Pregunta
¿Está mal matar arañas o pisar insectos?
Respuesta
No existe ninguna prohibición bíblica contra matar insectos, bichos, arañas u otras criaturas similares. ¡La ley del Antiguo Testamento incluso llegó a separar los insectos limpios que los israelitas podían comer de los insectos impuros que no podían, comer bichos es una forma de deshacerse de ellos! "A todo insecto volador que camina en cuatro patas lo considerarán ustedes un animal inmundo. Hay, sin embargo, algunos insectos voladores que caminan en cuatro patas y que ustedes podrán comer: los que además de sus patas tienen zancas para saltar, y también toda clase de langostas, grillos y saltamontes. Pero a los demás insectos alados que caminan en cuatro patas ustedes los considerarán animales inmundos" (Levítico 11:20-23, NVI).
Por supuesto, la mayoría de nosotros hoy no estamos buscando en el mundo de los insectos una fuente de alimento. Cuando matamos arañas o insectos, a menudo es porque son plagas en nuestras casas. No hay absolutamente nada de malo en mantener una casa limpia y segura eliminando las hormigas, los ciempiés, los escorpiones, las arañas viuda negra, las cucarachas, los chinches, las polillas, las moscas de la fruta, las moscas comunes, las moscas de los caballos, los mosquitos, etc., etc., etc.
Algunas personas optan por liberar sus hogares de plagas de forma "humana"; es decir, atraparían con cuidado la araña viuda negra que corre por su almohada, la mantendrían viva y la depositarían a una distancia segura de su casa. Eso está bien. Otros preferirían aplastar la araña, pisoteándola unas cuantas veces para asegurarse de que esté muerta, y luego quemar la almohada. Eso también está bien. Es cuestión de conciencia. La prohibición bíblica "no matarás" (Éxodo 20:13) se refiere al asesinato premeditado de un ser humano, no a aplastar la araña en tu almohada.
Sin embargo, debemos hacer una distinción entre liberar el hogar de plagas y simplemente matar arañas e insectos sin una buena razón. Dios tiene un propósito para todo animal que se arrastra sobre la tierra (Génesis 1:26). Las arañas e insectos son creación de Dios, y Él las posee: "Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece." (Salmos 50:11). Tratar a cualquier criatura de Dios, por pequeña que sea, con crueldad gratuita es pecado. Enfocar una lupa en un hormiguero solo para ver sufrir a las hormigas, salpicar sal en un caracol de jardín solo para verlo retorcerse, pisar a propósito cualquier tipo de insecto en la acera solo por la morbosa satisfacción que produce: estas no son las acciones de una persona temerosa de Dios.
Todos en algún momento u otro matamos involuntariamente arañas, insectos y otras criaturas menos visibles simplemente caminando por la calle. Esto no se puede evitar y no es un pecado. Tampoco es pecado mantenerse a uno mismo y a su familia seguros y saludables: adelante, aplasta la mosca, mata la garrapata y aplasta la araña venenosa. No es pecado proteger la propiedad de uno, tampoco: adelante, extermina las termitas y rocía contra los gorgojos. También se puede argumentar a favor de matar arañas e insectos en interés del aprendizaje: adelante, ayuda a tu hijo a pinchar los bichos en la tabla para su clase de ciencias. Pero, por respeto al Creador de todas las cosas, no debemos participar en la matanza innecesaria y gratuita de arañas e insectos en la naturaleza.
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