Pregunta
¿Qué son los guías espirituales? ¿Deberían los cristianos consultar a los guías espirituales?
Respuesta
Si realizas una búsqueda en internet sobre "guías espirituales", encontrarás una variedad de respuestas, entre ellas:
"Los guías espirituales son seres incorpóreos que nos son asignados antes de nacer y que nos ayudan a lo largo de la vida".
"Algunos pueden ser maestros altamente ascendidos (como Jesús), y otros podrían ser simplemente un espíritu con maestría en un área específica".
"Un guía ancestral es alguien con algún tipo de parentesco contigo, como tu querida tía Carmen que falleció cuando tenías diez años".
"Un guía espiritual típico es arquetípico, simbólico o representativo de algo más".
"Un verdadero guía espiritual es un ser evolucionado que ha acordado apoyar tu evolución espiritual. Los verdaderos guías espirituales son sabios, compasivos y, a menudo, divertidos".
La idea general es que existen espíritus benevolentes que desean ayudar o "guiar" a las personas en la vida. La creencia en los guías espirituales está comúnmente asociada con sistemas de creencias de la Nueva Era, el paganismo y el espiritismo. El término guía espiritual no siempre se usa, ya que también se les llama "maestros ascendidos" o "ayudantes invisibles". La escritura automática, los estados oníricos, la hipnosis y la meditación están relacionadas con los guías espirituales. Además, términos como círculos mágicos, centrado, iridología, cristales, autorrealización y afirmación positiva a menudo están vinculados a ellos. El objetivo de contactar a un guía espiritual suele ser descubrir algún tipo de sabiduría secreta y alcanzar un nivel superior de conciencia.
A pesar de las afirmaciones de los practicantes de la Nueva Era, los guías espirituales están lejos de ser benevolentes. No son los espíritus de seres queridos fallecidos, ni son maestros ascendidos que han cruzado algún plano místico. Son lo que la Biblia llama "espíritus de muertos" (Levítico 20:27). No anuncian su naturaleza maligna, sino que se presentan como benefactores. 2 Corintios 11:14-15 dice: "Aun Satanás se disfraza como ángel de luz. Por tanto, no es de sorprender que sus servidores también se disfracen como servidores de justicia" (NBLA). Las mentiras de Satanás son más efectivas cuando parecen verdades y aparentan ser útiles. Los guías espirituales en realidad son espíritus demoníacos que se hacen pasar por ayudantes para atrapar y destruir a las personas mediante enseñanzas falsas y prácticas ocultistas.
Según los guías espirituales, el propósito del hombre es transformarse mediante la conciencia espiritual, reconocer su divinidad interior y conectarse con el cosmos. Según la Biblia, el propósito del hombre es glorificar a Dios y ser conformado a Su imagen. El espiritismo enseña que el hombre es inherentemente bueno y tiene un potencial ilimitado de poder y avance. La Biblia dice que el hombre es inherentemente pecador y que nadie es realmente bueno. Los guías espirituales afirman que la verdad es relativa y que hay muchos caminos hacia Dios. La Biblia declara que Dios es la verdad y que Jesucristo es el único camino hacia una relación correcta con Él. Los guías espirituales representan una cosmovisión totalmente opuesta a lo que enseña la Biblia.
En la Biblia, Dios advirtió repetidamente a su pueblo sobre los peligros de involucrarse con el mundo espiritual. Levítico 19:31 dice: "No se vuelvan a los adivinos ni a los espiritistas, ni los busquen para ser contaminados por ellos" (NBLA). Deuteronomio 18:11-12 afirma que quienes consultan con espíritus de los muertos son una abominación para Dios. En 1 Crónicas 10:13 leemos que el rey Saúl murió porque "consultó y pidió consejo a una adivina" (NBLA). En 1 Juan 4:1 se nos dice: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo".
¿Cómo escapar de estos enemigos espirituales? Resistiendo a través de la fe en Dios (Santiago 4:7). Dios es más grande que cualquier espíritu (1 Juan 4:4) y solo Él puede librarnos de su poder. Jesús ejerció autoridad sobre los espíritus inmundos, ordenándoles salir de las personas (Mateo 17:18; Marcos 5:8-9), y ellos tuvieron que obedecer. Pablo escribió en Efesios 6:10-18 que debemos ponernos la armadura de Dios y usar Su fuerza para enfrentar a nuestros enemigos espirituales. Esto solo se puede lograr por medio de alguien que ha recibido la salvación de Dios a través de Jesucristo. La confesión y el arrepentimiento son el punto de partida. "Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9, NBLA).
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