Pregunta
¿Cómo puedo glorificar a Dios en todo lo que hago?
Respuesta
El concepto de "glorificar" a Dios es el de honrar a Dios con la propia vida. Primera de Corintios 10:31 enseña a los creyentes a honrar al Señor en todo lo que hacen: "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios". El contexto de este versículo incluye una discusión sobre la libertad que los creyentes tienen en Cristo. Somos libres de tomar decisiones personales en la vida, pero no debemos hacer nada que haga que otra persona "tropiece" o peque en su propio caminar con Dios. Debemos buscar el bien de los demás (1 Corintios 10:32-33).
Además, los creyentes pueden tener el "derecho" de hacer cualquier cosa, pero no todo es beneficioso (1 Corintios 10:23). Pablo utilizó el ejemplo de comer carne que había sido dedicada a los ídolos. Para él, tal dedicación no significaba nada, ya que los ídolos no son dioses reales. Sin embargo, se abstendría de volver a comer carne por el bien de los demás, que podrían pecar siguiendo su ejemplo. Los creyentes sirven al Señor tanto a través de su vida personal como en sus acciones hacia los demás.
Glorificar a Dios requiere un compromiso total con Él. En Colosenses 3:23 leemos: "Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor" (NBLA). El contexto incluye las indicaciones de Pablo para los esclavos cristianos que trabajaban para amos humanos. Incluso en este papel, su trabajo se debía hacer como si estuvieran sirviendo a Jesús (Colosenses 3:24). Honrar o glorificar a Dios en todo incluye tener una fuerte ética de trabajo, incluso cuando trabajamos para quienes no nos agradan o en situaciones difíciles.
Glorificar a Dios en todo significa que lo honramos en nuestros pensamientos y acciones. Nuestros pensamientos deben estar puestos en las cosas de Dios (Salmo 1) y en la Palabra de Dios (Salmo 119:11). Cuando nos enfocamos en la Palabra de Dios, sabemos lo que es correcto y podemos seguir haciendo lo que es correcto.
Jesús siempre glorificó a Su Padre en el cielo. Nunca hubo un momento en el que no glorificara a Dios. Cada pensamiento, palabra y acción de nuestro Señor estaba totalmente dedicado a la gloria de Dios. Cuando Jesús enfrentó las tentaciones de Satanás (Mateo 4:1-11), Jesús citó las Escrituras las tres veces. Jesús era un hombre de la Palabra, totalmente comprometido con la voluntad de Dios, y Su ejemplo en la superación de la tentación ofrece esperanza a todos los que tratamos de mantenernos firmes en tiempos de prueba.
Otra forma de glorificar a Dios en todo lo que hacemos es en el trato adecuado de nuestros cuerpos. Al hablar de la inmoralidad sexual, 1 Corintios 6:19-20 enseña: "¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo" (NBLA).
Para glorificar a Dios en todo, debemos ejercitar la fe (Hebreos 11:6), amar sin hipocresía (Romanos 12:9), negarnos a nosotros mismos (Lucas 9:23), estar llenos del Espíritu (Efesios 5:18) y ofrecernos como "sacrificios vivos" a Dios (Romanos 12:1). Cada área de la vida es importante para evaluar y vivir al máximo para la gloria y el honor de Dios. Debemos esforzarnos para que cada pensamiento y obra traiga gozo a nuestro Padre celestial.
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¿Cómo puedo glorificar a Dios en todo lo que hago?
