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Pregunta

¿Qué significa que la carne para nada aprovecha (Juan 6:63)?

Respuesta


En Juan 6:25-59, Jesús presentó una enseñanza desafiante sobre comer Su carne y beber Su sangre. Los discípulos se esforzaron por digerir las palabras de Cristo, mientras que los líderes religiosos judíos se escandalizaron por ellas. Jesús explicó entonces que estaba hablando en sentido figurado sobre realidades espirituales y no literalmente: "El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" (Juan 6:63).

El sustantivo carne (sarx en griego) se refiere a "los aspectos físicos de una persona a diferencia del alma no material". Técnicamente, carne describe el tejido blando del cuerpo, pero en el Nuevo Testamento con frecuencia se utiliza para indicar la "naturaleza pecaminosa" o la base del pecado y la rebelión contra Dios en la humanidad. En el Antiguo Testamento, la carne se utiliza con frecuencia en referencia a los seres humanos mortales en contraste con Dios, un Espíritu vivificante. El término que se traduce como "provecho" en Juan 6:63 significa "ser de utilidad, ayudar, auxiliar, facilitar, realizar".

La Nueva Traducción Viviente traduce las palabras de Cristo de esta manera: "Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida" (Jn 6:63, NTV).

La carne para nada aprovecha significa que no hay absolutamente ninguna esperanza de salvación o cualquier visión espiritual o ganancia que se puede lograr a través del esfuerzo humano. El apóstol Pablo no tenía nada bueno que decir sobre la carne: "Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo" (Romanos 7:18). Pablo instó a los cristianos a no tener "confianza en la carne" (Filipenses 3:3).

Nuestra interpretación será errónea si tratamos de entender la Palabra de Dios desde una perspectiva literal, humana y dominada por la carne. Debemos tener el Espíritu que mora en nosotros para comprender correctamente la Palabra de Dios: "Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios. Nadie puede conocer los pensamientos de una persona excepto el propio espíritu de esa persona y nadie puede conocer los pensamientos de Dios excepto el propio Espíritu de Dios. 12 Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado" (1 Corintios 2:10-12, NTV).

La carne para nada aprovecha porque se apoya en la sabiduría humana. "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" (1 Corintios 2:14). La "persona espiritual" puede entender la Palabra de Dios y las cosas del Espíritu de Dios porque tiene "la mente de Cristo" (1 Corintios 2:15-16).

La carne para nada aprovecha porque impide que la gente reciba "el mensaje de la cruz", que "es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios" (1 Corintios 1:18). El mensaje de la cruz es que Jesús murió para salvarnos y llevarnos a una relación con Dios Padre: "Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu" (1 Pedro 3:18, NTV).

Solo el Espíritu de Dios da vida eterna. En Juan 3:6, Jesús dijo: "El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo" (NTV). Debemos nacer del Espíritu (Juan 3:5-8) al creer en Cristo y recibir Su don de la vida eterna (Juan 5:21, 24, 26; 7:37-39).

Los creyentes pueden pensar en "la carne" como el símbolo de nuestra humanidad, que no es de provecho para un verdadero seguidor de Cristo. Jesús dijo a Sus discípulos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?" (Mateo 16:24-26).

La carne para nada aprovecha significa que, por nosotros mismos, como seres humanos nacidos en pecado, nunca podremos experimentar la vida eterna (Romanos 3:9-12). La "carne" es el poder humano, que es totalmente incapaz de generar vida espiritual. Solo por el poder de Dios -el sacrificio de Jesucristo y la morada de Su Espíritu- podemos ser salvos.

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