Pregunta
¿Debería un cristiano leer galletas de la fortuna?
Respuesta
Las galletas de la fortuna son galletas crujientes en forma de U dobladas alrededor de un papel impreso que contiene un proverbio, una frase de la fortuna u otra afirmación. En la mayoría de los restaurantes chinos se ofrecen con la cuenta o al final de la comida. El cliente debe abrir la galleta de la suerte para leer la frase, que suele ser un refrán sencillo o una predicción al azar, como "Hoy tendrás éxito", "La persona que amas está más cerca de lo que crees" o "La actitud es algo pequeño que marca una gran diferencia". Muchas galletas de la suerte también contienen "números de la suerte". Ya que leer la fortuna implica un conocimiento profético especial, algunos cristianos se preguntan si es incorrecto leer galletas de la fortuna.
Irónicamente, las galletas de la fortuna no son chinas. Nadie sabe exactamente dónde se originó la galleta de la fortuna. Algunos afirman que las inventó David Jung, fundador de la Hong Kong Noodle Factory de Los Ángeles, California, en 1918. Curiosamente, las galletas de la suerte que Jung repartía contenían versículos de la Biblia. Otros informes relacionan la galleta de la fortuna con Japón. Para los cristianos, la verdadera cuestión es si leer el proverbio de la galleta de la suerte es participar de algún modo en adivinación o brujería, similar a consultar un horóscopo.
Una diferencia importante entre las galletas de la suerte y los horóscopos es que las galletas de la suerte nunca se presentan como profecías serias. Se reparten al azar y no pueden tener ninguna relación con la persona que las abre. Los horóscopos, en cambio, se presentan como astrología real y están supuestamente relacionados con la fecha de nacimiento de la persona y determinadas alineaciones planetarias. Este tipo de adivinación está estrictamente prohibida en las Escrituras (Deuteronomio 18:10-15). De hecho, cuando Pablo predicó el Evangelio en Éfeso, muchos de los que antes practicaban la astrología y la adivinación respondieron positivamente a su mensaje. "Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos" (Hechos 19:19). Sabían instintivamente que el evangelio de Jesucristo no podía coexistir con las artes mágicas, la astrología o la adivinación de ninguna clase.
Las galletas de la fortuna son simplemente postres tradicionales que se ofrecen en la mayoría de los restaurantes chinos como parte de la experiencia gastronómica. Nunca se presentan como verdaderos objetos de adivinación. Si comer y leer una galleta de la fortuna no conlleva ninguna connotación espiritual para una persona, entonces los cristianos son libres de disfrutar de ellas. Sin embargo, Romanos 14 da sabiduría sobre asuntos de conciencia como éste. Si la conciencia de un cristiano lo condena cuando abre una galleta de la fortuna, entonces debe abstenerse. O, si estamos cenando con cristianos que se sienten ofendidos por la idea de las galletas de la fortuna, también debemos respetar sus conciencias más débiles. Romanos 14:22-23 resume las enseñanzas del Nuevo Testamento sobre actividades no tratadas directamente en las Escrituras: "¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado".
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