Pregunta
¿Cómo podemos permitir que la paciencia tenga su obra completa (Santiago 1:4)?
Respuesta
El libro de Santiago comienza abordando el tema del sufrimiento. Santiago anima a sus lectores creyentes a "tener por sumo gozo" cuando enfrentan circunstancias en la vida que ponen a prueba su fe (Santiago 1:2). Ellos pueden considerar sus sufrimientos como un motivo de gozo porque saben que las aflicciones debido a su fe producen paciencia (Santiago 1:3). Esto es bastante claro: cuando los creyentes continúan en la fe a pesar de la oposición, están desarrollando la perseverancia. Sin embargo, luego Santiago dice algo confuso. Insta a sus lectores a tener paciencia, "para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna" (Santiago 1:4).
Al estudiar lo que significa dejar que la paciencia tenga su obra completa, es importante definir nuestros términos. La palabra tradicionalmente traducida como "paciencia" no significa "tolerancia pasiva", sino "perseverancia activa". Según muchos estudiosos, la idea es que alguien permanece constante a pesar de la oposición o continuamente a pesar de la dificultad. Un buen ejemplo es Hebreos 12:1, donde se utiliza la misma palabra para describir la forma en que los creyentes "corren la carrera" de fe. La imagen de un corredor no es una de resignación, sino de intencionalidad, soportando el dolor para alcanzar un objetivo preestablecido. De la misma manera, a medida que el creyente persevera en las pruebas, crece en resistencia y determinación (Santiago 1:3).
Entonces, ¿qué significa "dejar que la paciencia [resistencia, constancia] tenga su obra completa"? La resistencia fiel tiene un objetivo final: perfección, integridad, plenitud. La resistencia nos hace espiritualmente maduros. Notemos que no es el sufrimiento lo que produce la madurez, sino el acto de resistir. Al creyente se le ordena "dejar que la paciencia tenga su obra completa", lo que demuestra que nuestra respuesta importa. La consistencia en la vida, incluso ante las pruebas, es lo que produce la madurez cristiana, y no solo el sufrimiento.
Santiago no ofrece un tiempo definido para esta perfección o madurez. Basándose en las palabras griegas, podría estar refiriéndose a la madurez en esta vida o a la perfección escatológica, y los estudiosos están divididos al respecto. En gran parte del Nuevo Testamento, y más adelante en Santiago, el buen resultado producido por la resistencia se relaciona con la vida eterna o el retorno de Jesús (1 Pedro 1:7; Santiago 1:12; Romanos 5:3-4). Es posible que Santiago esté aludiendo aquí a nuestro futuro eterno con Dios, lo que nos da esperanza para el presente (1 Tesalonicenses 1:3). Mientras resistimos las pruebas y seguimos a Dios, estamos permitiendo que la constancia tenga su obra completa, que en última instancia será la perfección eterna.
¿Cómo hacemos esto? ¿Cómo "permitimos que la paciencia tenga su obra completa"? Primero, podemos soportar las pruebas, recurriendo a Dios para tener fortaleza y esperanza durante los momentos dolorosos (Santiago 1:2, 12). Como se mencionó, la resistencia no es pasiva sino activa: debemos vivir de la misma manera durante los tiempos de persecución y aflicción que durante los tiempos de seguridad y comodidad. Esto significa no desquitarse con aquellos que nos oprimen o alterar nuestro caminar con Dios para evitar las molestias (Mateo 16:24-26; Romanos 12:17-21). Al resistir y no interferir, permitimos que la paciencia tenga su obra completa.
Segundo, podemos pedir a Dios sabiduría. El versículo siguiente de Santiago instruye a los creyentes a pedir sabiduría a Dios, quien la da generosamente a todo el que pide (Santiago 1:5). La sabiduría y la madurez cristiana se relacionan en varios otros pasajes, y necesitamos la sabiduría de Dios para resistir la oposición (1 Corintios 2:6; Colosenses 1:28). A medida que perseveramos en las pruebas y pedimos sabiduría a Dios, experimentaremos el crecimiento espiritual de la que habla Pablo en Romanos 5:3-4: "Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza".
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¿Cómo podemos permitir que la paciencia tenga su obra completa (Santiago 1:4)?
