Pregunta
¿Qué es una cosecha espiritual y cómo puedo conseguirla?
Respuesta
A lo largo de la Biblia, la cosecha tiene un significado espiritual. Se utiliza en parábolas (Lucas 8:4-8) y como metáfora del crecimiento y la salud espirituales (2 Corintios 9:10; Santiago 3:18). La cosecha siempre ha sido una parte hermosa e importante de la vida en la tierra, el momento en que el trabajo del año da sus frutos y la gente se alimenta. Es un símbolo de generosidad, salud y abundancia. Israel celebraba la época de la cosecha con una fiesta, llamada apropiadamente la Fiesta de la Cosecha (Éxodo 23:16).
Jesús habló de una cosecha espiritual que espera ser recogida. Mientras Jesús viajaba, "y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a Sus discípulos: La cosecha es mucha, pero los obreros pocos. Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha" (Mateo 9:36-38, NBLA). Aquí, Jesús se refería a las muchas almas que necesitaban ser llevadas al arrepentimiento y la fe como una cosecha que esperaba ser realizada.
Jesús utilizó la misma metáfora de una cosecha espiritual en Samaria. Después de hablar con la mujer en el pozo, Jesús dijo a Sus discípulos: "¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses, y después viene la siega”? Pero Yo les digo: alcen sus ojos y vean los campos que ya están blancos para la siega" (Juan 4:35, NBLA). En los días posteriores a esta declaración, muchos samaritanos se convirtieron en creyentes de Cristo (versículo 41). Jesús vio la cosecha espiritual de almas que esperaban en ese pueblo.
Una cosecha espiritual es el resultado de la obra de Dios en el corazón del hombre. De la parábola de la semilla y el sembrador se desprende claramente que el corazón de algunas personas es buena tierra; cuando la Palabra de Dios se siembra allí, la persona la acepta y continúa madurando (Lucas 8:9-15). No hay nada que podamos hacer para cambiar la tierra, eso es tarea de Dios (Ezequiel 36:26). Sin embargo, podemos ser fieles al sembrar la semilla, ayudar a las plantas a crecer o cosechar. El proceso de crecimiento y madurez espiritual, desde la regeneración del corazón hasta el reconocimiento de la fe, suele ser un largo viaje. De hecho, la Biblia indica que el sembrador, el labrador y el segador suelen ser personas diferentes en momentos diferentes (Juan 4:35-38; 1 Corintios 3:6-9).
Al igual que el crecimiento físico de un campo, el crecimiento espiritual de las personas es un proceso natural y orgánico, supervisado por Dios mismo. Si no vemos que nadie se salve, puede ser desalentador, pero debemos recordar que sembrar es tan importante como cosechar. Algunos de nosotros somos sembradores y puede que nunca veamos el resultado de nuestro trabajo. Por eso debemos centrarnos en complacer a Aquel que nos envió al campo, en lugar de controlar la tasa de crecimiento o la cantidad que cosechamos.
A los obreros de Dios en la cosecha espiritual de almas se les promete una gran recompensa por su fe y perseverancia (Santiago 1:12; 1 Pedro 5:4; 2 Timoteo 4:8; Hebreos 11). Esto se aplica a todos los aspectos de nuestras vidas espirituales, incluyendo testificar y ver a las personas, ser salvas y crecer en el Señor, que es la cosecha espiritual que todos anhelamos ver. A veces no la vemos. No obstante, los creyentes son exhortados con estas palabras: "No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos" (Gálatas 6:9, NBLA) y "la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz" (Santiago 3:18, NBLA) y el "que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas" (Salmo 126:6, NBLA).
Jesús nos dijo que oráramos al Señor de la mies para que enviara más obreros (Mateo 9:38). Debemos orar por todos los aspectos del proceso de la cosecha espiritual, incluida la preparación del suelo. Podemos pedirle a Dios que cambie el corazón de las personas. "El siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido. Debe reprender tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad" (2 Timoteo 2:24-25, NBLA). Dios nos utilizará en sus campos, cada uno según nuestros dones y las necesidades del momento, si confiamos en Él.
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¿Qué es una cosecha espiritual y cómo puedo conseguirla?