Pregunta
¿Qué significa que la Palabra de Dios no volverá vacía?
Respuesta
Isaías 55:10-11 dice: "Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve....así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía". La palabra vacía significa "desocupada". El resto del versículo 11 explica lo que significa "no volver vacío", diciendo que la Palabra de Dios "hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié".
La lluvia y la nieve son parte de un proceso cíclico del agua. La precipitación llega a la tierra, se filtra en el suelo y produce grandes beneficios en el crecimiento de los cultivos, el alivio de las almas y el mantenimiento de la vida. La lluvia y la nieve vienen de arriba y no regresan sin cumplir su propósito. Dios compara Su Palabra con la lluvia y la nieve porque, al igual que la precipitación, la Palabra de Dios siempre cumple Sus buenos propósitos.
Cuando Dios dice que Su Palabra no regresará a Él vacía, podemos saber que Él tiene una intención para Su Palabra. La Palabra de Dios es de arriba. Él "exhaló" Sus palabras para nosotros, y fueron registradas en la Biblia (2 Timoteo 3:16). Cada palabra que le dio a la humanidad tiene un propósito y se dio por una razón. Así como la lluvia y la nieve, las palabras de Dios dan vida (Juan 6:63) y producen buenos frutos en nuestras vidas. A través de Su Palabra, sabemos que Dios nos ama y que Jesús murió para liberarnos del pecado y de la muerte; también aprendemos a vivir a la luz de esas verdades.
Cuando Dios dice que Su Palabra no volverá a Él vacía, somos exhortados a permanecer en Su Palabra, dejando que la misma se absorba en nuestras vidas, asimilándola como el suelo absorbe la lluvia y la nieve. La verdad no regresará vacía mientras nuestros corazones sean cambiados. La Palabra de Dios nos reprende y nos corrige cuando nos equivocamos, y nos entrena para una vida piadosa (2 Timoteo 3:16-17). Su Palabra es una luz que nos guía en este mundo oscuro (Salmo 119:105). Es relevante para cada problema práctico y apremiante. La Palabra de Dios siempre logrará lo que Él desea, bien sea enseñando, corrigiendo, entrenando, guiándonos a Él, revelando nuestro pecado, o cualquier otro propósito bueno y provechoso.
Cuando Dios dice que Su Palabra no volverá a Él vacía, entendemos que Dios es soberano. La promesa es que la Palabra de Dios cumplirá lo que Él quiere, no necesariamente lo que nosotros queremos. Podemos compartir la Palabra con el propósito de cambiar la mente de alguien, y la mente de la persona no cambia. ¿Acaso la Palabra de Dios fue nula? No, pero nuestros objetivos personales pueden haber sido diferentes de los de Dios. Como el viento que "sopla donde quiere", el Espíritu Santo se mueve de maneras misteriosas (Juan 3:8). Y Dios puede usar Su Palabra de maneras sorprendentes, en momentos y personas inesperadas. No podemos predecir exactamente cómo usará Dios Su Palabra, como tampoco los meteorólogos pueden predecir con certeza la lluvia y la nieve.
La Palabra de Dios no volverá vacía. Es demasiado poderosa. Cuando Dios dijo, "Que se haga la luz", el resultado inmediato fue que "se hizo la luz" (Génesis 1:3). Cuando Jesús dijo, "Calla, enmudece, cesó el viento" (Marcos 4:39). La Palabra de Dios siempre prosperará; Dios tendrá éxito, y aquellos que reciban Su Palabra también serán vencedores (1 Juan 5:4).
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¿Qué significa que la Palabra de Dios no volverá vacía?