Pregunta
¿Qué es la aseidad de Dios?
Respuesta
La aseidad de Dios es Su atributo de existencia por sí mismo. Dios es la Causa incausada, el Creador increado. Él es la fuente de todas las cosas, El que originó todo y que sostiene todo lo que existe. La aseidad de Dios significa que Él es el Único en quien todas las demás cosas encuentran su fuente, existencia y continuidad. Él es la Fuerza siempre presente que sostiene toda vida. No hay ninguna otra fuente de vida, y ninguno otro como Él: "yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí" (Isaías 46:9).
La aseidad de Dios se expresa en Éxodo 3:14. Cuando Moisés le preguntó al Señor sobre Su nombre, Dios respondió: "YO SOY EL QUE SOY". Dios es el Ser eternamente autoexistente que siempre fue y siempre será. La aseidad de Dios está relacionada con Su completa independencia. Dios no tiene necesidad. Él es completo en y de sí mismo y siempre lo ha sido. Dios no creó al hombre porque estaba solo o porque necesitaba crear. Él es y siempre ha sido completo y autosuficiente en y por sí mismo.
El nombre de Dios YO SOY encarna el concepto de la eternidad e inmutabilidad de Dios, ambos vinculados a Su aseidad. Dios es eterno (Salmo 90:2). No tuvo un comienzo. Siempre ha sido. Dios es inmutable (Malaquías 3:6; Santiago 1:17), siempre el mismo ayer, hoy y siempre. Será lo que es para siempre. Todos los atributos de Dios —Su amor, poder, sabiduría, etc.— son eternos e inmutables. Son como siempre han sido y nunca serán diferentes.
La aseidad de Dios nos asegura que Su autonomía es absoluta. Solo él decide qué hacer, y nada puede frustrar jamás Su propósito de cumplir Sus promesas. Lo que promete hacer, lo hará. Lo que predice, sucederá. Cuando Dios dice: "Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero" (Isaías 46:10), está enfatizando Su aseidad y soberanía.
Jesucristo, siendo Dios hecho carne, comparte la aseidad de Dios con el Padre. Jesús adoptó el nombre YO SOY para sí mismo (Juan 8:58; 18:6). Hablando de Jesús, Pablo declara: "Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten" (Colosenses 1:16-17). Jesús no es un ser creado. Vino a la tierra como Dios hecho carne y después de Su resurrección ascendió de nuevo al cielo para ocupar Su legítimo lugar como Creador del universo. En el Antiguo Testamento, Dios declaró a los israelitas que Él es "el primero... y el postrero" (Isaías 44:6b). Jesús hizo la misma declaración sobre sí mismo en Apocalipsis 1:17.
Debido a la aseidad de Dios, podemos depender de Él como el Único independiente que es capaz de liberar, proteger y guardar a aquellos que confían en Él. Aquellos a quienes Dios ha predestinado para la salvación vendrán a Cristo, y nada puede impedirlo: "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37). Si entendemos la doctrina bíblica de la aseidad de Dios, nos mantendremos alejados del error de pensar que Dios es finito, que se cansa o que alguna vez será insuficiente para satisfacer nuestras necesidades (ver Salmo 23:1).
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¿Qué es la aseidad de Dios?
