Pregunta
¿Contribuimos en algo a nuestra propia salvación?
Respuesta
Hay dos maneras de ver esta pregunta: desde un punto de vista práctico y desde un punto de vista bíblico. Primero, desde un punto de vista práctico, supongamos que una persona sí contribuye en algo a su salvación. Si eso fuera posible, ¿quién se llevaría el mérito en el cielo? Si de alguna manera los humanos contribuyen a su propia salvación, se deduciría que ellos mismos obtienen el crédito. Y si los humanos obtienen el crédito, esto ciertamente le restará crédito a Dios. Si fuera posible contribuir en algo para alcanzar el cielo, entonces cada persona después de su llegada estaría felicitándose por lo que hizo para obtener la ciudadanía celestial. Estas mismas personas estarían cantando: "Alabado yo mismo, contribuí a mi propia salvación". Es inconcebible que la gente en el cielo se esté adorando a sí misma y no a Dios. Dios dijo: "a otro no daré mi gloria" (Isaías 42:8; 42:11).
Desde un punto de vista bíblico, el hombre no contribuye en absoluto a su salvación. El problema de la humanidad es su pecaminosidad. Por lo general, los teólogos lo denominan "depravación total". La depravación total se refiere a la creencia de que la humanidad es pecadora por completo y no puede hacer nada por sí misma para ganarse el favor de Dios. Como consecuencia de este estado pecaminoso, la humanidad no quiere tener nada que ver con Dios (ver especialmente Romanos 1:18-32). Podemos decir que debido a que la humanidad es totalmente depravada, la humanidad elige pecar, ama el pecado, defiende el pecado y se gloría en el pecado.
Debido al problema pecaminoso del hombre, éste necesita la intervención directa de Dios. Esta intervención la ha proporcionado Jesucristo, el mediador entre la humanidad pecadora y el Dios justo (1 Timoteo 2:5). Como ya se ha dicho, la humanidad no quiere tener nada que ver con Dios, pero Dios quiere tener todo que ver con los humanos. Por ello envió a Su Hijo Jesucristo para que muriera por los pecados de la humanidad: la sustitución perfecta de Dios (1 Timoteo 2:6). Ya que Jesús murió, mediante la fe la humanidad puede ser declarada justificada, declarada justa (Romanos 5:1). Por la fe, la persona es redimida, comprada fuera del mercado de esclavos del pecado, y liberada del mismo (1 Pedro 1:18-19).
Estos actos que acabamos de mencionar -sustitución, justificación, redención- son sólo algunos que Dios proporciona por completo, y que no tienen ninguna relación con el ser humano. La Biblia es clara en cuanto a que la humanidad no puede contribuir en nada a su salvación. Cada vez que alguien piensa que puede contribuir, básicamente está obrando para su salvación, lo cual va claramente en contra de las afirmaciones de la Biblia (ver Efesios 2:8-9). Incluso la fe misma es un regalo de Dios. La salvación es un regalo de Dios (Romanos 6:23), y como es un regalo, no hay nada que puedas hacer para ganarlo. Lo único que tienes que hacer es aceptar el don. "Mas a todos los que le recibieron (es decir, a Jesús) -a los que creen en su nombre- les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12).
English
¿Contribuimos en algo a nuestra propia salvación?