Pregunta
¿Por qué los creyentes están llamados a "enseñar que guarden todas las cosas" (Mateo 28:20)?
Respuesta
En Mateo 28:19-20, Jesús confiere un honor excelente a Sus discípulos, ordenándoles: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Este pasaje se conoce comúnmente como la Gran Comisión. El llamado específico a enseñarles "que guarden todas las cosas" subraya la importancia de transmitir conocimientos y guiar a los nuevos creyentes para que confíen en Cristo y le obedezcan.
La directiva principal de la Gran Comisión es hacer discípulos. El discipulado no consiste simplemente en transmitir información o doctrina; consiste en moldear vidas para que reflejen el carácter de Jesús. En Juan 8:31-32, Jesús dice: "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". El verdadero discipulado implica permanecer en la palabra de Jesús, lo que requiere no sólo comprender, sino practicar Sus enseñanzas. Por eso, cuando Jesús ordena a Sus discípulos que enseñen a los demás a guardar todas las cosas, les llama a cultivar una forma de vida que siga Sus instrucciones.
Las "todas las cosas" que Jesús ordena que se enseñen son la totalidad de Su doctrina. Al enseñar a los demás a "guardar todas las cosas", los discípulos transmitirían la importancia de seguir la regla de Cristo. Jesús no dio a Sus discípulos un conjunto limitado de instrucciones, sino un modo de vida completo. La "piedad para todo aprovecha" (1 Timoteo 4:8). Al ordenar a Sus discípulos que enseñen a los demás a guardar todas las cosas, Jesús se asegura de que Sus discípulos vivan la plenitud de Sus enseñanzas, abarcando todos los aspectos de la vida cristiana.
"Enseñar" en el contexto de la Gran Comisión no es un hecho puntual, sino una relación continua en la que el maestro guía al alumno en la comprensión y aplicación de los mandamientos de Jesús. La relación de Pablo con Timoteo es un ejemplo excelente de este tipo de discipulado. En 2 Timoteo 2:2, Pablo escribe: "Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros" (NBLA). La instrucción de Pablo a Timoteo ilustra la importancia de transmitir las enseñanzas de forma que permita a otros enseñarlas y vivirlas también. "Enseñarles a guardar todas las cosas" implica un ciclo de discipulado. Cada generación de creyentes debe estar preparada para vivir y transmitir las enseñanzas de Cristo. El resultado es una familia espiritual que trasciende el tiempo y el espacio.
En Efesios 4:11-13, Pablo explica que Cristo dio a la Iglesia "apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (NBLA). De nuevo, en este pasaje vemos que la enseñanza es esencial para equipar a los creyentes para que crezcan hasta la madurez. "Enseñarles a guardar todas las cosas" garantiza que los creyentes conozcan las enseñanzas de Cristo y crezcan en su capacidad de vivirlas.
Las palabras de Jesús en Mateo 28:20 concluyen con una promesa: "Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo" (NBLA). Jesús nos guía y nos capacita para enseñar a los demás. Por tanto, enseñar forma parte de la misión más amplia de preparar a los creyentes para el retorno de Cristo. En 1 Juan 2:28, Juan anima a los creyentes: "Y ahora, hijos, permanezcan en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de Él avergonzados en Su venida" (NBLA). Enseñar a los demás a guardar todo lo que Jesús ordenó forma parte de permanecer en Él, asegurando que los creyentes estén preparados para encontrarse con Él cuando regrese.
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¿Por qué los creyentes están llamados a "enseñar que guarden todas las cosas" (Mateo 28:20)?
