Pregunta
¿Quiénes son los "pequeños" en Mateo 18:6?
Respuesta
En Mateo 18:6, Jesús lanza una severa advertencia a quienes hacen pecar a los demás: "Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar" (Ver también Marcos 9:42 y Lucas 17:1-2). Los "pequeños" son verdaderos discípulos de Jesús, jóvenes o ancianos, que se identifican por su confianza de niños en Dios. Esta interpretación es respaldada por el contexto inmediato y más amplio del evangelio de Mateo.
Mateo 18 comienza con los discípulos preguntando: "¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?" (Mateo 18:1). Después de colocar a un niño en medio de ellos (versículo 2), Jesús responde: "De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe" (versículos 3-5). Jesús usó al niño como recurso visual para ilustrar Su punto sobre la humildad y la fe. Entonces, el texto no trata necesariamente sobre niños, aunque podría ser. Más bien, se trata de llegar a ser como niños y entrar en el reino de los cielos. Se trata de ser un verdadero discípulo de Jesús.
El contexto más amplio también sustenta esta interpretación. En Mateo 10:42, Jesús dice: "Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa". Los verdaderos discípulos muestran bondad y hospitalidad entre sí (cf. Gálatas 6:10), incluso en pequeñas formas, como ofrecer un vaso de agua fría. Este acto de bondad puede parecer insignificante, pero Jesús promete que no pasará desapercibido ni quedará sin recompensa.
Así como hay recompensas positivas para quien muestra bondad y hospitalidad a otros discípulos, hay graves consecuencias para quien haga tropezar a uno de estos pequeños, es decir, a los que creen en Cristo. El castigo es severo y explícito. Jesús dice que sería mejor para esa persona que le colgaran al cuello una gran piedra de molino y que la ahogaran en las profundidades del mar.
Una piedra de molino es una gran piedra circular y pesada que se usaba en la antigüedad para moler el grano y convertirlo en harina. El proceso de molienda usaba dos piedras: una piedra cama y una piedra corredora. La primera (o base) permanecía inmóvil, mientras que la segunda (o parte superior) se movía mediante un animal, como un buey o un asno, que caminaba en círculo alrededor de la piedra inferior.
La imagen de alguien hundiéndose en el fondo del mar con una piedra de molino alrededor de su cuello es un llamado a tomar en serio esta advertencia. Si llevamos a otros por mal camino y los hacemos pecar, les hacemos un gran daño a ellos ya nosotros mismos. Jesús promete que tal ofensa no pasará desapercibida ni sin castigo. De hecho, el castigo sería tan terrible que sería mejor ahogarse en el mar que afrontarlo.
Como cristianos, debemos tener en cuenta cómo nuestras acciones afectan a los demás, especialmente a aquellos que están en la familia de Dios. Es nuestra responsabilidad ser una influencia positiva en sus vidas, ayudándoles a crecer espiritualmente y evitar cualquier cosa que pueda causar que pequen. Si hacemos que otros pequen, debemos confesar nuestro error y buscar perdón, tanto de Dios como de los que hemos ofendido. Al hacerlo, demostramos que somos verdaderos discípulos de Jesús (Juan 13:35).
English
¿Quiénes son los "pequeños" en Mateo 18:6?