Pregunta
¿Cuáles son algunas buenas formas de memorizar versículos bíblicos?
Respuesta
Memorizar versículos de la Biblia es una forma importante de introducir la Palabra de Dios en nuestro corazón para que nos transforme. El salmista escribió: "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti" (Salmo 119:11). Cuando hacemos intencionadamente de la Palabra de Dios parte integrante de nuestros pensamientos, empezamos a ver el pecado como lo ve Dios. Pero memorizar puede resultar difícil para muchas personas. Aun así, hay algunas técnicas que pueden ayudar a hacerlo más fácil. Los siguientes son algunos consejos para fomentar la memorización de la Palabra de Dios:
1. Lee todo el capítulo de corrido, una y otra vez. La memorización es más fácil cuando comprendemos el contexto. Muchos versículos forman parte de una idea más amplia y, al comprender esa idea, los versículos aislados tienen más sentido. Al leer un pasaje entero, podemos decidir incluir uno o dos versículos antes o después de la escritura seleccionada para que el pensamiento sea más completo. Leer el pasaje entero muchas veces lo hace más familiar, y nos resulta más fácil memorizar lo que nos resulta familiar.
2. Escribe a mano los versículos seleccionados en tarjetas y llévalas contigo. Al trabajar en los versículos poco a poco a lo largo del día, también mantenemos la verdad de Dios en nuestra mente. Al escribir solo unas pocas palabras del versículo en cada tarjeta, obtenemos una sensación de logro cuando dominamos una tarjeta. Dividir el versículo también lo hace más manejable.
3. Encuentra un compañero de memoria. Memorizar con un amigo nos ayuda a mantenernos responsables y motivados. Si el amigo se adelanta, surge la competitividad natural y queremos seguirle el ritmo. Tener a alguien que comparta nuestro viaje de memorización también nos da la oportunidad de intercambiar ideas sobre lo que el versículo significa para nosotros y cómo quiere Dios que lo apliquemos. Al hacerlo, hacemos algo más que repetir las palabras en orden. Permitimos que la verdad de las mismas profundice donde echan raíces y dan fruto.
4. Incorpora la meditación como parte de la memorización (Salmo 1:1-2). La meditación es un pensamiento profundo y centrado en la aplicación personalizada de una verdad concreta. La Biblia nos anima a meditar en la Palabra: "Meditaré en Tus preceptos, y consideraré Tus caminos" (Salmo 119:15, NBLA). Cuando meditamos sobre el significado de un pasaje concreto y consideramos lo que significa para nuestra vida, vamos más allá de la simple memorización. Estamos obedeciendo el mandato de Jesús de permanecer en Él y permitir que Sus palabras permanezcan en nosotros (Juan 15:7). Memorizar y meditar versículos bíblicos es una buena manera de permanecer en la Palabra de Dios.
5. Lee y repite el versículo en voz alta. O cántalo. Al verlo, decirlo y oírlo, estamos utilizando varios de nuestros sentidos y ayudando a nuestro cerebro a almacenar la información. Cuanto más "activamente" participamos en el aprendizaje de un versículo bíblico, más nítido se vuelve ese versículo en nuestra memoria a largo plazo y, por tanto, más fácil de recordar. Esta es también la razón por la que utilizar movimientos de las manos puede ayudar muchas veces a un niño a aprender una canción o a memorizar un versículo bíblico.
6. Para los que tienen dotes artísticas, ilustrar un versículo bíblico es una buena manera de memorizarlo. Reducir las palabras a dibujos o símbolos requiere una parte distinta del cerebro y puede ayudar a cimentar las ideas de forma duradera. Las ilustraciones también ayudan a los niños a memorizar. Animar a los niños a que hagan sus propios dibujos les ayuda a personalizar los versículos y a aprender a meditar en la Palabra de Dios.
Cuando hemos memorizado porciones significativas de las Escrituras, Dios las utiliza para hablarnos. Por ejemplo, si estamos orando acerca de una decisión, en medio de nuestra oración puede aparecer flotando en nuestra mente un versículo memorizado hace mucho tiempo. No estábamos intentando pensar en un versículo, y el que nos viene a la mente no siempre es el que habríamos elegido como respuesta. Pero, como permanecemos en Su Palabra, el Señor es libre de utilizarla para responder a nuestras preguntas.
También podemos incorporar versículos memorizados a nuestras propias oraciones y orarlos de nuevo a Dios. De ese modo, tenemos la seguridad de que estamos orando en Su voluntad (1 Juan 5:14). Cuando nos hemos esforzado por memorizar pasajes de las Escrituras, estos entretejen de forma natural sus verdades en nuestras oraciones, nos corrigen cuando oramos mal y reflejan lo que nuestro corazón intenta decir (Romanos 8:27). Cuando nos comprometemos a guardar la Palabra de Dios en nuestro corazón, Él bendecirá nuestros esfuerzos y utilizará esos versículos para ayudarnos a crecer (1 Pedro 2:2).
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¿Cuáles son algunas buenas formas de memorizar versículos bíblicos?
