Pregunta
¿Era el fruto prohibido una manzana?
Respuesta
La frase fruto prohibido ha llegado a significar "algo deseable pero prohibido". La idea del fruto prohibido se originó con la historia bíblica del primer hombre y la primera mujer, Adán y Eva, que cometieron el primer pecado en la tierra. Génesis 3 da los detalles de la primera tentación de la humanidad. Satanás, en la forma de una serpiente, convenció a Eva de que había entendido mal el mandato de Dios de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 3:4-5). Primero, Satanás cuestionó su comprensión de las palabras de Dios, luego le sugirió que tomara su propia decisión en base a su opinión personal de que el fruto prohibido era "bueno", "agradable" y "deseable" (versículo 6). Así que, siendo engañada y actuando en contra del mandato de Dios (Génesis 2:16-17), Eva tomó el fruto y lo comió. Le dio el fruto a Adán, quien también comió un poco. En ese momento, el pecado, la muerte y la destrucción entraron en el perfecto mundo de Dios (Romanos 5:12).
Por siglos, la gente se ha preguntado acerca de la identidad de esta tentadora fruta que causó tanto problema. ¿Era una manzana, como muchos suponen? La palabra hebrea para "fruta" en este pasaje es peri, que es un término general utilizado para "producto", "resultados" o "recompensa". En ninguna parte de las Escrituras se da la identidad de la fruta prohibida. Algunos especulan que la idea de que sea una manzana pudo comenzar cuando la Biblia fue traducida al latín. La palabra latina para "manzana" es mālum, que es muy similar a otra palabra latina, mălum, que significa "mal". Cuando surgió la Vulgata latina, la similitud de las palabras podría haber generado la idea de que las manzanas representan el mal.
La leyenda y el arte también han contribuido a la suposición común de que el fruto prohibido era una manzana. Nos referimos de manera informal a la laringe como la manzana de Adán, un término que se originó en un cuento popular en el que la protuberancia en el cuello de una persona era causada por la manzana clavada en la garganta de Adán. (Ayuda a la leyenda el hecho de que la protuberancia cartilaginosa es más pronunciada en los hombres que en las mujeres). Los pintores del Renacimiento ayudaron a fijar la identificación del fruto prohibido como una manzana a través de sus representaciones de historias bíblicas mezcladas con la mitología. El folclore tiende a crear una vida propia cuando la gente repite como verdad lo que empezó como sugerencia.
Lo probable es que el fruto mencionado en Génesis 3 ya no esté presente en la tierra. Aunque el fruto en sí mismo no era malo—solamente la desobediencia lo era—parece probable que el Señor haya quitado ese árbol y su fruto al igual que con el árbol de la vida (Génesis 2:9; 3:24; Apocalipsis 22:2). El Jardín del Edén ya no existe, por lo que es razonable suponer que el fruto involucrado en la destrucción del Edén tampoco existe más.
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