Pregunta
¿Qué significa "Digno es el obrero de su salario" en 1 Timoteo 5:18?
Respuesta
La Biblia enseña la importancia y la conveniencia de que las iglesias apoyen económicamente a los ministros cristianos que sirven con excelencia a sus congregaciones. En 1 Timoteo 5:18, el apóstol Pablo cita dos pasajes para respaldar su afirmación de que las iglesias deben honrar y cuidar a los pastores que trabajan arduamente para evitar que se vean sobrecargados de trabajo y con un salario insuficiente. El primero es: "No pongas bozal al buey mientras esté sacando el grano". La segunda es "Los que trabajan merecen recibir su salario" (NTV).
En el primer caso, Pablo cita Deuteronomio 25:4. Argumenta que, si Dios en su ley expresó interés en que los animales que trabajaban duro fueran alimentados y cuidados, los miembros de la Iglesia deberían mostrar la debida consideración por sus pastores, maestros y líderes espirituales, proporcionándoles un salario decente. Es bueno alimentar a la vaca; es mejor alimentar a tu pastor. La segunda referencia de Pablo, "El obrero es digno de su salario" (NBLA) o "El trabajador tiene derecho a su salario" (NVI), es muy probablemente una repetición de las palabras de Cristo: "el obrero es digno de su salario" (Lucas 10:7). Jesús dijo esto a Sus discípulos cuando los envió delante de Él como "obreros a su mies" (Lucas 10:2), animándoles a aceptar la hospitalidad y la comida de la gente que les recibiría (Lucas 10:7-8). Hay que resaltar que 1 Timoteo 5:18 llama "Escritura" al Evangelio de Lucas.
En 1 Timoteo 5:17, Pablo lo explica con más detalle: "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar". Un estudio del término doble honor revela que se refiere tanto al respeto como a la remuneración. La frase hace hincapié en la generosidad. Pablo espera que la iglesia proporcione una remuneración razonable por un trabajo bien hecho, y el no hacerlo indica una falta de respeto y honor hacia los líderes espirituales.
En el Antiguo Testamento, la comunidad de creyentes mantenía a los sacerdotes y levitas que servían en la adoración "a fin de que se pudieran dedicar a la ley del Señor" (2 Crónicas 31:4, NBLA; cf. 1 Corintios 9:13). Por lo tanto, es lógico que en la iglesia del Nuevo Testamento los que dedican su vida a la obra del Evangelio sean sostenidos por las congregaciones a las que sirven.
Pablo escribió a la iglesia de Galacia: "El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye" (Gálatas 6:6). A los creyentes de Corinto les dijo: "Del mismo modo, el Señor ordenó que los que predican la Buena Noticia sean sostenidos por los que reciben el beneficio del mensaje" (1 Corintios 9:14, NTV).
Es cierto que Pablo se ganaba la vida por sus propios medios, sosteniendo su labor ministerial, haciendo tiendas (Hechos 18:3; 1 Corintios 9:3-18; 1 Tesalonicenses 2:9; 2 Tesalonicenses 3:8). Sin embargo, Pablo explicó detalladamente que su caso era una excepción para un fin concreto (1 Corintios 9:4-27).
Es interesante señalar que ninguno de los paralelos bíblicos de Pablo es particularmente elogioso. Primero compara a los ministros cristianos con bueyes, bestias de carga. En segundo lugar, los compara con los labradores. Las ilustraciones de Pablo son apropiadas, no para degradar, sino para enfatizar que el ministerio del evangelio es un trabajo difícil. Los que sirven bien merecen ser honrados, apreciados y recibir un salario justo.
Así como es correcto que los granjeros alimenten a su ganado y que los empleadores paguen a los obreros dignos de su salario, es correcto y esencial que la iglesia local proporcione un apoyo financiero adecuado a sus ministros cristianos dedicados.
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¿Qué significa "Digno es el obrero de su salario" en 1 Timoteo 5:18?