Pregunta
¿Qué quiso decir Jesús con que "por tus palabras serás justificado" (Mateo 12:37)?
Respuesta
En Mateo 12:37, Jesús dice: "Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado". Aquí, Jesús hace una conexión entre nuestros corazones y las palabras que hablamos.
Jesús dijo: "por tus palabras serás justificado" en el contexto de dirigirse a los fariseos, que acababan de acusarlo de expulsar demonios por el poder de Beelzebú (Mateo 12:27). Jesús aprovecha esta oportunidad para enseñar sobre la conexión entre el corazón de los fariseos y sus palabras. Así como se conoce a un árbol por sus frutos, se conoce a las personas por sus palabras. La idea es que las palabras revelan la condición de nuestros corazones: "De la abundancia del corazón habla la boca" (versículo 34).
Las palabras, pues, no son insignificantes. Al contrario, son manifestaciones directas de lo que hay en nuestros corazones. Puesto que los fariseos habían hablado mal de Jesús, demostraban la maldad que había en sus corazones. Es necesaria una conversión radical por el Espíritu Santo para limpiar nuestros corazones y hacernos nuevos (Juan 3:3, 5; Tito 3:5). Tras la conversión, nuestras palabras nos "justificarán", es decir, nuestras palabras nos absolverán y demostrarán que hemos nacido de nuevo.
Cuando Jesús dice: "por tus palabras serás justificado", no está diciendo que nuestras palabras posean algún tipo de poder mágico para hacernos justos ante Dios. Más bien, está diciendo que las palabras que glorifican a Dios son evidencia de la fe salvadora. Así como la fruta revela la salud de un árbol, nuestras palabras revelan la salud espiritual de nuestros corazones. De este modo, las palabras puras, justas y santas demuestran la autenticidad de nuestra fe. Por el contrario, si nuestras palabras son malas, blasfemas o engañosas, es señal de que no estamos bien con Dios.
Mateo 12:37 se corresponde con otros pasajes bíblicos. Por ejemplo, Proverbios 18:21 afirma: "La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos". Aquí, Salomón señala que las palabras pueden tener un impacto positivo o negativo. Utilizando las palabras de Jesús en Mateo 12:37, las palabras pueden "exonerarnos" o "condenarnos". Por lo tanto, es importante que seamos conscientes del uso que hacemos de nuestras palabras. Los creyentes siempre deben usar sus palabras para glorificar a Dios y edificar a otros. Pablo dice a los efesios: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios 4:29). Santiago enseña que controlar la lengua es básico para vivir piadosamente: "Pues, si pudiéramos dominar la lengua, seríamos perfectos, capaces de controlarnos en todo sentido" (Santiago 3:2, NTV).
Romanos 10:9-10 también establece la conexión entre nuestros corazones y nuestras palabras: "Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación". La confesión, pues, es una expresión externa de la fe salvadora, y es por nuestras palabras que seremos justificados o se demostrará que somos verdaderos creyentes (Mateo 12:37).
Mateo 12:37 nos recuerda que las palabras son importantes porque revelan nuestra posición ante Dios. Si hemos sido justificados por la fe, entonces viviremos y caminaremos por el Espíritu, produciendo buenos frutos, incluyendo buenas palabras. Si no estamos bien con Dios, eso también se hará evidente por nuestras palabras (ver Mateo 7:16).
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¿Qué quiso decir Jesús con que "por tus palabras serás justificado" (Mateo 12:37)?