settings icon
share icon
Pregunta

¿Por qué Pablo ora "que los ojos de su corazón les sean iluminados" (Efesios 1:18)?

Respuesta


En Efesios 1:15-23, el apóstol Pablo ora para que los creyentes de Éfeso se llenen de entendimiento espiritual para conocer mejor a Jesús y comprender la plenitud de las bendiciones de Dios en Cristo: "pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de Él. Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos" (versículos 17-19, NBLA).

A lo largo de la Biblia, el "corazón" representa por lo general el centro de la vida física, emocional, mental y espiritual de una persona: toda la persona interior, que abarca la mente, la voluntad y las emociones. Por lo tanto, "los ojos de su corazón" se refiere a la percepción de nuestro interior. Nuestros "ojos interiores" son "iluminados" cuando se abren y la luz se proyecta sobre ellos, permitiéndoles ver y comprender las cosas del Espíritu.

Pablo ruega al Padre que conceda a los creyentes el "Espíritu de sabiduría y revelación". La verdadera iluminación espiritual sólo puede proceder del Espíritu Santo (Isaías 11:2; Juan 14:25-26; 16:12-14; 1 Corintios 2:9-16). La mente natural no puede comprender las cosas de Dios. Los cristianos, "hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado" (1 Corintios 2:12, NTV). El Espíritu de Dios abre los ojos del corazón para ver, recibir y comprender la verdad de la Palabra de Dios (Salmo 19:8; 119:18).

Pablo dice: "Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados", porque quiere que todos los creyentes comprendan la gran esperanza, riqueza y poder que han recibido en Jesucristo. El mismo Pablo hubiera seguido siendo un fariseo ciego si los ojos de su corazón no hubieran sido abiertos en el camino a Damasco. Hechos 9:1 dice que Pablo (entonces Saulo) seguía "respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor". Mientras se dirigía a arrestar a los seguidores de Jesús en la ciudad de Damasco, Pablo fue impactado por una luz cegadora. Oyó la voz de Jesús que le llamaba a la salvación. Tres días después, se llenó del Espíritu Santo y recuperó la vista (Hechos 9:17-19). La restauración de la vista física simbolizaba la transformación interior de Pablo cuando los ojos de su corazón fueron iluminados para ver la verdad de la salvación en Jesucristo.

Pablo les dice a los creyentes de Corinto que el mismo Dios que dio luz a la existencia en Génesis 1:3 "hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo" (2 Corintios 4:6, NTV). El apóstol quiere que los cristianos comprendan tres cosas: la esperanza de nuestra vocación (Romanos 8:30; Efesios 4:4; Colosenses 1:5; 2 Timoteo 1:9; 1 Tesalonicenses 2:12; Filipenses 3:14), las riquezas de nuestra gloriosa herencia (Colosenses 1:12; Efesios 1:14) y el incomparable poder del que disponemos los que creemos (Efesios 3:7, 16; Filipenses 3:21; 4:19).

La vida cristiana es una experiencia continua de crecimiento en nuestra fe, conocimiento y comprensión de Dios y de nuestra relación con Jesucristo. Antes de la salvación, vivíamos en las tinieblas hasta que la verdadera luz del mundo brilló en nuestros corazones (Isaías 9:2; Mateo 4:16; Juan 1:9; Juan 8:12; Hechos 26:18; Efesios 5:8). Pero una vez que llegamos a conocerlo a través de la salvación, los ojos de nuestros corazones se abren (Juan 17:3; Hebreos 6:4). Él se convierte en nuestro Salvador y Señor. Jesús nos dice: "benditos son los ojos de ustedes, porque ven; y sus oídos, porque oyen" Mateo 13:16 (NTV).

Si seguimos buscando al Señor a lo largo de nuestra vida, llegaremos a conocerlo cada vez más a través de la santificación experiencial (Filipenses 3:10-16). Descubriremos que Él es nuestro "Abba, Padre" (Romanos 8:15), "Buen Pastor" (Juan 10:10-16; 1 Pedro 5:1-4) y "la estrella resplandeciente de la mañana" (Apocalipsis 22:16). Poco a poco nos transformaremos en la imagen de Cristo (Romanos 8:29; 2 Corintios 3:18; Efesios 4:22-24; Colosenses 3:9-10) hasta que un día los ojos de nuestro corazón se iluminen por completo y lo conozcamos "cara a cara" en completa perfección (1 Corintios 13:9-12).

English



Retornar a la página inicial de Español

¿Por qué Pablo ora "que los ojos de su corazón les sean iluminados" (Efesios 1:18)?
Suscríbete a la

Pregunta de la Semana

Comparte esta página: Facebook icon Twitter icon Pinterest icon YouTube icon Email icon
© Copyright Got Questions Ministries