Pregunta
¿Cómo puedo saber si he nacido de nuevo?
Respuesta
El nuevo nacimiento espiritual se produce cuando una persona deposita su fe en la muerte y resurrección de Jesús y recibe el perdón de Dios por sus pecados (1 Pedro 1:3; 1 Juan 2:2). La salvación es el estado de renacer, como dice Jesús: "En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3, NBLA). Renacer espiritualmente es como si una oruga sufriera una metamorfosis y emergiera de una crisálida como una nueva criatura. La salvación es una metamorfosis espiritual, con consecuencias radicales, que transforma la vida de los creyentes. Cuando uno nace de nuevo, es una nueva creación en Cristo (2 Corintios 5:17).
Pero, ¿cómo podemos saber que hemos nacido de nuevo espiritualmente? ¿Hay alguna experiencia que debamos buscar? ¿Un cierto sentimiento que deberíamos tener? ¿Cuál es la prueba del nuevo nacimiento?
Pablo afirma que podemos y debemos probarnos a nosotros mismos si estamos en la fe (2 Corintios 13:5). Juan dice que podemos saber que tenemos vida eterna (1 Juan 5:13). La Palabra de Dios da a los creyentes la seguridad de la salvación y proporciona directrices sobre cómo podemos saber que hemos nacido de nuevo.
Puedes saber que has nacido de nuevo si has puesto tu fe en Jesucristo. Romanos 10:9-11 (NBLA) dice: "que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzado". El único requisito para la salvación es la fe en la obra de la muerte y resurrección de Jesús (Juan 6:29). Nada ni nadie más puede salvar, ni siquiera nuestras propias buenas obras (Hechos 4:12; Efesios 2:1-10). Una vez que una persona se salva al depositar su fe en Jesús, puede estar segura de su salvación (Juan 10:28). Esta es la promesa de Dios.
Tener fe en Jesús significa confiar en Él. Ponemos nuestra fe en Jesús cuando reconocemos que estamos separados de Dios y no podemos resolver ese problema por nosotros mismos, cuando entendemos que Dios ha provisto el pago por nuestros pecados a través de la muerte de Jesús, y cuando nos volvemos a Él en arrepentimiento y fe. La fe en Jesús no es un simple asentimiento intelectual a los hechos de Su existencia, Su deidad, Su muerte en la cruz o Su resurrección corporal. Más bien, la fe en Jesús es una confianza a nivel del corazón de que Él es quien dice ser y que ha logrado lo que dice que ha logrado. Es creer que la salvación es por la gracia de Dios; es confiar en el Señor resucitado para esa salvación.
Puedes saber que has nacido de nuevo si das el fruto del Espíritu. Gálatas 5:22-23 enumera las cualidades que los creyentes demostrarán como resultado de haber renacido por el Espíritu Santo: "amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio" (NTV). La obra del Espíritu Santo en tu vida es evidencia del nuevo nacimiento, ya que el Espíritu Santo mora en ti (Juan 14:16-17; 1 Juan 4:13) y te controla (Romanos 8:9).
Puedes saber que has nacido de nuevo si llevas marcas de una vida cambiada. La gente notará un cambio en la vida del seguidor de Cristo porque la vida antes de la salvación se verá diferente a la vida en Cristo. La persona nacida de nuevo por el Espíritu ya no querrá vivir en pecado; los hijos de Dios no desean participar habitualmente y sin remordimiento en las obras de las tinieblas (Efesios 5:5-8; 1 Tesalonicenses 5:5). Por el contrario, los creyentes procurarán imitar a Cristo: "Si saben que Él es justo, saben también que todo el que hace justicia es nacido de Él" (1 Juan 2:29, NBLA). Por supuesto, nadie es perfecto a este lado del cielo, pero los cristianos han sido salvos para hacer buenas obras para el Señor, y esas obras son una evidencia de su nuevo nacimiento (Efesios 2:10).
Puedes saber que has nacido de nuevo si demuestras amor por tu prójimo. Jesús les dijo a Sus discípulos que el amor los distinguiría como Sus seguidores (Juan 13:34-35). Tener amor por los demás creyentes es una marca de una persona que ha nacido de nuevo (1 Juan 4:20). Mostrar amor a los demás, incluso a los enemigos (Mateo 5:44; Marcos 12:31), es una cualidad de alguien que ha nacido de nuevo.
Muchos creyentes pueden recordar un momento concreto en el que depositaron su fe en Jesús, pero para otros llegar al punto del nuevo nacimiento puede haber sido un proceso más largo y complicado. Independientemente de si recordamos el día, el mes y el año exactos de nuestra salvación, podemos estar seguros de haber nacido de nuevo gracias a nuestra confianza en Jesús y a Su obra continua en nuestras vidas. Debido a que Él nunca cambia, podemos confiar en Jesús como medio y garantía de salvación (Hebreos 13:8).
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