Los que fracasaron se convirtieron en "espíritus inmundos" o "demonios" (Marcos 1:23; Lucas 8:2; 11:24) y ahora están confirmados en su estado malvado y rebelde.
Los ángeles difieren de los humanos en que no son objeto de la salvación de Dios (1 Pedro 1:10-12). Aunque no pueden experimentar por sí mismos la gracia salvífica de Dios, los ángeles se interesan profundamente por su cumplimiento en los seres humanos (Lucas 15:10; 1 Corintios 4:9; Efesios 3:10). Sólo los seres humanos son creados a imagen de Dios (Génesis 1:26-27) para ser conformados a la semejanza de Su Hijo, Jesucristo (Romanos 8:29). A los ángeles rebeldes no se les dio la oportunidad de que sus pecados fueran perdonados. Por el contrario, aguardan "el fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" (Mateo 25:41). Los humanos, sin embargo, pueden ser perdonados de sus pecados y redimidos por la gracia de Dios mediante la fe en el Señor Jesucristo (Efesios 2:8-9; Romanos 10:9-10). Los seres humanos fueron hechos "un poco menor que los ángeles" (Hebreos 2:7, 9). Sin embargo, una vez salvados, resucitados y glorificados, los creyentes juzgarán a los ángeles (1 Corintios 6:3).
Los ángeles y los humanos son completamente diferentes, aunque comparten algunas similitudes. Los ángeles no son nuestros seres queridos. No son personas que han muerto, ni son seres humanos glorificados (Hebreos 12:22-23). Jesús enseñó que los ángeles no se casan ni procrean como los humanos (Mateo 22:30). Los ángeles (y no los seres humanos) estaban presentes cuando se creó la tierra, y gritaron alegremente a Dios (Job 38:4-7). Aunque los ángeles son creaciones especiales y únicas por sí mismas, sólo los humanos son receptores del amor redentor de Dios, demostrado a través de Jesucristo (Juan 3:16).
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¿En qué aspectos se diferencian los ángeles de los humanos?