Pregunta
¿Qué es evangelismo personal?
Respuesta
El evangelismo personal es cuando una persona comparte el Evangelio con otra. Hay muchos métodos diferentes de evangelización personal, y es un tema candente dentro del cristianismo. Hay libros, clases y seminarios dedicados al tema de testificar, ganar almas y ayudar a otros a encontrar la salvación a través de la fe en Jesucristo. No todos los métodos son efectivos o bíblicamente respaldables; según el profesor de Biblia Dr. John MacArthur, "Jesús habría reprobado la clase de evangelismo personal en casi todos los institutos bíblicos y seminarios que conozco".
Según una encuesta de Barna de 2016, el 73% de los estadounidenses dicen ser cristianos. Sin embargo, después de aplicar pruebas escriturales a esas afirmaciones, solo alrededor del 31 por ciento realmente califica como cristianos practicantes. La Biblia no conoce otro tipo (Mateo 7:19-21; 1 Juan 3:7-10). Claramente, lo que ha pasado por evangelismo personal durante las últimas generaciones no ha sido efectivo.
Cuando Jesús practicó el "evangelismo personal", con frecuencia parecía ponérselo más difícil a los que mostraban interés (Lucas 9:57-62). Su encuentro con el joven rico en Mateo 19:16-24 es un buen ejemplo de cómo mostrar a un incrédulo lo que cuesta el verdadero discipulado, pero hoy día este tipo de evangelismo personal es poco frecuente. Jesús no estaba interesado en lo que se ha llegado a conocer como "creencia fácil". Algunos métodos modernos de evangelismo personal son tan mecánicos que la salvación se presenta casi como un arreglo de negocios: "¡Enchufa esta oración del pecador y listo! Vida eterna!" Esta presentación puede dar lugar a muchas respuestas, pero ¿es eso salvación real? Las estadísticas de Barna indican lo contrario.
Pablo ejemplificó el evangelismo personal efectivo. Después de su conversión radical a Cristo (Hechos 9), toda la vida de Pablo cambió. El lema de su nueva vida se resume en estas palabras de Gálatas 2:20 (NBLA): "Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí". Pablo vivía la evangelización. Todo lo que hacía era para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). Buscó la manera de impartir la verdad dondequiera que fuera, en cada contexto cultural (1 Corintios 9:20-22). Los demás apóstoles practicaron el evangelismo personal de la misma manera. En ocasiones, obtuvieron respuestas masivas y se fundaron iglesias allí mismo (Hechos 9:35, 42; 11:24). Otras veces, los primeros cristianos fueron objeto de burlas, palizas, encarcelamientos o expulsados de la ciudad (2 Corintios 11:23-28; Hechos 16:22-23). Así que incluso los mejores métodos de evangelización personal no siempre producen conversos.
Podemos aprender mucho sobre el evangelismo personal de aquellos primeros cristianos. Los siguientes son algunos factores que contribuyen a un evangelismo personal efectivo:
La oración. Las palabras hermosas y los discursos apasionados pueden conmover un alma, pero no pueden transformar un corazón duro. Solo el poder del Espíritu Santo puede traer convicción y arrepentimiento (2 Timoteo 2:25). Los primeros cristianos oraban mucho antes de intentar hacer algo por el Señor, y Dios bendijo sus esfuerzos (Hechos 1:14; 4:31; 6:6; 13:3; Colosenses 4:4). Cuando nuestras vidas de oración son consistentes y significativas, estamos listos para involucrarnos en el evangelismo personal.
Conocimiento bíblico. No tenemos que poseer un título de seminario o la capacidad de leer griego antiguo, pero sí necesitamos una comprensión general de lo que dice la Biblia. Para muchos, la falta de conocimiento bíblico es la razón por la que no testifican de Cristo. Pero no hay ningún motivo por el que no podamos estudiar y aprender por nosotros mismos lo que Dios dice sobre Su plan de salvación. Los cristianos deben ser expertos en el evangelio. Segunda de Timoteo 2:15 (NBLA) nos ordena estudiar para que nos presentemos "a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad". Necesitamos conocer las verdades básicas de las Escrituras para tener un evangelismo personal efectivo.
Una historia. Todos tenemos una historia. Si hemos llegado a conocer a Cristo y hemos experimentado el perdón de los pecados y su poder transformador en nuestras vidas, entonces tenemos una historia que contar. El evangelismo personal eficaz a menudo incorpora un testimonio personal. Pablo contaba a menudo su propia historia de conversión en su evangelización, recordando a su audiencia lo malvado que había sido y lo lejos que le había llevado la gracia de Dios (Filipenses 3:4-6; Hechos 26:9-23; 1 Corintios 15:9). Un ejemplo de cómo una historia afecta al evangelismo personal se encuentra en Juan 9. Jesús sanó a un ciego de nacimiento. Los fariseos acosaron al hombre sanado con preguntas sobre Jesús que no pudo responder. Finalmente, frustrado, el hombre gritó: "Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo". (versículo 25, NBLA). Puede que no sepamos las respuestas a todas las preguntas que nos hacen, pero sí sabemos lo que Jesús ha hecho por nosotros. Sabemos que una vez fuimos ciegos a las verdades espirituales, y ahora vemos.
La actitud correcta. Mucho daño se ha hecho en el nombre de Cristo por personas que tratan de realizar evangelismo personal, sin amor y sin humildad. Primera de Corintios 13:1-3 nos recuerda que podemos hacer cualquier cantidad de obras que parezcan nobles, pero si no las hacemos con amor, no habremos logrado nada. El amor a Cristo debe ser lo primero (Marcos 12:30), seguido de cerca por el amor a las personas. Nuestra motivación en la evangelización personal nunca debe ser la ira, el deseo de condenar a alguien o la necesidad de ganar una discusión. Debemos revisar nuestros propios corazones antes de embarcarnos en la tarea de evangelizar a otros (Mateo 7:3-5). No tenemos que ser perfectos, pero debemos estar seguros de que nuestro deseo es la salvación de los perdidos, no la motivación de parecer espirituales o de tener razón. Gálatas 5:22-23 presenta una lista de cualidades de carácter que formarán parte de un evangelismo personal eficaz.
Obediencia, no resultados. A veces es tentador reducir la verdad bíblica en el evangelismo personal para obtener la respuesta que deseamos. Pero hacerlo solo socava la obra que Dios quiere hacer en la vida de esa persona. Las Escrituras están llenas de ejemplos de personas que obedecieron los mandamientos de Dios, a pesar de que los resultados no fueron nada de lo que suponían: Abraham siguió a Dios a Canaán, y enseguida le sobrevino el hambre (Génesis 12:10). María aceptó el papel de madre del Mesías prometido, y luego vio cómo se burlaban de Él y lo crucificaban (Lucas 1:38; Juan 19:25). Pablo siguió la guía del Espíritu Santo a Filipos y fue arrestado y encarcelado (Hechos 16:6-24).
En nuestra evangelización personal, es bueno recordar que solo somos responsables ante Dios por nuestra obediencia, no por los resultados de esa obediencia. Podemos presentar el evangelio completa y amorosamente, y la persona a quien testificamos puede escuchar y entender, pero elegir alejarse. No somos responsables de esa reacción, solo del nivel de obediencia en nuestra presentación. Jesús explicó en Lucas 8:5-15 que los corazones humanos son como tipos de tierra. La semilla sembrada es la misma en cada caso, pero las personas reciben la Palabra de Dios de manera diferente y responden de manera diferente. Nuestro trabajo, como sembradores de semillas, es presentar la verdad tan eficazmente como sepamos y confiar los resultados a Dios.
La evangelización personal es responsabilidad de cada creyente. Dios nos llama a cada uno de nosotros a diferentes tareas y nos otorga diferentes dones, aunque el objetivo es el mismo: la salvación de los perdidos (1 Corintios 12:6-7; Lucas 19:10). Él nos coloca en posiciones estratégicas de influencia, no de privilegio. Tenemos vecinos, compañeros de trabajo, amigos y familiares que necesitan escuchar las buenas nuevas acerca de Jesús. Ya sea que seamos llamados a liderar cruzadas evangelísticas o simplemente a cultivar una relación con un vecino no salvo, el evangelismo personal debe ser el motor de nuestras vidas. Las palabras que Jesús dijo a Sus discípulos hace más de dos mil años todavía se aplican a Sus seguidores hoy: "debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar" (Juan 9:4, NBLA). Mientras tengamos aliento, podemos hacer evangelismo personal. Mientras permanezcamos rendidos al Espíritu Santo, Él lo hará a través de nosotros (Lucas 12:12).
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¿Qué es evangelismo personal?