Pregunta
¿Por qué parece que la incredulidad está aumentando en el mundo hoy en día?
Respuesta
Los estudios muestran que la incredulidad efectivamente está en aumento hoy en día. Estamos viviendo en tiempos cada vez más seculares, y, desafortunadamente, aquellos que no creen en la verdad de las Escrituras a menudo parecen tener las voces más fuertes en el dominio público. Los escépticos se están volviendo más atrevidos y vocales, y su influencia se ve en la educación, el entretenimiento, los sistemas judiciales y el gobierno. Han hecho un progreso significativo hacia su meta de eliminar por completo el nombre de Dios del ámbito público.
Añade a esto el hecho de que estamos viviendo en lo que algunos llaman los tiempos más “analfabetos bíblicos”, y es evidente por qué la incredulidad está en aumento y por qué los estándares morales siguen deteriorándose. Otros factores que contribuyen a la incredulidad de hoy incluyen la omnipresencia del humanismo secular, la tibia adhesión de la iglesia a las duras verdades de la Palabra de Dios, el significativo crecimiento de las religiones de la Nueva Era y del Este, los intentos de redefinir la familia, el rechazo posmoderno de los absolutos y el agresivo surgimiento de los Nuevos Ateos.
La conclusión es esta: vivimos en un mundo caído, y “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio...” (2 Corintios 4:4). A medida que avanza la historia, muchos se alejarán aún más de la sólida doctrina bíblica, y la incredulidad se propagará. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1). Hay multitud de falsos maestros que mantienen a los perdidos cegados y les ayudan en su huida de Dios (Mateo 24:10–11; 2 Timoteo 4:3; 1 Juan 4:1). La triste verdad es que la mayoría de las personas ya no ven la Biblia como la autoridad absoluta. Mientras la Palabra de Dios continúe siendo marginada, la incredulidad seguirá aumentando en todo el mundo.
La Biblia advirtió contra la incredulidad y la apostasía hace casi dos mil años: “y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:4). John MacArthur ha dicho: “Nuestra sociedad se ha oscurecido gradualmente; y el mensaje que la iglesia da al mundo es ahora más confuso que quizás en cualquier momento desde las Edades Oscuras.” Su conclusión: “La iglesia necesita volver a la Palabra de Dios.” Definitivamente, regresar a la Palabra es la única solución; hacer algo menos es esconder nuestra luz debajo de un almud (Lucas 11:33). Si queremos que las personas crean, debemos darles algo en lo que creer.
El siervo de Cristo no debe perder el ánimo. A pesar del creciente descreimiento y de la creciente hostilidad hacia el cristianismo, hay buenas noticias. Jesús nos dijo que, antes de que venga el fin, su evangelio sería predicado en todo el mundo (Mateo 24:14). Partes de la Biblia han sido traducidas a más de 3,850 idiomas, cubriendo el 98% de la población mundial. Las emisiones de radio cristianas ahora son accesibles para casi el 78% de la población de la tierra. La Palabra de Dios está siendo predicada alrededor del mundo con un éxito tremendo por multitudes de cristianos, muchos de los cuales arriesgan sus vidas diariamente para difundir el evangelio. “La mano del Señor no se ha acortado para salvar” (Isaías 59:1, NBLA), incluso en China comunista, donde se cree que más de cien millones de personas siguen a Jesucristo. La Enciclopedia Cristiana Mundial informa que casi diecisiete millones de personas aceptan a Jesucristo cada año. Los escépticos se multiplicarán (Judas 1:18) y la incredulidad crecerá, pero Jesús sigue siendo el Señor de la cosecha, sigue siendo su campo de cosecha y seguimos orando para que envíe a sus obreros (Lucas 10:2).
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