Pregunta
¿Por qué será necesaria la sanidad de las naciones en la Nueva Jerusalén?
Respuesta
Una de las promesas de Dios sobre la vida eterna es que las naciones del mundo serán sanadas. Sin embargo, surge la pregunta de por qué exactamente necesita sanidad. ¿Acaso no es la Nueva Jerusalén ya un lugar de perfección?
La promesa de sanidad de las naciones se encuentra en Apocalipsis 22, después de la creación del cielo nuevo y nueva tierra (Apocalipsis 21:1). Juan escribe, "Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 22:1–5).
La sanidad de las naciones está relacionada con el árbol de la vida, mientras que Dios restaura el Edén. Se dice que las hojas de este árbol son "para la sanidad de las naciones" (Apocalipsis 22:2). Es posible que el árbol de la vida en la Nueva Jerusalén sea real y que sus hojas y diversos frutos de alguna manera enriquezcan nuestra vida en la eternidad. Todas las naciones representadas allí serán "sanadas" de sus divisiones y conflictos en su igualdad de acceso al árbol de la vida.
También es posible que el árbol de la vida en la Nueva Jerusalén sea simbólico y que su "sanidad" represente la vida eterna que todos disfrutarán allí. Los diferentes frutos que da podrían representar la diversidad ilimitada de nuestra existencia en el cielo. El río de aguas cristalinas que riega el árbol podría representar la vida espiritual de los redimidos de Dios, el "agua viva" que Jesús prometió en Juan 4:13–14.
La sanidad que nos dan las hojas del árbol de la vida no es para sanar las heridas de la batalla — la guerra habrá terminado. No se necesitará sanidad para vencer la enfermedad — ya no habrá más enfermedad, muerte o dolor (Apocalipsis 21:4). No, la "sanidad" es una referencia a la bendición perpetua del cielo nuevo y la nueva tierra; el mundo nunca volverá a estar afectado por trastornos físicos o malestar espiritual o corrupción. No habrá más guerras, ni luchas, ni conflictos. Dios sanará todo lo que aflige a Su creación, y no habrá más maldición (Apocalipsis 22:3).
En la eternidad, todo será bendecido, y el árbol de la vida representa esa bendición. Habrá una perfecta ausencia de pecado, un gobierno perfecto, un servicio perfecto a Dios, una comunión perfecta y una gloria perfecta. Es imposible para nosotros imaginar estar totalmente separados del pecado y vivir en un estado glorificado ante Dios. Pero el Señor nos asegura que "estas palabras son fieles y verdaderas" (Apocalipsis 22:6).
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