Pregunta
¿Cómo puedo tener una perspectiva eterna de la vida?
Respuesta
Vivir pensando en la eternidad es la forma más sabia de vivir. Una perspectiva eterna nos impide perseguir sueños inútiles y gratificaciones materiales. Nos impide malgastar nuestros años buscando cosas temporales que no podremos llevarnos con nosotros cuando muramos. Obtenemos una perspectiva eterna cuando pensamos en nuestras vidas como una cuerda de más de 300 metros con una punta negra en un extremo: la cuerda simboliza nuestra existencia; la punta negra es nuestra vida en la tierra. Tendemos a concentrar toda nuestra pasión y nuestras fuerzas en la punta negra y a pensar poco en el resto de la cuerda.
Hay varias maneras de desarrollar y mantener una perspectiva eterna de la vida:
1. Asegúrate de haber nacido de nuevo (Juan 3:3). La eternidad nos espera a todos, pero la única manera de asegurarnos de que pasaremos la eternidad en el cielo con Dios es nacer de nuevo. Ese nuevo nacimiento resulta en un espíritu renovado y un nuevo deseo de agradar a Dios. Cuando aceptamos por fe la muerte y resurrección de Jesucristo a nuestro favor, el Espíritu Santo entra en nuestros espíritus y nos da a luz en la familia eterna de Dios (Romanos 8:15-17). Es en ese momento cuando comenzamos a adquirir una perspectiva eterna.
2. Estar llenos del Espíritu Santo (Hechos 4:31; Efesios 5:18). Recibimos el Espíritu Santo como un don en el momento en que somos salvos (Hechos 2:38), y Él continúa obrando en nuestras vidas. Sin embargo, el grado en que nos sometemos a Su obra transformadora es el grado en que podemos vivir con una perspectiva eterna. Cuando estamos "llenos" del Espíritu, estamos totalmente rendidos a Él. Él tiene control de nosotros. Gálatas 5:16 dice que, si andamos por el Espíritu, no satisfaremos los deseos de nuestra carne. La autogratificación pecaminosa, centrada en las cosas de este mundo, no puede coexistir con una perspectiva eterna. La solución para el egocentrismo es rendirse al Espíritu Santo (Gálatas 2:20).
3. Acumular tesoros en el cielo. Jesús dijo: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (Mateo 6:19-21). Los tesoros que guardamos para la eternidad son las cosas hechas por Cristo en la tierra. Incluso ofrecer un vaso de agua fría a un siervo del Señor es motivo de recompensa (Mateo 10:42). Una perspectiva eterna es aquella que ha cambiado las preocupaciones terrenales por las celestiales e invierte tiempo, esfuerzos y recursos en el reino de Dios.
4. Pasar tiempo con Dios y con Su Palabra (Salmo 119:11). No esperaríamos que nuestros automóviles recorrieran mil kilómetros con un solo tanque de gasolina. Sin embargo, pensamos que una oración rápida o un versículo bíblico tuiteado es suficiente para sostener una perspectiva eterna durante semanas o meses. Necesitamos una recarga continua de verdad. Romanos 12:1-2 lo llama la "renovación" de la mente. Pasar tiempo en la presencia de Dios lo invita a revelar áreas de nuestras vidas que no están rendidas a Él. Reconocemos y confesamos esas áreas y luego reemplazamos las mentiras que hemos creído con verdades de Su Palabra. Este continuo "lavamiento" de la Palabra (Efesios 5:26) mantiene nuestras prioridades de acuerdo con las de Dios y ayuda a mantener una perspectiva eterna.
5. Mantente consciente del hecho de que este mundo no es todo lo que hay. Es fácil perderse en las preocupaciones y deseos diarios. Pero los que viven con una perspectiva eterna son igualmente conscientes de que cada día cuenta hacia nuestro viaje final. Segunda de Corintios 4:17-18 dice: "Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas". Debemos redirigir intencionadamente nuestros pensamientos hacia lo que es eterno, juzgando el valor de las decisiones en función de su significado eterno. Colosenses 3:1-3 dice: "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios".
Dios ha ordenado que vivamos con una perspectiva eterna. Si tener una perspectiva eterna fuera algo natural, Él no necesitaría ordenarlo. Así que escogemos continuamente poner nuestras mentes en las cosas de arriba. A medida que desarrollamos el hábito de poner nuestras mentes en las cosas eternas, comenzamos a manejar las cosas de manera diferente a aquellos con perspectivas terrenales. A medida que la mentalidad eterna se convierte en parte de nosotros, otras personas se dan cuenta y un día pueden preguntar: "¿Cómo puedo yo también obtener una perspectiva eterna de la vida?".
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¿Cómo puedo tener una perspectiva eterna de la vida?
