Pregunta
¿Por qué la literatura apocalíptica es tan extraña?
Respuesta
La literatura apocalíptica es una forma específica de profecía que utiliza símbolos e imágenes y predice desastres y destrucción. La literatura apocalíptica suele contener descripciones extrañas e imágenes extravagantes: la terrible bestia con dientes de hierro de Daniel 7, las langostas de pelo largo y cara de hombre de Apocalipsis 9, las criaturas de cuatro caras de Ezequiel 1.
La literatura apocalíptica describe el fin del mundo y suele relatar acontecimientos grandiosos y catastróficos. En el Antiguo Testamento, libros como Ezequiel, Daniel y Zacarías contienen elementos de literatura apocalíptica. Lo mismo ocurre con algunos pasajes del Nuevo Testamento, como 2 Tesalonicenses 2, Marcos 13 y Mateo 24. Y, por supuesto, todo el libro del Apocalipsis es apocalíptico; de hecho, la palabra griega apocalipsis significa "revelación".
Parte de la rareza de la literatura apocalíptica puede provenir de la dificultad de explicar acontecimientos que el observador simplemente no entendía, o tal vez las visiones del escritor eran realmente tan inusuales como se describen. Otra razón de la rareza de la literatura apocalíptica es el tema en sí. Por necesidad, "el fin del mundo" va a implicar acontecimientos anormales. Esto es especialmente cierto en las obras apocalípticas, en las que hay un ajuste final de cuentas o un equilibrio de la justicia. Como el poder divino interfiere con la naturaleza para llevar a cabo este ajuste de cuentas, las cosas en la tierra se volverán extremadamente anormales.
Otra razón de la rareza de la literatura apocalíptica es el uso intensivo del simbolismo. Tanto en la literatura apocalíptica bíblica como en la no bíblica, los símbolos son un medio importante para transmitir el mensaje. Por esta razón, muchos acontecimientos se describen en metáforas, más que en términos literales. Por ejemplo, en el libro del Apocalipsis, Juan describe a una mujer vestida del sol, con dolores de parto, y a un dragón que espera para atacar a su hijo (Apocalipsis 12:1-4). En otro lugar, Juan describe una bestia del mar con siete cabezas y diez cuernos (Apocalipsis 13:1). Los lectores del género reconocerán que se trata de símbolos, no de criaturas literales. Las descripciones de otro mundo sirven como pistas que apuntan hacia alguna persona, cosa o acontecimiento futuro.
Otra posible razón del lenguaje extraño en la literatura apocalíptica es la dificultad inherente a la explicación del futuro. Si, por ejemplo, Juan viera cosas como tanques, aviones, armas nucleares o televisores, ¿cómo las explicaría? ¿Cómo llamaría a un misil aire-tierra, utilizando solo su propio vocabulario? ¿Realmente sabría lo que son o cómo explicárselo a los demás? Lo más probable es que Juan describiera lo que esas cosas podrían parecerle a alguien de su época, como animales, estrellas o hechizos.
Lo más probable es que las visiones que tuviera un escritor apocalíptico fueran visiones literales, fielmente registradas, pero las visiones mismas se transmitieron metafóricamente. Es decir, Dios eligió mostrar a los escritores símbolos en lugar de personas o cosas literales. Tal vez Juan realmente visualizó a una mujer vestida de sol, y realmente vio a un dragón con múltiples cabezas, ya que esos eran los símbolos que Dios quería que relatara en el Apocalipsis.
La literatura apocalíptica bíblica es genéricamente similar a otras obras de su tipo, pero con algunas diferencias importantes. La mayoría de los escritos de este tipo son anónimos y vagos en cuanto a quién se dirigen. Esto se debía normalmente al propósito de la escritura apocalíptica: enviar un mensaje subversivo de un profeta ficticio del pasado. Pero en el caso de Juan, el escritor se identifica explícitamente (Apocalipsis 1:1-2), dirige el mensaje a personas concretas (Apocalipsis 1:9-10) y escribe muchos siglos antes de que se cumpliera (Apocalipsis 22:8-10). El contenido de la literatura apocalíptica es ciertamente extraño, pero no más de lo que uno esperaría para ese género y tema.
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