Pregunta
¿Qué es la gracia especial?
Respuesta
La gracia especial es un término utilizado en la teología Reformada o Calvinista, y se refiere a la obra de Dios en las vidas de Sus elegidos cuando Él los regenera y los reconcilia consigo mismo. Es "gracia" en el sentido de que es un favor inmerecido; es "especial" porque no todos la reciben.
La gracia especial a menudo se contrasta con la gracia común, que es la misericordia que Dios extiende a toda Su creación. La gracia especial está conectada con la doctrina de la depravación total, que dice que todas las partes del hombre -su mente, voluntad, emociones y carne- han sido corrompidas por el pecado. Debido a nuestra depravación, no podemos hacer nada para alcanzar la salvación por nuestro propio mérito. Se requiere un acto especial de Dios para rescatar a alguien del pecado.
Según el Calvinismo, las personas a quienes Dios extiende Su gracia especial son los elegidos. No son elegidos o escogidos basados en ningún mérito propio, sino puramente por la gracia y misericordia de Dios (Efesios 1:4-5). Un prominente teólogo Reformado definió la elección como "ese acto eterno de Dios mediante el cual Él, en su soberano buen placer, y sin previa consideración de mérito en ellos, elige a un cierto número de hombres para ser los receptores de la gracia especial y de la salvación eterna" (Berkhof, L., Teología Sistemática, Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1996, p. 114).
La distinción entre la gracia especial y la gracia común tiene como objetivo salvaguardar la exclusividad de la salvación a través de Cristo (Hechos 4:12). Muchas personas pueden experimentar culpa por su pecado o apreciar la belleza de la creación de Dios, pero estos sentimientos son el resultado de la gracia común. Tales realizaciones por sí mismas no pueden salvar a nadie. Solo la fe en Jesucristo puede salvar a un individuo de su pecado (Romanos 10:9). Y esa fe se da a través de la gracia especial de Dios.
El concepto de gracia especial es una manera de expresar la verdad de que nadie puede salvarse a sí mismo, y todos deben depender de la gracia de Dios para la salvación. Es una parte importante de la soteriología Calvinista. La doctrina de la gracia especial hace una distinción entre las bendiciones de Dios experimentadas por todas Sus criaturas y el acto específico de Dios al llamar a Sus elegidos a la fe en Cristo. Todo el mundo experimenta las bendiciones de Dios en algún grado (Mateo 5:45), pero no todos reciben el don de la salvación.
La articulación Reformada de la gracia especial es un buen recordatorio para todos los cristianos, sin importar sus creencias teológicas, de que su salvación es enteramente un regalo de Dios. Es "no por obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:9).
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