Pregunta
¿Es bíblica la oración a los santos / María?
Respuesta
Algunos católicos romanos trazan una línea muy fina entre orar a María -cosa que niegan hacer- y orar con ella. Afirman que una oración dirigida a María o a los santos es simplemente una forma de pedir a la gente en el cielo que ore por la gente en la tierra y no es diferente de pedir a alguien aquí en la tierra que ore a favor nuestro. Otros católicos admiten sin problemas que oran a María y a los santos.
El Catecismo de la Iglesia Católica Romana, segunda edición, parece bastante claro en el sentido de que las oraciones en la tierra pueden dirigirse a María: "Cuando oramos [a María], nos unimos con ella al plan del Padre, quien envía a Su Hijo para salvar a todos los hombres. Al igual que el discípulo amado, acogemos en nuestra casa a la madre de Jesús, que se ha convertido en la madre de todos los vivientes. Podemos orar con ella y a ella" (parte 4, § 1, cap. 2, art. 2, 2679, énfasis añadido).
Hay muchas oraciones católicas a María. Una famosa es el Memorare, que se dirige directamente a María y hace que el peticionario confíe en ella:
"Acuérdate, amantísima Virgen María,
nunca se oyó
que alguien que acudió a ti en busca de ayuda
haya quedado sin ayuda. . . .
Corro a tu protección
porque tú eres mi madre".
Lo mismo ocurre con otra oración católica tradicional, "Dios te salve, Santa Reina". Esta oración llama explícitamente a María "clementísima abogada":
"Dios te salve, Reina santa, Madre de misericordia,
salve, vida nuestra, dulzura nuestra y esperanza nuestra.
A ti clamamos los hijos de Eva;
a ti elevamos nuestros gemidos
de luto y llanto en esta tierra de destierro.
Vuelve, pues, clementísima abogada
tus ojos de misericordia hacia nosotros;
condúcenos por fin a casa".
(Tomado de Un libro de oraciones, 1982, Comité Internacional de inglés en la Liturgia, Inc.)
Orar a María y a los santos de esta manera no es bíblico. Incluso en los casos en que simplemente se pide a María o a un santo que ore por nosotros, dicha práctica carece de base bíblica.
En ninguna parte de la Biblia se enseña a los creyentes en Cristo a orar a nadie más que a Dios. Tampoco promueve, ni siquiera menciona, que los creyentes pidan oraciones a personas del cielo. ¿Por qué, entonces, muchos católicos rezan a María y/o a santos como Gertrudis, Rita, Silvestre, Vicente, Inés, etc.? ¿Por qué piden a los muertos y solicitan sus oraciones?
Los católicos ven a María y a los santos como "intercesores" ante Dios. Creen que un santo, glorificado en el cielo, se ha perfeccionado en el amor (incluido el amor por nosotros) y tiene mayor "acceso directo" a Dios que los pecadores terrenales. En el pensamiento católico, las oraciones de un santo son más efectivas que nuestras oraciones directas a Dios. Este concepto es completamente antibíblico. Hebreos 4:16 nos dice que los creyentes aquí en la tierra tienen acceso directo a Dios: "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia".
Ningún santo puede tomar el lugar de Jesús: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5). No hay nadie más que pueda mediar ante Dios por nosotros. Ya que Jesús es el único mediador, María y los santos no pueden ser mediadores. Además, la Biblia nos dice que Jesucristo mismo intercede por nosotros ante el Padre: "por lo cual [Él] puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos" (Hebreos 7:25). Con Jesús mismo intercediendo por nosotros, ¿para qué necesitaríamos que María o los santos intercedan por nosotros? ¿A quién escucharía Dios más fácilmente que a Su Hijo unigénito? Romanos 8:26-27 dice que el Espíritu Santo también intercede por nosotros. Con la segunda y tercera Personas de la Trinidad ya intercediendo por nosotros ante el Padre, ¿por qué necesitaríamos que María o los santos lo hagan por nosotros?
Examinemos la afirmación de que orar a María y a los santos no es diferente de pedir a alguien aquí en la tierra que ore por nosotros:
1) Pedir a otros creyentes (en la tierra) que oren por nosotros es ciertamente bíblico (2 Corintios 1:11; Efesios 1:16; Filipenses 1:19; 2 Timoteo 1:3). El apóstol Pablo pide a otros cristianos que oren por él en Efesios 6:19.
2) La Biblia no menciona en ninguna parte que alguien pida a alguien en el cielo que ore por él o ella. Tampoco describe a nadie en el cielo orando por alguien en la tierra.
3) La Biblia no nos dice en absoluto que María o los santos puedan oír nuestras oraciones. María y los santos no son omniscientes. Incluso glorificados en el cielo, siguen siendo seres finitos con limitaciones. ¿Cómo podrían escuchar las oraciones de millones de personas?
4) Siempre que la Biblia menciona orar o hablar con los muertos, lo hace en un contexto negativo en el que implica actividades que la Biblia condena enérgicamente (Levítico 20:27; Deuteronomio 18:10-13; 1 Samuel 28:7-19).
Orar a María o a los santos es completamente diferente de pedir a un amigo aquí en la tierra que ore por nosotros. Pedir a la gente de la tierra que ore por nosotros tiene una sólida base bíblica; pedir a los santos celestiales o a María que oren no tiene ningún fundamento bíblico.
Es un error pensar que Dios escuchará y responderá a las oraciones de San Judas, por ejemplo, por encima de las nuestras. La Escritura enseña que la oración que se le ofrece a Dios con fe, de acuerdo a Su voluntad, con un corazón redimido, será escuchada. Como ejemplo, "Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto" (Santiago 5:17-18).
No hay nada en absoluto en las Escrituras para orar a nadie más que a Dios. Tampoco es necesario. Jesús, nuestro Intercesor, se ocupa de todo. Nadie en el cielo puede mediar a favor nuestro excepto Jesucristo. Sólo Dios puede escuchar y responder a la oración. El velo del templo se rasgó en dos (Hebreos 10:19-20); el hijo de Dios en la tierra tiene tanto acceso al trono de gracia de Dios, en nombre de Jesús, como cualquiera en el cielo (Hebreos 4:16).
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¿Es bíblica la oración a los santos / María?