Pregunta
¿Es una cruzada evangelística un método bíblico de evangelización?
Respuesta
Una cruzada evangelística es un esfuerzo coordinado para evangelizar una ciudad o región. Antes de la predicación se hacen los preparativos: se alquila un gran local, se invita a comunidades enteras, se organizan reuniones de músicos y consejeros, y se pide a las iglesias que oren. Cuando llega el gran día, un evangelista de alto nivel predica un mensaje público o una serie de mensajes sobre la salvación e invita a responder. Entre los evangelistas que han utilizado el método de las cruzadas evangelísticas para hablar a millones de personas se encuentran George Whitefield, Charles Finney, D. L. Moody, Billy Sunday y Billy Graham.
Las cruzadas evangelísticas han existido desde el segundo capítulo de los Hechos y desde entonces han aumentado en número y popularidad. Algunas cruzadas dicen presentar el evangelio; otras no. Algunas cruzadas pueden llevar la etiqueta de "evangelio", pero en realidad se centran en la sanidad física, los mensajes inspiradores o la prosperidad. Para los propósitos de este artículo, definiremos una cruzada evangelística como un evento programado diseñado para atraer a un gran número de personas con el propósito de presentar el plan de salvación de Dios a través de Jesucristo. También asumiremos para los propósitos de este artículo que el verdadero evangelio bíblico es predicado en las cruzadas que consideraremos.
La primera "cruzada" se encuentra en Hechos 2:14-41, después de que el Espíritu Santo vino sobre los discípulos. Pedro comenzó inmediatamente a hablar a los miles de personas reunidas en Pentecostés, explicándoles el fenómeno que estaban viendo y oyendo. Estos seguidores de Jesús, antes aterrorizados, de repente hablaban con valentía en otras lenguas para que los viajeros de muchas naciones pudieran escuchar el evangelio en sus propios idiomas. Aquel día se añadieron al reino tres mil nuevos conversos. Claramente, esta cruzada evangelística era un método bíblico de evangelización.
El siguiente versículo (Hechos 2:42) nos muestra por qué esta cruzada evangelística fue tan eficaz. Hubo seguimiento, y los nuevos creyentes: "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones". Esos nuevos conversos fueron recibidos inmediatamente en la iglesia de Jerusalén, donde se les instruyó sobre cómo ser discípulos de Cristo (ver Mateo 28:19-20). Uno de los puntos débiles del método de evangelización de las cruzadas es la falta de seguimiento. De los miles que acuden al frente para "entregar sus vidas a Jesús", ¿cuántos continúan en la fe? Aunque muchos evangelistas de renombre, como Billy y Franklin Graham, se esfuerzan por conectar a los nuevos creyentes con las iglesias locales, las cifras no respaldan la afirmación de que la mayoría de los que responden a un llamado al altar hayan nacido de nuevo verdaderamente. Jesús dijo: "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos" (Juan 8:31). Lo que esto implica es que para empezar, aquellos que no permanecen en Su palabra nunca fueron Sus discípulos.
Hay muchos métodos aceptables para presentar el evangelio, y ninguno debe descartarse si se proclama la verdad. Una cruzada evangelística es solo una manera, pero a veces pensamos que es la mejor. Podemos excusar inconscientemente nuestra falta de evangelismo personal asumiendo que los incrédulos estarán expuestos a una cruzada evangelística a través de la televisión o en persona y escucharán la verdad de esa manera. Puede haber casos en los que un incrédulo esté tan endurecido contra el evangelio que se haya resistido a la evangelización personal, pero se sienta atraído a una cruzada evangelística por el prestigio del orador o de los músicos. Sin embargo, como seguidores de Cristo que llevan Su mandato de ganar a los perdidos, nunca debemos asumir que el mensaje está llegando de alguna manera a aquellos que lo necesitan sin nuestra participación.
Dios utiliza muchas vías para alcanzar a aquellos que Él vino a salvar, incluyendo las cruzadas evangelísticas. Como Sus seguidores, debemos involucrarnos activamente para ayudarlo a través de todos los medios posibles. Cuando apoyamos las cruzadas evangelísticas con nuestro tiempo, nuestras finanzas y nuestra participación y, al mismo tiempo, tratamos de atraer a la gente a Jesús mediante nuestro testimonio personal, podemos estar seguros de que estamos obedeciendo las últimas palabras que Jesús nos dirigió y ayudándole a hacer discípulos de todas las naciones.
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