Pregunta
¿Qué significa que nadie sabe el día ni la hora (Marcos 13:32)?
Respuesta
En Marcos 13:14-37, Jesús prepara a Sus seguidores para la intensa persecución y tribulación en los días venideros y especialmente durante el fin de los tiempos. Les da esperanza para soportar estas pruebas describiendo Su glorioso regreso como el Rey conquistador del universo (versículos 24-27). Para evitar que se desesperen en tiempos oscuros, el Señor quiere que vivan preparados para Su segunda venida. "Sin embargo", afirma Jesús, "nadie sabe el día ni la hora en que sucederán esas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo el Padre lo sabe. Y, ya que ustedes tampoco saben cuándo llegará ese tiempo, ¡manténganse en guardia! ¡Estén alerta!" (versículos 32-33, NTV).
En las Escrituras, "día" y "hora" se utilizan a menudo como referencias al tiempo en general (ver Mateo 7:22; 10:19; 24:42, 44, 50; 25:13; 26:45). Pero en Marcos 13, Jesús se centra en un acontecimiento específico en el futuro. Como nadie sabe el día ni la hora de Su regreso, Jesús enfatiza la necesidad de prestar atención, permanecer despiertos y estar listos en cualquier momento. En Marcos 13, Jesús hace un llamado a estar alerta en múltiples ocasiones: "¡Manténganse en guardia! ¡Estén alerta!" (versículo 33, NTV), "Le dijo que esperara su regreso" (versículo 34, NTV), "¡Ustedes también deben estar alerta!" (versículo 35, NTV), "Que no los encuentre dormidos cuando llegue sin previo aviso" (versículo 36, NTV), y "¡Manténganse despiertos esperándolo a él!" (versículo 37, NTV).
Los discípulos querían saber cuándo llegaría el fin (ver Marcos 13:3-4). Pero Jesús les dijo que ni siquiera Él lo sabía (versículo 33). Al decir esto, Jesús se humillaba activamente y tomaba la forma de un siervo (ver Filipenses 2:7-8). Ya que ningún otro humano conoce el momento del regreso de Jesús, Jesús restringió voluntariamente Su conocimiento sobre ese punto. Era parte de la sumisión de Jesús al Padre (ver Juan 5:30; 6:38; 8:28-29) y de Su misión de vivir una vida humana. Jesús, en Su humanidad, no sabía el día ni la hora de Su regreso, ni tampoco los ángeles en el cielo, solo Dios Padre. Es muy probable que Jesús, ahora en Su estado glorificado, sepa el día y la hora de Su regreso. Pero en ese momento encarnado, hablando con Sus discípulos, la información no estaba a disposición de Cristo. Más tarde, justo antes de Su ascensión, Jesús les recordaría: "No les corresponde a ustedes saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con Su propia autoridad" (Hechos 1:7, NBLA). Jesús aceptó Sus limitaciones humanas, y nosotros también lo debemos hacer. Lo que importa es estar preparados cada día para Su regreso.
Los cristianos de todas las épocas han sufrido persecución, desastres naturales y pruebas terrenales. Los discípulos genuinos deben entender que estos desafíos son una realidad cotidiana de la vida en un mundo caído. Sin embargo, los creyentes no están sin esperanza porque, al final, nuestro Rey victorioso regresará por nosotros. Mientras tanto, dado que nadie sabe el día ni la hora, debemos velar y estar preparados para Él sin importar lo que debamos soportar mientras continuamos Su misión de difundir las buenas nuevas del reino de Dios.
Muchos han intentado predecir el día del regreso de Cristo, pero las Escrituras son claras: nadie sabe el día ni la hora. Jesús dijo que permaneciéramos despiertos porque su venida sería una sorpresa: "Miren, ¡yo vendré como un ladrón, cuando nadie lo espere! Benditos son todos los que me esperan y tienen su ropa lista para no tener que andar desnudos y avergonzados" (Apocalipsis 16:15, NTV; cf. 1 Juan 2:28).
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¿Qué significa que nadie sabe el día ni la hora (Marcos 13:32)?
